Alessa: Día Cero

102 6 0
                                    

Para ser sincera sólo tenía 5 años y ciertamente puede que haya olvidado un par de detalles pero bueno, ahora las excusas sobran.

Puede sonar un poco extraño, pero en ese entonces recuerdo que amaba la hora de dormir, no porque tuviera una vida muy agotadora, sino por las historias que me contaba papá antes de apagar la luz y entrecerrar la puerta para que la luz del pasillo impidiera salir a los monstruos de armario. Cada día sin falta una historia y ese no iba a ser la excepción.

- ¡Cuéntame un cuento! ¡Cuéntame un cuento! -gritaba y me movía sin parar de la emoción mientras él intentaba arroparme sin resultado alguno.

- Si me dejaras terminar te contaría el cuento más rápido -respondía él de vez en cuando para tranquilizarme. Una vez terminado su cometido me hizo la pregunta- ¿Qué historia quieres que te cuente?

- El de la princesa Anarox -dije casi inmediatamente.

- ¡Pero ése ya te lo conté muchas veces!

- Otra vez por favor.

- Muy bien, había una vez... -comenzó a relatarme una vez más el cuento que me gustaba tanto, poco después apareció mamá en la puerta, pero en ese momento mi mundo se centraba en escuchar a papá.

Debo admitir que en ese entonces yo quería ser como Anarox, hermosa, fuerte y autosuficiente, además de amable y carismática, sin duda, todo un ejemplo a seguir.

Cuando papá terminó se despidió de mí, y haciendo la rutina de siempre, salió de mi habitación.

No es que sea psicóloga pero lo siguiente que pasó no creo que sea lo más adecuado para una niña de mi edad, pues discutir enfrente del cuarto de tu hija no es lo mejor que puedes hacer paternalmente hablando.

No recuerdo gran cosa de la conversación puesto que odiaba desde el fondo de mi corazón que ellos pelearan, me tape los oídos con la almohada y no escuché nada hasta que alguien bajó por las escaleras, esto despertó mi curiosidad ya que el cuarto de mis padres estaba en el mismo piso que el mío y ambos estaban arriba. Salté de mi cama y me acerqué a la puerta para saber qué pasaba. Me asomé y sólo pude ver la espalda de mi padre bajando la escalera desesperadamente, esto me alarmó un poco seguido de el sonido de el auto encendiendo, di media vuelta y me asomé por mi ventana, en efecto el auto se puso en movimiento y se alejó rápidamente.

Poco después salió papá y sin preocuparse mucho por la lluvia se quedó un momento observando en dirección a donde se fue el coche antes de caer de rodillas al suelo.
No pude ver mucho antes de que el miedo y la incertidumbre se apoderaran de mis acciones y corriera rápidamente de nuevo hacia mi cama, tapandome con las cobijas hasta la cabeza.

Me hice bolita y después de eso me quedé dormida a pesar de que una pregunta seguía flotando en mis pensamientos: ¿A dónde fue mamá?

Cuentos de Princesas [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora