FIN: Capitulo 30

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"Lo siento. Necesito vacaciones ¿Me acompañas?"

Daki

Salió corriendo hacia su apartamento, hizo una llamada de teléfono, preparó una maleta, se duchó y se cambió de ropa.

Se aseguró a sí mismo que todo saldría bien. Sabía dónde estaba. Lo único que tenía que hacer era ir a buscarla y decirle que, mientras estuvieran juntos, no habría nada que no pudieran superar.

Daki estaba dando un paseo por la playa. Las olas le mojaban los pies descalzos. De vez en cuando se detenía a coger una concha. La sujetaba un momento en la mano, la examinaba atentamente y luego volvía a dejarla caer y continuaba andando.

Se sentía bien. Le gustaba el modo en que la brisa movía su cabello suelto y le gustaban los olores que la brisa llevaba hasta ella.

Un niño entró corriendo en el agua y salpicó a la exótica princesa.

La princesa sonrió. Su sonrisa era divina y el hombre supo, sin ninguna duda, que aquella era la única mujer con la que podía ser feliz.

La joven se agachó a coger otra concha y él se acercó a ella. La mujer levantó la cabeza y le sonrió.

-He sido una completa idiota -murmuró ella, cubriendo su rostro con una mano, a la altura de los ojos.

Jamie se echó a reír, por su repentino comportamiento infantil, le parecía tierno y se acercó a Daki. El joven la tomó en sus brazos y la besó, anhelante, un beso tierno y apasionado a la vez.

-¿Cómo sabías donde encontrarme? -preguntó ella, sin aliento.

-Por instinto -sonrió él-. Tu nota me dio muchas pistas.

Jamie bajo la mirada a su mano, su amada aun llevaba el anillo de bodas que le regalo. Él sonrio.

Daki envolvió sus brazos desnudos en su cuello y lo abrazo.

-He sido una tonta, en verdad nunca quise el divorcio. Lo siento mucho- él la tenia sujetada por la cintura, mientra ella hablaba en su cuello, sintió como pequeñas gotas llegaban a su cuello, estaba llorando. Ella se retiro de su abrazo y lo vio.

-Por favor, perdóname si te hice sentir mal, yo también me sentí mal. Solo quiero que sepas que nunca paso nada con Eric, era insufrible. Te amo Jamie, siento haber siempre puesto escusas para que estemos bien. Nunca pensé que casarnos iba a ser así, la aparición de Bella, la mentira que creamos, nada de eso.

-Tranquila nena, no tienes que pedir disculpas, si no hubiera inventado que era tu hermano nada de eso se hubiera echo mas grande

-Lo se y no debí pedirte que dejes el trabajo, debí dejarlo yo. Fui egoísta. Lo siento en verdad.

- Ya basta, ven aquí, no digas mas. Eso es pasado. Te amo Daki- La atrajo a él para abrazarla

- No sabes cuanto yo a ti, Jamie- le dio un pequeño beso en los labios

-Estamos hechos el uno para el otro, Daki -dijo él, acariciándole el rostro.

Ante su contacto, la joven sintió una oleada de placer. Se estrechó contra él.

-¿Sabias que somos una leyenda aquí? -preguntó él, mientras caminaban juntos, tomados de la mano por la orilla de esa playa de arena blanca, que había visto su amor nacer.

-Ni que lo digas, apenas llegue me entere- se rió, él la siguió.

-Imagínate, tan jóvenes y somos leyenda solo por casarnos a los 6 días de conocernos. Dicen que esta isla esta encantada de amor - le dijo mientras la abrazo por detrás, ambos reían, la beso en la mejilla.

LOCAMENTE CASADOS (En edición)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum