21.

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Capítulo 21



           Había literalmente huido a mi habitación en cuanto entramos a la casa con el pretexto de que odiaba estar mojada, estaba nerviosa y por esa razón le había tomado el doble sentido a esa oración y había hecho las cosas más incomodas para mí, porque Zayn parecía demasiado tranquilo y divertido con la situación.

           Me miraba al espejo y podía ver como mi cuerpo temblaba. No sabía por qué exactamente me estaba comportando como una niña, quiero decir, esta no era una reacción normal en mí, solía ser relajada y dominante en estas situaciones, pero sabía perfectamente que eso era porque anteriormente no sentía nada por los demás, y por Zayn, por él sentía de todo.

            Salí del baño en ropa interior después de haber tomado una ducha y busqué en mi maleta una de las camisas que había traído para ponérmela. Pase mis manos por mi cabello húmedo y me acerque al tocador para buscar un cepillo y desenredarlo, me senté en mi cama mientras cepillaba mi cabello y el recordar cómo se sentía tener los labios de Zayn en los míos mientras sus brazos me sostenían fuertemente contra él me hacía desear que estuviera aquí.

           Y como si mis deseos fueran escuchados la puerta de mi habitación sonó, y solo una persona podía estar del otro lado. Me puse de pie sin saber qué hacer, deje el cepillo en el tocador y me quedé parada en medio de la habitación mirando hacia la puerta, esta sonó nuevamente y esta vez Zayn hablo:

          —¿Alexis? ¿Puedo pasar?— preguntó. Mis manos empezaron a sudar y corrí a tirar mis brochas de maquillaje que estaban en una caja sobre mi buro, me arrodille en el lugar fingiendo estar ocupada recogiéndolas, agite un poco mi cabello y me aclare la garganta.

          —Sí, pasa.— Elevé mi voz para que Zayn me escuchara, en cuanto lo dije, la puerta se abrió y Zayn apareció, me miro y sonrió.

          —¿Qué hacías?— pregunto acercándose a mí y sentándose en el borde la cama.

          —Tire las brochas por accidente.— joder, estaba muy nerviosa y no quería mirarlo.

          —Ya veo.— Murmuró. Maldije cuando levante la última brocha y puse la caja nuevamente en el buro. Cerré mis ojos fuertemente antes de ponerme de pie y mirarlo. —Alexis...

          —Zayn solo olvídalo, ¿sí?— hablé sin dejar que dijera nada, caminé al centro de la habitación y volví a mirarlo. —Sé que fue un error y qu-

         —Para mí no fue un error.— me interrumpió frunciendo el ceño y se puso de pie acercándose a mí. —Te lo dije, tenía mucho deseando besarte.

         —Zayn...— Me quejé. Quería que se callara y se fuera, antes que la última gota de resistencia que me quedaba se agotara.

         —Alexis, sé cómo se ve esto y sé lo que debes estar pensando de mí, pero eres malditamente hermosa y desde que te conocí, oh dios, todo este tiempo he estado tragándome las ganas de tomarte por el cuello y besarte. Y hoy, verte sonreír y reír de esa manera, tan alegre y ser yo quien logre ponerte así, yo, no-no pude contenerme más.— Confesó tomándome de las mejillas. Su mirada desesperada y sus deseos de que entendiera lo que estaba diciéndome, me encantaba. Sus labios a centímetros de los míos, podía sentir su aliento chocar contra mí. Me tenía, completamente. —No fue un error, no lo siento así, no me arrepiento de hab-

          La última gota que quedaba se secó y lo besé.

         Ni siquiera lo deje terminar.

         Lo besé.

        Mariposas en mi estómago empezaron a revolotear salvajemente ante el sentimiento de sentir los labios de Zayn nuevamente en los míos. No podía pensar en otra cosa que no fuera lo mucho que había deseado y soñado con este momento. Estaba enamorada, quería a este chico y solo vivir el momento.

         Zayn enrolló sus brazos en mi cintura y yo pase los míos alrededor de su cuello. Nuestros labios se movían en perfecta sincronía. Era perfecto. Éramos perfectos. El beso se fue intensificando, sus manos recorrían mi espalda baja, sin atreverse a ir más abajo así que lo ayude y puse sus manos en mi trasero, quería que me tocara, él pareció entender el mensaje y lo apretó pegándome a él. Sonreí en medio del beso y mordí su labio inferior haciendo que él sonriera igual. Mis manos encontraron su camino por debajo de su camisa y sin estar muy segura empecé a levantarla, Zayn me ayudo quitándola por completo, nos miramos por unos segundos y volvimos a juntar nuestros labios. Esta vez Zayn camino hasta llegar a la orilla de la cama y me recostó suavemente en ella, poniéndose sobre mí sin dejar de besarme. Bajó sus labios a mi cuello y con sus dedos desabotonó los botones de mi camisa uno por uno, empezó a quitarla por mis hombros. Por mi cabeza solo podía escuchar una voz gritando, ¡Sí!. Podía escuchar una vocecita en mi interior que me decía que esto era muy rápido, pero no quería escucharla, sabía qué era lo que quería, y en este momento era estar con Zayn.

          Regresó sus manos a mi cintura y empezó a acariciarme, desde mis piernas hasta antes de llegar al broche de mi sostén, lo desabrochó y quitó, separó sus labios de los míos para bajarlos a mis pechos, metí mis dedos a su cabello jalando de él y haciéndonos soltar un silencioso gemido, Zayn levantó su cabeza y me sonrió de la manera más caliente posible.

          —Me encanta escucharte...— gruñó sujetándolos en sus manos y apretándolos para bajar sus labios nuevamente a ellos. ¡Santo Padre! Por mi parte, bajé una de mis manos hacia el botón de su pantalón y lo desabroche, metí una de mis manos y empecé a frotar su dura erección, soltó un suspiro que sentí en mis pechos y se separó para quitarse el pantalón por completo, llevando consigo su bóxer, mordí mi labio inferior al ver que Zayn no exageraba cuando presumía, sonreí cuando subió de nuevo a la cama y ataco mis labios nuevamente, esta vez la necesidad era más grande, sus movimientos y los míos eran más exigentes, al igual que nuestro beso, de vez en cuando sus dientes chocaban con los míos y me encantaba. Sus manos que ahora apretaban mi trasero tomaron la pretina de mis bragas y las quitó, se posiciono mejor entre mis piernas y dejo besos por todo mi vientre, podría disfrutar de esto todo el maldito tiempo. Sentí la punta rozar contra mí, y suspiré deseosa. 

          —¿Qué pasa?— pregunté respirando con dificultad, cuando se quedo quieto.

          —No tengo condones.—gruñó recargando su cabeza en mi cuello. —Mierda, mierda.

          —No los necesitas.— me miró y frunció el ceño. —Tengo un implante.— Movió su cabeza hacia un lado sin entender, pero después soltó una enorme sonrisa y me besó profundamente. Bajó su mano hasta mi feminidad y empezó a frotarla con una lentitud que no hacía más que torturarme, solté un gemido ahogado. Mierda.

          —¿Estas-estas segura de esto? — preguntó con dificultad, sus ojos rogándome que dijera que sí. — Por más que desee esto no quiero estar obligándote a nada...

          —No lo haces, quiero hacerlo.— respondí segura, levantando mi cabeza para besarlo. Me dio una sonrisa deslumbrante y beso mis labios. Bajó sus manos a mis caderas y cuando estuvo a punto de entrar en mí, se detuvo.

           —Tu arriba.— Soltó, me tomo de la cintura cargándome hasta ponerme sobre él. —¿Lista?

           —Si...— suspire en sus labios. Con un brazo en mi cintura y una de sus manos tomándome por la mejilla me hizo mirarlo mientras me bajaba lentamente sobre su dura erección, haciéndonos gruñir. Era grande. —¡Oh Dios, Zayn!



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¡Hola! Para quienes no lo sepan, el implante subdérmico es un método anticonceptivo muy seguro, que se aplica en el brazo y dura algunos años, así que no habrá bebé, woho! 

¡Oh! Y tambien, es la segunda vez que escribó alguna escena que tenga que ver con sexo, jaja, quiza apeste buuuuuut, no hay nada que pueda hacer JJAJA. 

Bueno, un beso a todas las que pasan por aquí y gracias de verdad.

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