Faithfully

3.4K 211 24
                                    

I'm forever yours, faithfully.

~ Faithfully

~~~

Lydia se había puesto a dibujar para ver si así podía apartar de su mente los pensamientos que no habían dejado de rondarle durante todo el día. Estaba enfadada, triste, decepcionada y destrozada, todo a la vez. Quién le iba a decir que llegaría un día en que se encontraría llorando en su habitación por Stiles Stilinski. Pero esa era la realidad: por mucho que Lydia se hubiera esforzado en ocultarlo, Stiles se había ganado su corazón a lo largo del último año -cosa que nunca le había contado a nadie- y, ahora que lo tenía, él solito se había encargado de tirarlo al suelo y pisotearlo, aunque de manera inconsciente.

A simple vista, todo había ocurrido el día anterior, cuando Stiles le había dicho a Lydia de quedar a tomar un helado por la tarde y no llegó a aparecer en las dos horas que la chica estuvo esperándolo. Decidió no llamarlo para ver si él se daba cuenta de que la había dejado plantada y tomaba la iniciativa para pedirle diculpas, pero nada de eso pasó en toda la tarde. Al día siguiente, Lydia pensó que ya era hora de hablar con él y pedirle una explicación, pero Stiles no respondió al teléfono ninguna de las siete veces que Lydia intentó contactar con él.

El problema era que el hecho de que Lydia se sintiera como lo hacía en esos momentos no solo se remontaba a lo ocurrido la tarde anterior, sino mucho más atrás, cuando se empezó a dar cuenta de que sus sentimientos por Stiles le causaban un hormigueo innegable en el estómago. En el instante en que comprendió que estaba enamorada de él, se podría decir que todo fue a peor. Cada vez que estaba cerca de él ansiaba alargar una mano y acariciarle, pero se tenía que recordar a sí misma que no tenía ningún derecho a hacerlo, pues hacía tiempo que había perdido su oportunidad.

La táctica de dibujar no había funcionado del todo bien, ya que seguía dándole vueltas a todo ello por más que quisiera no hacerlo. Stiles no merecía siquiera que pensara en él por haberse olvidado de ella y no haberse molestado en llamarla, pero Lydia no podía evitarlo. Al final, su mente siempre volvía a lo mismo.

Unos golpes en la puerta interrumpieron sus pensamientos.

-¡Adelante! -gritó Lydia desde su cama, sin apartar la vista del dibujo que tenía apoyado sobre sus piernas.

La puerta de su dormitorio se abrió y un inconfundible carraspeo la obligó a mirar a la persona que acababa de entrar en la habitación. Stiles.

-Stiles, ¿qué haces aquí? -preguntó Lydia dejando a un lado la libreta y el lápiz antes de levantarse de la cama y acercarse al chico. Miró la hora en el reloj que había sobre el escritorio. -Son casi las diez de la noche, ¿no deberías estar en tu casa?

Lydia cerró la puerta detrás de Stiles antes de volver a alejarse de él y apoyarse sobre la repisa de la ventana. Seguía enfadada, así que lo último que quería en esos momentos era que Stiles estuviera ahí preparado para soltar una excusa por lo que había hecho.

-Lyds, sé que estás enfadada conmigo y no te culpo, pero he venido a disculparme por no haber acudido ayer a la heladería -dijo Stiles frotándose las manos, nervioso.

Lydia alzó las cejas y se inclinó un poco hacia delante, todavía con las manos apoyadas sobre la repisa.

-¿Solo eso? -preguntó incrédula. ¿Dónde estaba la disculpa por no haberla llamado antes o por no haber contestado ninguna de sus llamadas? -Mira, ¿sabes qué? Ahora mismo no estoy de humor para hablar contigo, así que vete de aquí, por favor.

-Pero, Lydia...

-Sin peros -lo cortó ella. -Ya me has oído, sabes dónde está la puerta...

Sabía que había sido dura con su elección de palabras, incluso le dolió ver la expresión de tristeza de Stiles cruzar su rostro al escucharlas, pero era verdad que lo último que quería en ese momento era hablar con él. No ahora, al menos. Stiles asintió lentamente y se giró sobre sí mismo para ir hacia la puerta. Salió de la habitación y Lydia se quedó muy quieta para poder escuchar la puerta principal abrirse, lo que indicaría que Stiles se había marchado. Sin embargo, lo único que escuchó fue la fuerte lluvia, que arremetía sin piedad contra la casa. ¿En qué momento se había puesto a llover?

Stydia Oneshots <3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora