Capítulo 25. Final.

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*Narra Iris*

Hacía más de un mes que no sabía nada de Jashon, desde aquel momento en el que le eché de casa las paredes se me vinieron encima, a pesar de lo mucho que quería fingir por Allan, pero sabía que él veía que no estaba bien. Me preguntaba todos los días por el, cuando iba a venir y yo siempre con la tinta excusa de que tenía que hacer muchos viajes de trabajos.
Apreté las sábanas con ambas manos, cerré los ojos con fuerza, evitando que ninguna lágrima se derramase. Sabía que el estrés para los bebés no era bueno.
Evitando aquellos pensamientos conseguí dormirme, aunque ha media noche una fuertes dolores agudos empezaron, sabía que lo que significaba eso. Con sufrimiento conseguí levantarme de la cama y mandarle un mensaje a Noah, la necesitaba a mi lado, necesitaba verla, la echaba tantísimo de menos, me arrepentía de todo lo que le había dicho. Con los sentimientos a flor de piel al recordar a mi amiga, a mi hermana, bajé a la primera planta donde la chica de servicio dormía, llevaba pocas semanas trabajando pero era encantadora. Con su ayuda conseguí subirme en el coche, sin ni siquiera cambiarme y ella se encargó de subir a Allan, que seguía dormido y la bolsa con las cosas de los peques.

-Noah, por favor... -una vez en el hospital perdí de vista a Denis, la cuidadora, y a mi pequeño hombrecito ya que me llevaban en la silla de ruedas hasta la sala donde debería esperar para dilatar. Nunca pensé que llegaría estar en esa sala yo sola...

- Muy buenas noches querida, soy *inserta nombre de señora mayor* y seré tu matrona. Dentro de unos minutos llegará la doctora para ver que tal vas y para decidir cuando iras a la sala de paritorio a traer a estas preciosas niñas que tienes. ¿Quieres que avisemos a alguien de tu situación? Tus padres, tu marido, ¿alguien?

- Noah...Noah Hutton.

- ¿Es su hermana? ¿Una amiga? Deme su número y yo personalmente la llamaré -sonrió de forma cálida recibiendo mi móvil.

- Ahora mismo entro -salió mientras se colocaba el movió en la oreja ante el inicio de la llamada.


*Narra Noah*

Eran las tres de la mañana y seguía en el sofá sentada y pegada a la botella de vodka. Un pequeño ritual que había seguido cada sábado.
El ruido del móvil y su luz me sacó de mis pensamientos, en la pantalla pude leer el mensaje de Iris.
Hacia tanto que no hablaba con ella...
En el mensaje leí: Se que seguramente no lo leerás o lo ignorará pero quería informarte de que las dos pequeñas ya están en camino. Y me gustaría que su tita estuviese aquí. Te quiere, Iris.

Me quedé en shock durante más de cinco minutos. ¿Qué hago? No me puedo presentar borracha en el hospital. Pero quería ir. Sabía que no le gustaba estar sola y menos en estos momentos. Mi primera reacción fue llamar a Jashon.

- Vamoooos, coje el telefonoo... -la voz ronca, de recién desperado, de Jashon contestó.

- ¿Quién es?

- ¡Aleluya! Jashon soy Noah, Irisssh esta de parto -intenté hablar lo mejor que pude ocultando mi estado de embriaguez.

- ¿¡Qué?! ¿En que hospital? -se pudo oír un fuerte ruido por lo que supuse que a había levantado de la cama de golpe y se había caído.

- Relajaaa, no queremos que acabes tu también en el hospital. No lo sé, supongo que en el de siempre. En el que está cerca de su casa.

¿Más que deseo?Where stories live. Discover now