¿Más que deseo?

Capítulo 5.

Capítulo 5.

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*Narra Mark*

Me divertí bastante con la conversación que tuve con Noah y su noviecito. Esta más guapa incluso si podía y volvería a ser mía, ellos dos tendrán que romper de alguna forma aun teniendo un hijo, que observándolos a los tres no se parecían en nada, es más me recordaba más a Jai... Corrí hacia mi cabaña lo antes que pude. Abrí la puerta de un portazo asustando a Jashon que rápidamente se puso en pie.

- ¡¿Estás loco!? ¿Qué ha pasado para que entres así?

- Tu -le señale con el dedo mientras entrecerraba los ojos y me acercaba a el después de cerrar la puerta.

- ¿Yo? -preguntó confundido- ¿Qué se supone que he hecho ahora?

- Dejar preñada a Iris -su cara se transformó y se puso pálido. Tendría que ser más cuidadoso a la hora de hablar.

- ¿Te...te...te lo dijo ella? -se sentó en la cama.

- No, pero vuestros parecidos son idénticos -le intenté tranquilizar, quizás no de la mejor forma pero ¡no me juzguéis!- Tranquilo que dentro de poco sabremos si realmente Noah y el asqueroso de su novio son padres de ese hijo o lo eres tu e Iris...

- No se a que le tengo más miedo a ti si realmente ellos son padres o a que lo sea yo.

- Será mejor temerlas a ellas, no son tan tranquilas como antes, y eso que Noah era un quebradero de cabeza.

- Que dios nos ayude en esto...

*Narra Iris*

Dejé de trabajar hacía poco, estaba a punto de tumbarme cuando entró Noah, y no traía cara de buenos amigos. Dejó a Allan dormidito encima de la cama y me agarró de la mano y salimos de la cabaña.

- ¿Que ha pasado? -pregunté preocupada.

- ¿¡Qué que ha pasado?! ¿Que voy a exterminar a la población masculina! -me fijé en que pasaban un grupo de chicos y al escucharla salieron corriendo, no pude evitar reír- ¡Y encima te ríes! -me calmé muy a mi pesar pero esto parecía serio.

- A ver cuéntame -Noah soltó el aire y comenzó a contarme todo lo que le había pasado. A medida que la historia avanzaba mi boca se iba abriendo y mi mente no daba crédito a lo que escuchaba- No se por qué pero me están entrando unas ganas de matarlos a ambos, impresionantes.

- ¡Gracias! -elevó los brazos. Que exagerada podía llegar a ser.

- Hay que hacer algo para devolverle todas las que nos han hecho. Volvamos dentro y creemos un plan.

- Van a pagárnoslas -Oh si, esto no iba a quedar así.

*Al día siguiente*

Allan jugaba con el pelo de Noah que aún seguía dormida, mientrás tanto yo intentaba desperezarme.

- Allan, déjala -cuando terminé de decir eso Noah se despertó poco a poco.

- Hola -saludo casi sin voz.

- Tanto gritar te está pasando factura -rei

- Eso parece -susurró.

- ¿Quieres tomarte una pastilla o algo?

- No, no hace falta se pasara -tosió sin ganas- Venga arriba que hay que prepararse -de aquí a unas horas la muy tonta no tendría voz.