All that my eyes can see is you | JeongCheol [Hiatus]

Capítulo 5

Aquel día lunes, JeongHan no fue a la universidad acompañado de SeungCheol como lo hacía siempre, pues éste le insistió que se quedara en casa hasta que recuperase por completo.

Han pasó tiempo con Jun –incluso en los recesos y la hora de almuerzo–, quien estudiaba en la misma universidad y misma facultad. Podía oír a su amigo extranjero parloteando sobre cosas triviales, pero JeongHan estaba tan absorto en sus pensamientos que no logró comprender en absoluto lo que éste decía; sólo se limitaba a asentir las veces que creía necesarias para no ser descubierto, sin embargo, Jun fue rápido y se detuvo frente a JeongHan, haciendo que casi colisionara contra él.

–Hey. ¿Qué ocurre contigo hoy? –demandó llevando una de sus manos hacia el hombro del chico.

–Estoy preocupado por SeungCheol.

–¿Le ha pasado algo? ¿Es grave?

–Temo que pueda hacerse daño.

–¿Por qué tendría que hacerse daño?

–No lo hace conscientemente... Lo he estado analizando, y cada vez que no estoy a su lado, cosas malas ocurren con él.

–Quizá sean sólo coincidencias.

–No, definitivamente no lo son. SeungCheol no es una persona torpe, pero cuando no estoy presente, él lo es. Tampoco es agresivo, sin embargo golpea objetos si hemos discutido, y siempre termina haciéndose daño. No es algo que ha ocurrido un par de veces, sino muchas, y creo que ya he perdido la cuenta.

–¿Y crees que estará golpeando su cabeza contra la pared porque no estás a su lado?

–Oh, Dios. ¡No digas esas cosas, puede que lo esté haciendo en estos momentos! –dramatizó JeongHan llevando sus manos hacia su cabeza para crear una buena excusa que pudiera permitirle retirarse de clases, y Jun sólo se limitó a mirar por sobre el hombro de su amigo.

–Pues yo veo que está en buen estado...

SeungCheol despertó cinco minutos antes de lo cotidiano, y con gran energía se preparó para realizar su rutina diaria. Antes de poder tomar una ducha, el sonido de su móvil lo distrajo; se trataba de un mensaje.

"Ni intentes ir a la universidad hoy, porque si lo haces, tu nariz y mi puño tendrán un encuentro para nada amistoso. Sólo descansa y recupérate."

El pelinegro no pudo evitar liberar una sonora carcajada ante el mensaje de JeongHan, y en cuanto logró regresar a la normalidad, envió un mensaje como respuesta a su amigo.

"¿Tú, Yoon Jeong Han, me golpearás?"

Su mensaje no obtuvo más que un "Leído", pues ambos jóvenes conocían perfectamente la respuesta; JeongHan era incapaz de golpear a SeungCheol, y no por no tener la voluntad de hacerlo, sino porque no poseía la fuerza suficiente para darle su merecido, como reiteradas veces lo había deseado.

SeungCheol se recostó sobre su cama y observó el techo algunos minutos. Las figuras fluorescentes de planetas y estrellas de cuando era pequeño aún permanecían allí. El pelinegro no pensaba en sacarlos, pues le ayudaban a conciliar el sueño en días de estrés, ya que contar ovejas saltando por el cerco jamás le había dado buenos resultados, porque siempre se confundía o perdía la cuenta de ellas y tenía que comenzar desde el principio una vez más.

Diez minutos después, o quizá cuarenta –porque SeungCheol estaba distraído y no poseía noción del tiempo–, su madre apareció por la puerta dispuesta a jalar de los pies a su hijo para obligarlo a levantarse.

–¡Choi Seung Cheol, ya no eres un adolescente!

–Estoy despierto...

–¿Por qué no estás yendo a la universidad?

–Alguien me ordenó que no lo hiciera.

–¿Quién? ¿Una novia?

–No, Hannie.

–¿Tienes una novia llamada Annie Hani?

–Han. JeongHan.

–¡¿Estás saliendo con JeongHan?!

–¡Mamá!

SeungCheol intentó dormir, pero se sentía tan bien y recuperado de su resfrío, que continuar en la cama era casi un crimen para él, por lo que decidió alistarse para darle una sorpresa a JeongHan en la universidad, llevándole un Americano de la cafetería de la cual le había contado.

Tuvo curiosidad por ver al dúo de chicos que cantaban en el lugar, pues, aunque no quisiera reconocerlo, recordar los tiempos de la escuela secundaria le resultaba divertido y a la vez le causaba nostalgia.

Como lo había imaginado, la cafetería era cálida, con un exquisito aroma a grano de café y un excelente ambiente, perfecto para encuentro con amigos y familiares. En la vitrina de la esquina, logró distinguir tartas, postres, pastelillos y magdalenas, como lo que a JeongHan le encantaba. Se acercó a la caja y solicitó dos vasos de café de mediano tamaño y unas cuantas magdalenas para llevar.

Cuando oyó a la chica tras la caja registradora decir que la máquina cafetera se había averiado y que tendría que esperar algunos minutos porque estaba siendo tratada por un especialista, la pequeña campana sonó al ser abierta la puerta; dos chicos ingresaron cargados con cosas y discutiendo acerca de comprar nuevos micrófonos. Si no hubiera sido porque SeungCheol volteó para dirigirse hacia una mesa, no se hubiera percatado del chico de baja estatura y llamativa guitarra Woozi, quien iba acompañado de un joven más alto que poseía una contagiosa sonrisa.

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1.- "Annie Hani": La señora Choi malinterpreta a su hijo cuando éste dice "No, Hannie", debido a que "No", en lenguaje informal en Corea, es 아니 (ani), así cree que SeungCheol está saliendo con una chica llamada Annie; y "Hani" se explica por poseer pronunciación similar a "Hannie".

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Nota:

Sé que he tardado, y lo siento, pero aquí está el quinto capítulo, al fin. Quizá no extenso como ustedes esperaban, pero sí fundamental para los capítulos siguientes.

En el futuro, intentaré actualizar una vez por semana, los días lunes. Para las personas que leen el short fic HunHan, actualizaré los días domingo.

Una vez más, los invito a leer mi segunda obra publicada en esta página llamada "Mótè", si son valientes y gustan del género [el cual no nombraré, porque espero que lean como mínimo las primeras veinte líneas. Y sí, los estoy desafiando].

Una vez más, mis disculpas por el atraso, además de agradecerles por su apoyo.

Tengan un agradable resto de día. Hasta la próxima.

–Norah.