Capítulo: 7

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Elsa no comprendía en su cabeza como era posible que Jack le comprara cantidad de ropa. Y ella no se pudo negar ya que el la agencia del aeropuerto no pudieron resolver lo de la pérdidas de sus maletas. Ya tenía todo arreglado en el armario. Y estaba un poco nerviosa había tenido que comprar unos vestidos. Jack le había comunicado que el miércoles por la noche irían a cenar a la casa de su amigo  Hiccup.

Casi como a las diez de la noche Elsa estaba en la cama no tenia mucho sueño la verdad es que se sentía muy agitada por el día que había tenido y ya estaba pensando lo que iba a preparar  de comida al día siguiente. Y en un momento su mente recordó  el beso que le dio Jack en la cocina. Dios no lo podía negar besaba divino. Pero se preguntó  por que después de eso el actuó  como si no hubiera ocurrido.

A ella le gustó que cenaran  fuera de la casa. Pero no terminada de entender ¿por qué? Jack cambiaba  de humor. Y ella tenía mucha curiosidad por saber algo más  sobre su esposo. Así que esperaba tener suerte el miércoles  en la noche.

Jack se incorporó a su hora habitual. Se sorprendió  al no encontrar a Elsa en la cama. La verdad había  sido que la noche anterior había subido muy tarde a la habitación esperaba que Elsa estuviera dormida y agradeció  a Dios que lo estuviera. No podía evitar el deseo que sentía  por ella.  Pero no la podía forzar.

Bajo las escaleras y sintió  el aroma a café  recién echó  Y se dirigió  a la cocina donde se encontró  a Elsa enfrente de la estufa aparentemente estaba cocinando. Llevaba la bata que hacía  juego con el camisón color celeste perleado.

Elsa sintió  la presencia y se volteó  encontrando la mirada de Jack de color azul hielo y ella pudo jurar que la logró congelar.

Jack observo el escote del camisón que se veía. Pero luego desvío  la mirada antes de hablar:

- Elsa, no debiste  levantarte temprano te dije que con una taza  de café me basta.....

- Buenos días, - dijo Elsa llevando un plato con huevos y tocino al desayunador que había en la cocina- buen provecho. Además el desayuno es lo más importante.

- Elsa, ayer trabajastes demasiado y hoy esperaba que descansaras- dijo Jack sentándose.

- Como te lo dije ayer creo que te comenté que era voluntaria en un centro de ayuda a gente necesitada y la verdad no es ningún problema para mi. Es más me siento útil. ¿ Que se supone que tendría que hacer? - Preguntó Elsa para ver si así entendía Jack que ella no era ninguna olgazana.

- No lose talvez cuidar de los niños- dijo Jack algo divertido  al ver el rostro de Elsa tensarse.

-¿Qué  niños? - dijo Elsa aparentando que no entendía lo que quería decir Jack.

-Los nuestro- dijo Jack señalando con el tenedor a ambos.

Elsa respiró hondo antes de responderle.

-Es así como me ves. La mujer que va a hacer la madre de tus hijos- espetó  Elsa.

- Algún día los tendremos. Yo no creo en el celibato amor- dijo Jack en tono divertido. Y luego se echó a reír.

Para Elsa era la primera vez que lo veía así y le encantó. Pero pensó  en vengarse antes que el se marchará. Pero por un momento pensó  en un bebé  en sus brazos. Ella lo amaría así como su madre la amo a ella.

Jack terminó el desayuno  Y se levantó para retirarse. Se colocó su sombrero y se despidió  de Elsa.

Elsa no supo como se armó de valor y se levantó de puntillas y le dio un beso en los labios.

ECOS (JELSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora