Epílogo

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Pov Matthew ●

A lo largo de mi vida había tenido que sufrir bastante, los golpes de mi padre, la muerte de mi madre, el desprecio incial de Maddie, la muerte de mi hermana Emma y un sin fin de más situaciones que me hicieron sentir ganas de rendirme.

Pero la muerte de Maddie había destruido mi corazón, ver su cuerpo sin vida, sentir su cuerpo frío y tratar de devolverle la vida mientras gritaba que no me abanadonara. Definitivamente ya mi vida no tenía sentido.

Era el entierro de Maddie y sentía ganas de morir, mi barba empezaba a salir por descuido y mis ojos ahora sólo ardían, llevaba dos días desde su muerte que no dormía.

Obligándome a mi mismo me puse mi traje negro de gala y me dirigí a ese frío cementerio donde ya estaban varias personas y el ataúd.

Me quedé un poco lejos de él, no me sentía capaz de acercarme y saber que ahí estaba mi amada Maddie y que después de que la arena cayera encima jamás la volvería a ver.

El cura dio su discurso de funeral, pero la verdad no supe que dijo porque fue lo último a lo que le preste atención. Mi vista no se alejaba del ataúd.

- Llego la hora de que le den el último adiós a Maddie Carter - anunció el cura

- AY NO - grito Amanda - NO DEJEN QUE SE LLEVEN A MI BEBITA, NO, DIOS MÍO, NO ME LA QUITES - se tiró al suelo

- Ven mamá - la abrazó Mabel y lloro a su lado.

Ver a Mabel era aún más difícil, era ver el rostro de mi Maddie y saber que ella ya no estaba, era recordar su imagen viva y esto me torturaba más de lo que quisiera.

- PORQUÉ - Esta vez fue Max quien gritó - ¿POR QUÉ TÚ HERMANITA? NO ES JUSTO, NO - Llevo sus manos a su cabeza - NO ME DEJES SÓLO MADDIE, QUERÍA HACER TANTAS COSAS CONTIGO, NO ME HAGAS ESTO POR FAVOR

Yo sólo observaba toda la escena, pero no decía, ni hacia nada, Marcus estaba sufriendo en silencio, quería mantenerse firme para dar apoyo a su madre, pero desde lejos se podía notar que era quien más sufría.

Nada sería como siempre

Antes de que metieran el ataúd al hueco me levanté de mi silla y me acerqué a el. Lo mire por unos segundos y sin poderlo evitar las lágrimas salieron de mí.

Pero nuevamente no dije nada, bajaron al ataúd al hueco y yo sólo observaba, arroje mi rosa roja sobre este y me deje caer de rodillas.

- Perdóname Maddie - empuñe la arena con mis manos - ¡PERDÓNAME! - mire al cielo - TE PROMETI QUE NADA TE PASARÍA Y NO TE CUMPLI - empecé a gritar mientras lloraba - TU ME PROMETISTE QUE ESTARÍAMOS JUNTOS MADDIE, TAMPOCO ME CUMPLISTE, VUELVE A CUMPLIR TU PROMESA MADDIE, NO ME DEJES ASÍ, TE LO SUPLICO, NO SE QUE VOY A HACER SIN TI, NO SE PORQUE VOY A LUCHAR AHORA, SAL DE ESE ATAÚD Y DIME QUE TODO ESTO ES UNA PESADILLA POR FAVOR, REGRESA PARA PODER GASTARME EN AMARTE - baje mi rostro y empecé a gritar mientras enredaba la arena en mis manos

Sentí mi corazón doler y mi garganta empezó a arder, pero no me importó, sólo quería desahogarme, quería tener a mi Maddie de vuelta. Sentí como empezaron a echarle tierra.

- NO - me levanté - NO HAGAN ESO, NO LE ECHEN TIERRA - empuje a uno de los hombres que tenía una pala - POR FAVOR NO, MADDIE DESPIERTA TE LO PIDO, NO ME ABANDONES, TU NO, NO ME DEJES COMO TODOS, ELLOS QUIEREN ENTERRARTE MADDIE, LEVANTATE

- Hijo - me abrazaron fuertemente - tienes que dejarla ir

- NO PADRE - lo mire - USTED NO LO ENTIENDE, ELLA ES LO ÚNICO QUE TENGO, NO PUEDE IRSE

Cielo De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora