Capitulo 14

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Desperté la mañana siguiente y decidí que no debería estar molesta de que Justin les dijera que estaba soltero. Incluso si no me gustaba, estaba de acuerdo en mantener nuestro beso en secreto. Pasar tiempo con él (y La Criatura) estaba haciendo que me ganara mi oportunidad en Evanston, después de todo. Sintiéndome resuelta, salí de la cama y me estiré. Recogí mi celular de la mesa de noche y revisé la hora. 10:03 am. No es una mala hora para levantarse.

—¡_____! ¿Dónde estás?

—¡Chris! —grité. Casi había olvidado que los Bieber venían hoy. Sonreí, saltando fuera de mi cuarto y corriendo por las escaleras. Los niños estaban parados en la sala, sus maletas a sus pies. Chris fue el primero en verme cuando alcancé el final de la escalera y me abordó con un abrazo alrededor de mi cintura. Marly estaba justo detrás de él, envolviendo sus brazos alrededor de mis rodillas. Me agaché, apretándolos a ambos fuertemente. —¡Estoy tan feliz de verlos!

—¡Te extrañamos! —Chris dio un paso atrás, muy avergonzado—. Me refiero a, algo así.

—Claro. —Me reí y le di un juguetón puñetazo en el hombro.

La Sra. Bieber salió de la cocina, una bolsa de mercado vacía en sus manos.

—Casi no pudo dormir anoche, estaba muy emocionado.

Chris rodó sus ojos. —Pero no por _____. ¡Quería ver el lago! —tomó a su hermana de la mano, empujándola hacia la puerta trasera, y explicó—: Marly, probablemente no te acuerdas, ¡Pero es realmente grande! ¡Ven a ver!

—¿Ustedes tres se divirtieron anoche? —Preguntó la Sra. Bieber.

—Oh, ¡A montones! —Mentí, una sonrisa falsa en mi rostro.

—Eso es maravilloso —la Sra. Bieber me miró con un toque de preocupación—. Querida, ¿Te sientes bien? Todavía estás en pijama.

—Bueno, uh... —tartamudeé, mis mejillas de un rojo intenso. Para completar mi momento de humillación, Justin salió de la cocina, un tazón de cereal en su mano. Dos personas (bien, una, pero de todos modos) mirándome en pijama. Y esta no era gente que usaba ropa para estar en la casa. Crucé mis brazos sobre mi pecho y caminé de vuelta a la escalera, tropezando—. Yo, uh, me acabo de levantar y, uh...
—señalé sin poder hacer nada las escaleras—. Me voy a cambiar.

No creo que jamás haya corrido un tramo de escaleras tan rápido en mi vida. Me metí en mi cuarto y empecé a hurgar en mi maleta para encontrar una camiseta limpia y jeans. Sólo podía imaginar lo que la Sra. Bieber estaba pensando de mí.

Probablemente piensa que soy una vaga, especialmente si realmente ama a La

Criatura, que siempre luce perfecta. No es que importara.

Usé el baño bajo el pasillo para bañarme precipitadamente y cambiarme. Empujando mi cabello mojado en una fresca cola de caballo, caminé de vuelta a mi dormitorio. Solté mi ropa sucia en el piso y me giré para ver la ventana con vista al lago. Vi que La Criatura había puesto una toalla de playa en la colina y se estaba bronceando con sus auriculares puestos.

Justin estaba al final de las escaleras y caminando lentamente hacia el muelle. Fruncí el ceño, preguntándome donde estaban los niños. Escaneé la costa, esperando verlos escarbando la lodosa arena, pero estaba vacía.

Luego escuché un grito.

Era Chris. Estaba parado en la parte superior de las escaleras, justo afuera de la cabina, sosteniendo dos vasos de limonada y mirando el lago. Se veía horrorizado. Seguí su mirada, mi estómago volviéndose frío con la vista: Marly estaba en la canoa que había sido atada al muelle. Se estaba inclinando precariamente hacia un lado, intentando pedalear su camino de vuelta a la costa con sus manos. Cuando se inclinó hacia adelante, la canoa se sacudió, volcando su pequeña carga. Con un diminuto bramido, la niña cayó al agua.

His Eyes - Justin Bieber y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora