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Al final los dos entraron vestidos de John Travolta, uno en la versión de "Fiebre de sábado por la noche" y el otro en la versión de "Grease"

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Al final los dos entraron vestidos de John Travolta, uno en la versión de "Fiebre de sábado por la noche" y el otro en la versión de "Grease".

En un principio pensaron que el bar estaba ambientado en la época de los ochenta, pero no era así, o, mejor dicho, no era del todo cierto, porque estaba ambientado en clásicos del cine.

Por ejemplo, en la barra estaba una chica vestida como Audrey Hepburn en "Desayuno en Tiffany's", más allá, en una esquina apartada, podías ver a muchos de los personajes de "El padrino" fumándose puros de mentira y en algún sitio ellos vieron a Rosemary y su bebé hablando con una esposa de Stepford.

Pero lo que más les llamó la atención y también les quitó un pesar del pecho, fue el enorme Marty Mcfly bailando en el centro de la pista, con un montón de gente cuyos disfraces apenas reconocían.

Julian apretó un puño, dispuesto a pegarle un trompazo a Giordano, quien se estaba divirtiendo de lo lindo en la pista. Sin embargo, se detuvo y tomó aire, al menos el muchacho no había tenido que mortificarse porque él se puso de mal humor desde que salieron de casa de Sandra. Además, técnicamente el muchacho no estaba perdido, sabía exactamente donde se encontraba, lo que pasaba era que Romeo yJulian no tenía ni idea de cómo cuidar a otro ser vivo.

—¿Qué hacemos? —preguntó Romeo, quien no estaba muy seguro de interrumpir al chico, eran a penas las diez y el parecía estarse divirtiendo un montón.

—Bueno, no sé qué vas al hacer tú, pero yo creo que tomaré un trago y lo dejaré juguetear un rato. Después le diré a su madre para que ella se haga cargo, pero por ahora que se divierta —"Se lo ha ganado por no quejarse de nosotros" Terminó en su cabeza. Además, Julian estaba decidido a desentenderse de todo por un rato. Romeo asintió.

—Supongo que te acompaño.

Romeo y Julian, a pesar de todo pronóstico, estaban en "buenos términos" lo cual en la cabeza de Julian era positivo, pero en su corazón era la catástrofe más grande del mundo. Estar en "buenos términos" con una persona que significaba tanto en tu vida, también era señal de "estar superando algo" y "superar" era lo que estaba antes de "dejar atrás".

Julian no quería dejar nada atrás, mucho menos a Romeo.

Suspiró desde la barra tomándose el séptimo trago de la noche, uno más y haría cosas de las que luego culparía al alcohol y a su traje de Travolta. Sonrió un poco, incluso podría intentar enrollarse con Romeo mientras fingía que la bebida se le había subido a la cabeza, pero el fingir estar borracho tenía un inconveniente y es que él iba a estar sobrio y si le rechazaba entonces lo recordaría toda la vida.

Además, enrollarse con alguien estando ebrio era cómo mínimo cuestionable y si Romeo aceptaba, entonces se sentiría muy decepcionado.

—Maldita Juliana —murmuró antes de tomar otro sorbo. Al final resultaba que sí estaba tan jodido como ella, incluso puede que un poco más y ni siquiera se podía embriagar a gusto porque solo servían bebidas dietéticas, lo cual era sinónimo de un montón de latas que costaban media vida y con el mínimo del alcohol.

Romeo y Julian (LCDVR #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora