Kook y Tae se pusieron en acción.

Entre juego y juego, se estaban lanzando cosas, trapos o no sé que era, desde aquí no distinguía nada. Su objetivo era que por "accidente", lanzarían aquellas cosas en las cámaras de seguridad y así las cegarían.

Los siguientes fueron Namjoon y Hoseok.

Ellos se pusieron de pie y se sacudieron los pantalones. A esta hora, la cafetería ya estaba cerrando y estaban limpiando y sacando la basura. Observé por el gran ventanal de esta, cómo Namjoon y Hoseok hablaban con la cocinera superior de una forma amable. Yo sonreí al ver cómo la señora les entregaba un maso de llaves y dos grandes bolsas negras. Le habían dicho que si le podían ayudar con la basura, ya que la psicóloga les había pedido ser más solidarios y ayudar a los demás. Claro que era un completa mentira. Salieron de ahí actuando normales y se dirigieron al punto clave, rodearon el perímetro de la cafetería hasta llegar a la parte trasera, que era donde estaban los grandes contenedores. Era un estratégico punto ciego.

Entonces fue nuestro turno.

Jimin siguió riendo como si yo le hubiera contado algo gracioso, pero la verdad no había dicho nada. Cuando su risa cesó, señaló las flores que estaban por el perímetro de la cafetería, mostrando una cara sorprendida. Nos pusimos de pie y fuimos hasta allá, una vez parados enfrente de las flores, yo miré tras de él y él tras de mí. No había moros en la costa. Sin llamar la atención, nos metimos a aquella área escondida. Namjoon estaba luchando contra la puerta, pero se tomaron el tiempo de vernos. Al cabo de un rato, Taehyung apareció y después Jungkook.

Todas las paredes límites del hospital tenían esas rejas de púas al final de la barda, excepto la parte que estaba tras la puerta que Namjoon quería abrir, era una gran reja de más de tres metros, por si intentaban saltarse por ahí.

Hoseok hizo un lado a Namjoon y él mismo abrió la puerta. Dejaron las bolsas en los grandes contenedores y nos indicaron que entráramos, justo en ese momento, Yoongi y Jin llegaron.

— Todo normal. Nadie nos ha visto.— Informó Yoongi.

— No hay que cantar victoria aún.— Dijo Namjoon.— Iremos a dejar las llaves rápido. Escondánse ahí atrás.

Sin hacer el más mínimo ruido, los seis nos metimos e hincamos a un costado del contenedor. Olía horrible, todos cubrimos nuestras narices con la ropa. Según el plan, Namjoon y Hoseok volverían a dejar las llaves y asegurarse que todo estuviera bien, después, simularían entrar al área de dormitorios y sin que nadie los vea, volvieron al punto ciego. Namjoon cerró la puerta lentamente para no hacer ningún ruido y cerró el candando. A partir de aquí, todos empezamos a hablar en voz baja.

— Taehyung, vas.— Namjoon le hizo la señal.

Jimin le hizo un escalón con sus manos y con impulso, Taehyung subió al contenedor, caminó agachado hasta llegar a la pared y levantó un poco la cabeza, justo a la altura de sus ojos y le echó un vistazo a la calle, cuando estuvo seguro de que no había nadie allá afuera, se subió al borde y sin dudar, se lanzó. Aquella pared era de un poco más de dos metros. Segundos después, escuchamos un gritó lejano, eso significaba que él ya estaba del otro lado de la calle. El siguiente fue Hoseok, pero debido a que este es un miedoso, tardó en lanzarse, hasta que Yoongi lo regañó, Hoseok se lanzó y no tardó mucho para que Yoongi lo hiciera. Podía notar desde aquí abajo como Jin temblaba, chilló, pero aún así se lanzó. Namjoon se impulsó con los brazos y la ayuda de Jimin, sin pensar mucho, brincó a la pared y se lanzó de una manera extraña. Se escuchó la risa de Hoseok y Taehyung; eso hizo que los tres que estábamos aún en el basurero, sonriéramos. Seguro Namjoon se había caído. Jungkook se acercó y le hizo el escalón a Jimin, él saltó con habilidad y se brincó de la manera más apropiada. Entonces llegó mi turno. Jungkook me impulsó y yo me aseguré a la tapa del contenedor, con agilidad llegué a la pared y verifiqué que no pasara alguien por la calle, en ese momento, me sorprendí porque Jungkook estaba atrás de mí, él había subido solo; me senté en el borde y no pude evitar sonreír. Había hecho esto tantas veces, incluso se podía decir que lo extrañaba. El viento voló mis cabellos y sin importar que obstruyera la vista, con la fuerza de mis brazos, me colgué de la barda y así hacer la caída mucho más baja. Despegué mis dedos y en un abrir y cerrar de ojos, sentí el impacto de mis pies y la acera. Me sacudí las manos y miré para arriba, viendo como Jungkook se lanzaba y aterrizaba de pie.

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