Monstruo.

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Había despertado muy temprano, solo pude dormir unas cuantas horas y ahora estaba agotada como nunca antes. Antes, dormía lo que quería y no salía de casa, prácticamente no hacia nada más leer o ver televisión y si salía era al parque pero no era muy seguido. Aquí teníamos un horario para el desayuno y sino estábamos a tiempo, no comíamos. Después de tomar el desayuno, fui con una enfermara y esta me dio un horario. Consulta con la psicóloga, el terapeuta y una activación física la cual yo escogería, lo demás era tiempo libre. No sabía si sería siempre así, pero hasta el momento era agradable y cómodo.

Entré a la gran cafetería del hospital y fui directo por el almuerzo, tomé la comida y en ese momento escuché a alguien gritar mi nombre. Taehyung. Me giré para verlo y estaba acompañado de todos en una mesa del fondo. Agitaba sus manos diciendo que me acercara y así lo hice, ellos sonrieron al verme y yo al verlos. Nunca me había pasado algo como esto y aunque es poco, se siente como si fuera mucho.

No te dejes llevar...

— Hola.— Dejé la charola sobre la mesa y tomé asiento. Todos saludaron.

— ¿Cómo te ha ido?— Preguntó Jin.

— Supongo que bien.— Sonreí.— No es como pensé que sería.

— ¿Y cómo pensaste que sería?— Preguntó Yoongi con tono divertido. Eso me sorprendió.

— Bueno, con camisas de fuerza, cuartos oscuros y otros acolchonados, doctores y enfermeras malos, todo eso.

— Eso es un manicomio.— Jimin habló mientras reía.

— ¿Y no es lo mismo?

— No.— Respondieron todos.

— Los manicomios dejaron de existir, esto es un hospital psiquiátrico.

Sigo sin verle diferencia, igual estás encerrada.

En esta ocasión apoyaba a la voz.

Y en peligro.

Lo ignoré completamente y volví mi atención a los chicos.

— Pues hay muchas cosas que pensé que no habrían en lugares como éste...— Confesé.— Hay jardines muy lindos, la comida esta buena, incluso hay televisión.

— Sí pero ni la mires.— Bufó Taehyung.— Solo pasan canales aburridos.

— Entiende que en otros canales pasan cosas inapropiadas y pueden afectar a los pacientes.— Namjoon lo miró.

— Lo sé, lo sé.

Miré a todos con ligero detenimiento. Seguían pareciendo personas normales, sin ningún desorden mental. Todos eran tan tranquilos y felices, o eso aparentaban y lo estaban haciendo bien si así era.

— Te ves curiosa, anda, pregunta.— Dijo Namjoon.

Me atraganté con la comida que masticaba al escucharlo, que vergüenza. Sí, quería saber que padecían y por qué estaban aquí, pero era prudente y tenía claro que no podía preguntarles así de simple.

— Eh no, yo no...

— ¿Quieres saber por qué estamos aquí, no?

— No... Bueno sí, pero yo no tengo que, hmm, esto es... Simplemente no.— Balbuceé.

— No te preocupes.— Sonrió.— La Doctora Go nos enseñó no temer a decir lo que tenemos, es parte de nosotros.

— Sí...— Asentí cabizbaja. Seguía pareciéndome mal e irrespetuoso.

— Yo tengo el trastorno equizoide de la personalidad.— Dijo simple.— Lo que significa que no me importa nada ni nadie.

Nunca había escuchado de él. Pero al parecer Namjoon tenía avances, sin no le importara nadie no estuviera con los chicos.

Madhouse ➳ BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora