20

7.6K 453 14
                                    

Estoy nerviosa, ansiosa. Realmente nerviosa, el corazón se me sale del pecho.
Acabo de contarle todo a Mia, lo más resumido posible, y está sin habla, pestañeado con la boca abierta. Estoy roja de la vergüenza que estoy pasando. Seguro que piensa lo peor de mi...
- Pero, ¡¿cómo no me lo has dicho antes?! Dios Ana. Juro que sospechaba algo, de verdad, pero creía que era totalmente imposible. ¡Creía que Christian era gay por Dios! Oh Ana, sabes que eres mi hermana, mi hermana de mi corazón. No entiendo porque no me lo habias contado, si tenemos mucha confianza - dice mi queridisima hermana gesticulando con los brazos exageradamente, iendo de un lado para otro de su habitación.
- Mia cariño no lo sabe prácticamente nadie. Se que es una locura, una gran locura, pero lo amo. Con locura. Se que estoy enamorada de él, y él lo está de mi. No podemos contarlo a nadie Mia, nadie lo puede saber. Prometeme que no lo dirás por favor - digo rogando, con voz de súplica.
- Oh Ana cielo, es una locura si, pero estoy orgullosa de ti, de los dos. Has sido capaz de cambiar tu actitud por él, y él está más feliz, y se nota lo felices que sois. Pero eso si, mamá y papá lo tienen que saber - dice mirándome atentamente, antes de envolverme en un cariñoso abrazo. Mia es como mi hermana, mi hermana de sangre, y la adoro. A pesar de llevarnos un año y ser diferentes, nos complementamos a la perfección, y eso lo adoro.
- Te quier mucho hermana, mucho - digo aún abrazándola con fuerza.
De repente, se abre la puerta de golpe, y Mia y yo nos separamos a la fuerza, y miramos quien es el que nos ha interrumpido. Christian está apoyado en la puerta de madera. Tiene aún puesta la americana, con su camisa de lino desabotonada por los dos primeros botones. Está tan sexi así... bueno, siempre lo está. Y es mío. Todo mío. Le miro y sonrío, y él me devuelve la sonrisa, feliz.
- No quería interrumpir, pero Ana, tu madre quiere hacer galletas y le gustaría que estuvieras allí con ella - me dice acercándose y tomandome la mano acariciando suavemente los nudillos. ¿Ana? Jamás me ha llamado así desde que salimos... ¿Por qué ahora? ¿Por qué Mia esta delante? O será... no, por algo de su pasado no creo... no creo que sea tan terrible.
Le sonrío, y, mirando a Mia nos levantamos.
- Christian, ¿mamá ha vuelto ya? Que rápido - exclama mi hermana. Sonrío y contesto por él.
- No Mia, se refiere a mi madre biológica, Carla. Ha venido con nosotros - digo feliz. Entonces ella me mira, y se esfuma todo rasgo de felicidad.
- Ya... Ya lo sabes... ¿Nos dejarás Ana? No me dejes Ana por favor. Te lo suplico - dice con ojos cristalinos, abrazandome fuerte. Miro de reojo a Christian, que tiene la mirada perdida, como si estuviera recordando algo desagradable, entonces me mira, y tiene el semblante angustiado, con el miedo reflejado en su bello rostro. Oh no...
- Ahora mismo claro que no Mia. Está claro que algún día tendré que irme de aquí, y vivir con ella, pero jamás dejarás de ser mi hermana, porque así lo siento, y así seguirá siendo. Aunque viva con ella, vendré aquí cada día, y nos veremos como antes - susurro con la voz cargada de emoción. Oh Mia, jamás dejaría de verte. Ni a tu hermano que se comporta diferente conmigo desde que tu sabes lo nuestro.. -. Vamos abajo, tengo ganas de cocinar, y de paso, quiero que me evalueis - digo sonriendo feliz. Cojo la mano de Mia y la llevo hasta la cocina. La llevo casi corriendo, totalmente emocionada. Jamás había cocinado en compañía de nadie que no fuera Leila, o Mia. Christian nos sigue detrás, y justo cuando vamos a entrar a la enorme cocina, él me coge de la cintura y me besa con total adoración. Eso me sorprende, jamás ha sido de dar demostraciones de afecto a su familia, sólo a mi, y ha sido en la intimidad. Me está confundiendo. Me llama "Ana" simplemente y ahora me besa delante de Mia. Nuestras lenguas bailan juntas, de una forma dulcemente erotica, y me encanta. Cojo las solapas de su americana com fuerza y le atraigo hacia mi, y él me coge con más fuerza la cintura, pegando su ya creciente erección en mi vientre. Tiro de él hacia mi, provocando que mi columna se encorve hacia atrás. Típico beso de película, mi propia película. No nos separamos hasta que Mia carraspea para llamar nuestra atención. Me separo de él con las mejillas encendidas y con una sonrisa bobalicona. Pretendo separarme un poco de él, pero mantiene el agarre en mi cintura, y se coloca detrás de mi, pegandome a él lo máximo que puede. Apoyo la cabeza en su pecho, y entrelazo nuestros dedos. Mia nos observa con una enorme sonrisa en su rostro.
- Me encanta verte así de feliz Ana hermana, adoro verte tan enamorada. Más te vale hacerla feliz Christian - le dice Mia seriamente, mientras yo observo esta escena con total humor. Me giro y observo a Christian que tiene los ojos abiertos como platos, y una seriedad nunca vista en él.
- Mia jamás haría daño a la persona de la cual estoy enamorado. La quiero - le dice mirándome fijamente. Sus increíbles ojos grises como el acero brillan como estrellas. Brillan de... ¿amor? ¿Adoración? No lo sé. Mia está roja de la furia, con la espiración agitada.
- Sólo la querrás a ella. Los demás no importamos, ¿no? - exclama irritada. Mi madre sale de la cocina agitada por todo el ruido formado, pero al verme que no me pasa nada, suelta un suspiro tranquilizador, y yo le sonrío.
- ¿Chicos que está pasando? Grace y Carrick no tardarán en venir - dice mi madre en tono tranquilizador. - Annie cariño, ¿vienes a ayudarme?
Miro la escena una vez más antes de responder.
- Voy mamá, tengo que hablar con Mia.
Las dos nos vamos al jardín y nos sentamos en unas hamacas.
- Mia cariño, ¿que ocurre? - susurro con el ceño fruncido.
- Es que... Es complicado. Sólo tengo recuerdos de que Christian siempre estaba contigo, siempre. Si estaba a mi lado era porque tu estabas allí. Elliot y yo es como si viviéramos en tu sombra, en lo que a Christian se refiere. No te recrimino nada eso esta claro, te adoro hermana, de verdad te lo digo. Esto no tiene nads que ver contigo para nada - me dice cogiendome de las manos, y dándome un cariñoso beso en la mejilla. Le sonrío de vuelta y entramos sonrientes.
Mia al ver a mi novio pone cara de asco y se sube a su habitación, y él se encoge de hombros, despreocupado y me coge por la cintura y me da un tierno beso.
- Ana cariño, ¿todo bien? - pregunta alzandome la barbilla con sus dedos largos y suaves. Asiento con la cabeza y sonrío.
- Todo bien mi vida. Vamos con mi madre cariño.
Me da un último beso antes de entrar en la cocina con Christian rodeandome la cintura con sus brazos.

GRACIAS Y MIL GRACIAS POR VUESTRO APOYO!!! ADORO VUESTROS COMENTARIOS Y TODOS Y CADA UNO DE ELLOS ME DAN MUCHOS ANIMOS Y FUERZAS!! SOIS INCREÍBLES Y OS QUIERO MUCHO!!!😘😘😘

Mi amanecer [ The grey's Awards ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora