7 parte 2

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Grace
La pequeña fiesta que hemos preparado en honor a Mía fue de maravilla, todo risas, miradas de Christian hacia Ana, llenas de amor y adoración; Elena hablando cariñoso a Ana... pero lo mejor fue cuando Mía abrió sus regalos y vio la foto de todos nosotros enmarcada, y volví a ver ese brillo en esos ojos marrones, tan vivos.
Elena esta encantada con Ana, y durante la comida no la quiso soltar, ha sido muy cariñosa con ella, algo inusual ya que ella es fría y un poco distante, pero Anastasia es tan dulce y cariñosa que derriba todas las barreras que una persona crea contra ella misma. Hasta el ser mas duro, mas frío y distante sucumbiría a la dulzura, belleza y encanto de mi hija menor. Elliot se ha ido con sus amigos a ver una película, me parece... Christian se fue a su cuarto para acabar los deberes del colegio para mañana, y Mía estaba jugando con una pelota que le hemos regalado, una de tamaño mediano y de dibujos animados, de esos que ella se pasa horas y horas viéndolos, y Ana, ahora que ya duerme como al principio, puede que esté con Marta. Tengo que contratar más personal en la casa, ahora somos uno más, y aunque no de problemas ni nada por el estilo, necesita estar vigilada, igual que Mía... Ella es mil veces más movida que antes, y eso ya es mucho... No para quieta y la veo muy alejada de nosotros... no se que hemos podido hacer mal con ella. Le damos de todo y nunca la dejamos sola... no lo entiendo la verdad, si estaba todo mas o menos perfecto... Pero no todo es siempre como queremos, la vida no es de color de rosa. Eso es algo que he aprendido a lo largo de la vida, con cada cosa que me han llegado a contar, con la historia de Christian, y ahora la de Ana... ellos son dignos de admirar. Lo que ha pasado Christian siendo tan pequeño... Y ahora esta feliz, o eso creo... sonríe desde que está Ana y le veo un brillo en sus ojos grises que jamás había visto en cualquier otra persona cuando la mira o cuando está a su lado. Es algo mágico e indescriptible.
Me encuentro en la cocina, con mi marido ayudándome con la cena. Es curioso verle aquí, con un delantal de cocina, ayudandome a cortar las verduras y más alimentos necesarios. Es gracioso, muy gracioso y tierno a la vez. Sólo le he visto haciendo la comida una vez que no estaba yo, y unas otras dos veces friendo el pollo o cociendo espaguetis. Pero ni una sola vez más, y es una ocasión memorable, digna de recordar. Me río silenciosamente, para que no se de cuenta Carrick, pero mi risa para al ver abrirse la puerta de la cocina, con Elliot, aun con su chaqueta y bufanda puesta, con Ana en brazos con los ojos cristalizados, y con cara de dolor. Voy en seguida donde Elliot y cojo a Ana, y acaricio lenta y ritmicamente su pequeña y huesuda espalda, mientras ella apoya su cabecita en mi hombro. La acuno en mis brazos para tratar tranquilizar la y tratar de que no llore, ya que Christian vendrá hacia aquí preocupado y no acabará sus deberes, y por mas que adore verles juntos, el colegio es lo primero. Siempre.
- Elliot, ¿qué ha pasado? - pregunto a mi hijo, cuando noto que mi pequeña está dormida.
- Mía... Le ha tirado la pelota en la cara cuando Ana se quedó sola con Mia, porque Ana queria la manta de Christian y la fue a buscar... y cuando Ana estaba por llorar fue cuando he llegado - dice a modo de disculpa. Mi pequeña Ana... ahora si que hablaré serio con Mía, esto no puede continuar así. Ya es hora de que se acostumbre de que tiene una nueva hermana y empieze a comportarse como una hermana mayor para Ana... Debería cuidarla, amarla. No como Christian ya que lo suyo es especial y único, pero al menos no pegarla ni tratarla mal.
- Gracias Elliot cielo. Hablaré con Mía mañana mismo. Que le haya hecho esto a Ana... - mi voz es un susurro agónico, y no soy capaz de terminar la frase, no puedo. Y en ese momento se abre la puerta de nuevo, dejando ver a un Christian furioso, dolido... angustiado, muy angustiado. Y preocupado. Sus ojos grises están oscuros y brillan por la ira, por la frustración. Jamás le he visto así...
- ¡QUÉ HA PASADO! - grita Christian enfurecido, dando un golpe a la puerta. Respira entrecortadamente. Esta realmente furioso. Continua, con tono amenazante - Oh si ya lo se. Mi gran hermana Mía ha golpeado por segunda vez a mi princesa. Esa niña es una violenta, y esto no va a quedar así. No me quedaré de brazos cruzados - dice mirandonos a todos, y a una Mía asustada, al lado suyo. Ella sale corriendo de la estancia, enfadada, pero él ni se inmuta, y sigue mirandonos a nosotros con ira, para luego posar sus ojos en Ana, y la ira queda eliminada para dejar paso al amor, a la adoración. La coge con cuidado y le acaricia su suabe mejilla teñida de rojo. La adora tanto... Y ella, por raro que parezca, le adora. Sabe lo mucho que el la quiere, y lo mucho que la cuida, y esos recuerdos tan maravillosos, opacan los recuerdos horribles de Carla y Mía...

MIL GRACIAS POR TODO EL APOYO DE VERDAAAD. ESPERO QUE ESTA HISTORIA SEA DE VUESTRO AGRADO, Y QUE DISFRUTEIS LEYÉNDOLA!!! MUCHOS BESOS!!

Mi amanecer [ The grey's Awards ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora