15. "Recuerdos"

669 59 1
                                    

---POV Natasha Romanoff---  


La silla a la que estaba atada era de metal. No podia romperla para escapar así que hice lo que nunca se debe hacer. Me rendí. Dejé de intentar desatarme. El agotamiento que sentía en mi cuerpo me adormilaba.

—Natalia Alianovna Romanova.

Una mujer de cabello negro caminaba hacía mi. Al principio no supe quien era pero al colocarse delante mio la reconocí. Lo debió de ver en mis ojos porque asintió.

—Veo que me recuerdas de Islandia—Comenzó a andar en circulos a mi alrededor—.Mi nombre es Maria Hill.

Tragué saliva intentando parecer tranquila.

—Natasha, sabes que no queremos matarte.

—Seguro—murmuré con poca convicción.

Hill se detuvo detras mio y acerco su boca a mi oreja.

—Te lo voy a demostrar.

Decidí acerme la dura pese a las ganas tremendas que tenía de llorar.

—¿Dónde están los demás?—pregunté.

—No cambies de tema.

Hill seguía colocada a mis espaldas por lo que no podía ver su rostro. Intenté girarme un poco pero sentí un latigazo de dolor en la zona donde me habían golpeado para dejarme inconsciente.

De repente mis manos dejaron de estar atadas a la silla. La sala en la que estaba pareció agrandarse gracias al alivio que sentí en ese momento.

—Sígueme.

Maria Hill recorrió el pasillo por el que había llegado. Me quedé a solas. Podía haber intentado escapar pero había algo en la forma de hablar de Hill que me hizo andar hacía su dirección.

El pasillo me pareció eterno. Por fin llegué al final. Otro pasillo se entrecruzaba e iba en otra dirección. Después de caminar durante varios minutos acabé justo delante de una puerta marrón. Aspiré y suspiré. Coloqué mis manos en el pomo y entré.

Era una sala enorme. En el centro ví una maquina. Tenía un aspecto clínico. Eso no me dió buena espina. 

Varias personas pululaban a su alrededor, toqueteando botones

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Varias personas pululaban a su alrededor, toqueteando botones.

—¿Qué es eso?

Mi débil voz llegó a los oidos de Hill, que se giró y oprimió una sonrisa.

—Esto—dijó señalando la maquina—te ayudará a recuperar tu memoria.

Esas palabras causarón dentro de mí un terremoto. Mis recuerdos. Llevaba años deseando recuperarlos y ahora que era posible me temblaban las piernas de miedo.

—¿Cómo?—pregunté mientras me acercaba lentamente.

—No soy muy conocedora de los aspectos técnicos por lo que me saltaré los detalles. Solo debes tumbarte. Yo te enseñaré una foto tuya de antes del accidente y tu deberás concentrarte en ella.

—¿Así sin más?

—Bueno, hay una alta posibilidad de que mueras pero ya estas acostumbrada al peligro ¿verdad?

Gruñí con fuerza. Odiaba la manera en la que me hablaba, como sí fuera una niña pequeña enfurruñada.

Los médicos (supungo que eran médicos porque llevaban batas blancas) dieron el visto bueno al aparato y me señalaron. 

—Ya está lista—me dijo Hill con una sonrisa.

Las ganas que tenía de saber quien había sido en el pasado aumentaron y me impulsaron hacia la maquina. Justo cuando me iba a tumbar en ella Hill me agarró del brazo.

—Cuando recuperes tu memoria verás que SHIELD no es tu enemigo.

Asentí y me dispuse a colocarme cuando una pregunta asaltó mi mente.

—¿Por qué me ayudais? ¿Por qué ahora, después de haber intentado matarme?

—Porque necesitamos tu ayuda, agente Romanoff.

ANÓNIMOS (Natasha Romanoff/Romanogers) Where stories live. Discover now