11. "Paris"

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--POV Natasha Romanoff--


Steve casi se murió en la bodega del avión donde íbamos escondidos para salir de Islandia. Gracias a que Nate cosió la herida de bala con un kit que tenía guardado. Me alegré de haberle enseñado a usar las agujas hace un tiempo, cuando se cortó en el brazo con un cristal. Me negué a coserle así que él tuvo que aprender.

-¿Agua?-Ofrecí a Steve un poco.

Él sorbía tragos pequeños. Gotas de agua le caían por la barbilla.

-Aquí...-dijo Steve antes de volver a quedarse inconsciente.

Su dedo índice señalaba un bolsillo de su chaqueta. Metí la mano y saqué una foto. Había una casa rodeada de jardín. Por detrás había escrita una dirección. En Francia.

No sabia porque confiaba así en él pero decidí ir a buscar esa casa. Total, estaba más cerca que mi siguiente escondite en Sudáfrica. Steve en ese estado no llegaría vivo. Necesitaba descansar.

Me guardé la foto en el pantalón. Nate me miró desde la otra punta de la oscura y claustrofóbica habitación llena de maletas.

-¿Qué tal estás?-pregunté al acercarme.

Él hizo un mohín.

-Bien, supongo.

-Sé que esto de estar acompañados por alguien es algo nuevo para nosotros.

-Recuerdo a Grant, Steve, o como se llame. Cuando era pequeño me dijiste que era malo y ahora quieres que nos siga-Hablaba con un suave acento escandinavo. Cada vez que nos íbamos de un país se le quedaba un acento durante unas semanas hasta que se le pegaba el del país nuevo-Bueno, ¿Y ahora qué?

-Siempre has querido ir a París, ¿Verdad?

Me detuve enfrente de la casa. Estaba igual que en la foto. Nate se encontraba con Steve en un escondite a unos kilómetros de aquí. Era más seguro venir yo sola.

Me acerqué a la entrada. No sabía lo que me iba a encontrar.

Llamé a la puerta. Nada. Volví a llamar. Nada. Aporreé la puerta más fuerte. Nada.

Me dí por vencida. Las personas que quería ver Steve no estaban.

Me coloqué de espaldas a la puerta. Seguiría esperando un poco más.

-Bonjour?

Miré hacia atrás. Un hombre de unos treinta años estaba asomando por la puerta. Noté que me reconoció por la cara que puso. Una mezcla de pánico, alivio, admiración y culpa.

-A...Agente Rom...Romanoff.




-Osea, Steve vino aquí a pedirte ayuda para encontrarme.

-Si. Yo entré en el ordenador de Fury y encontré el archivo donde decía tu localización. Islandia.

Luc parecía un buen hombre. Me dijó que una vez le ayude en una misión pero la verdad es que no le reconocía.

El café que había preparado estaba delicioso pero era hora de ir a por los otros dos. Este podría ser un buen sitio para esconderse hasta que Steve se recuperará.

-Oye y si estabas en Islandia, ¿Como es que has llegado tan rápido?-Pregunté porque me picaba la curiosidad.

-Robamos un quinjet-contestó tan rápidamente que casi no le entendí.

Abrí la boca y me reí. Estaba tan trastornado por haber robado algo de SHIELD. Era adorable.

Un portazo resonó. Después unos pasos se acercaron al salón donde estábamos. Una chica de la edad de Nate apareció. En cuanto me vió entrecerró los ojos.

-Papá. Si se va a espiar a alguien no se le trae a tu propia casa y te presentas-Puso los ojos en blanco y agitó la mano, restando importancia-. Nunca has sido bueno con los planes. ¿Como te pudieron aceptar en SHIELD?

Alguien tocó el timbre de la calle. Los tres nos giramos a la vez, nos levantamos y fuimos a la entrada.

Luc apoyó la mano en el pomo y lo giró.

Nate estaba parado en el porche. Tenía a Steve echado en los hombros.

-Alguien nos estaba espiando.  

ANÓNIMOS (Natasha Romanoff/Romanogers) Where stories live. Discover now