Capitulo 7

5.7K 285 10
                                    

[Harry]

Casi estaba de regreso de casa de Riley y había dado vuelta en la esquina de mi calle cuando vi a Ashley y a su mamá saliendo de su auto. Tanto como me gustaba su mamá, no quería encontrarme con Ash después de que lo había hecho hoy. Esa chica me daba migraña. Si conducía, simplemente podía estacionar mi auto en mi camino de entrada y escabullirme dentro pero la casa de

Riley estaba a dos casas de distancia y parecía sin sentido conducir hacia allí cuando era tan fácil caminar.

Disminuí la velocidad, jugando con el pico de guitarra de mi bolsillo. Había sido el primer pico que había tenido. Mi papá lo compró para mí y siempre lo había conservado para la buena suerte. Parecía un poco tonto pero me hacía sentir como si una parte de él todavía estuviera conmigo. Deteniéndome afuera de la casa de los West, la cual está a dos casas de distancia de la mía, traté de mirar si Ash y su mamá ya habían entrado o no lo habían hecho. No había señales de ellas.

Me agaché detrás del arbusto de hortensias cuando vi a la mamá de Ash saliendo de nuevo. Ash se alejó del auto y desapareció de la vista. Como tampoco podía ver a su mamá, asumí que están sentadas en su porche.

¡Demonios! ¡Casi dejé que me vieran! Tenía que ser más cuidadoso. Probablemente, ahora era el mejor momento para entrar. Mi cerca y su coche me bloqueaban de su vista. Me detuve en mi césped. Voces alzadas llegaban de la puerta del lado y me di cuenta que Ash y su mamá estaban peleando. Con curiosidad, me acerqué a la cerca que dividía mi casa de la de Ash y la vi a ella y su mama de pie. Rápidamente me agaché antes de que pudieran verme. Sus voces ahora eran más fuertes y finalmente podía escuchar qué decían.

―… ¡Enfrenta lo que las personas dicen de ti! ¡Me estás regañando cuando ni siquiera puedes hacerle frente a tus propios problemas!

Whoa. Estaba siendo muy grosera con su mamá. Nunca me atrevería a hablarle de esa manera a la mía.

―¡Es suficiente! ―gritó la Sra. Summer―. ¡No tienes idea de qué hablas! No fallé en la vida. Lo mejor de mi vida eres tú, Ashley. El día que naciste, fue el día que gané.

Wow. Eso era algo poderoso. Me pregunto qué había dicho Ash para obtener esa reacción. Un segundo después, la puerta delantera se cerró. No estaba seguro de quién había entrado hasta que escuché un fuerte sollozo que me destrozó por dentro.

Era Ashley.

No la había escuchado llorar así desde que mi padre murió. Escuchar esos sollozos destrozadores de corazones me recordó a la niñita de la que había sido mejor amigo. Cuando su abuelo murió y ella lloró de esa forma, envolví mi brazo a su alrededor y dejó que todas las lágrimas salieran. No la había soltado hasta que la última lágrima se secó.

Una vez que estuve seguro de que la mamá de Ash no iba a regresar, me puse de pie con la intención de entrar. Quiero decir, ¿qué podría ser más vergonzoso que ser atrapado escuchando la pelea de alguien más? Pero por alguna razón, no pude moverme hacia la puerta. Me quedé quieto, escuchando los sollozos de Ash y tomé una decisión. Respirando profundamente, salté la cerca y aterricé al lado de los Routh.

Mierda.

¿Qué estaba haciendo? No sabía qué decirle. Ni siquiera sabía por qué estaba haciendo esto después de la forma en cómo Ash había tratado a Elly. Estaba jodido. Estaba determinado a odiar a Ashley y olvidarme de ella pero seguía regresando a su vida.

Cuando me paré en unas hojas secas, el sonido alertó a Ash de mi presencia y la vi limpiarse las lágrimas. Cuando me vio, su rostro languideció y miró el suelo.

―Oh, eres tú. ―Su voz estaba ronca por llorar y no pude evitar sentirme triste por ella―. ¿Qué quieres?

―Te escuché a ti y a tu mamá pelear. Sólo quería asegurarme de que todo estuviera bien. ―Moví mi pie en el concreto de su camino de entrada, sintiéndome completamente fuera de lugar.

Pretend With MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora