Capítulo 23

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•Lisa•

"Necesito saber cuál es esa profecía"

Sus pasos resonaban en los pasillos de la Academia, mientras pensaba en todo lo que le había dicho Alexander.
Ella se encaminaba hacia la sala del director ya que le urgía hablar con él, además tenía curiosidad por saber más sobre Basilisco y el tiempo que había estado en la Academia, tal vez así entendería por qué había decidido matar a tantas personas.

Algo que no podía sacar de su cabeza era la forma en la que Alexander había reaccionado ante todo, y recordó sus palabras cuando ella había despertado.

***

Lisa se le quedó viendo a "Mr. Engreído", sin entender que hacía ahí.
Alexander estaba empezando a despertarse y Lisa lo observó con impaciencia esperando respuestas...

—¡Lisa!—Alexander saltó sorprendido y se abalanzó sobre ella para abrazarla, Lisa intentó apartarlo, pero su agarre era tan fuerte que no logró conseguirlo.

—Creí que te había perdido...—dijo  soltándola al fin—Es decir, creí que te habíamos perdido.

"Un momento... ¿Qué está sucediendo aquí? No puede ser cierto... Yo a él no le importo. ¿Por qué actúa tan raro?"

—Pues... Estoy viva así que cuéntame todo lo que sucedió.—Respondió con firmeza ignorando el hecho de que él la había abrazado.

***

Mientras caminaba notó que algunos estudiantes la observaban..

~¡DÅNGHÊ! (mala palabra en akjishodra) OLVIDÉ QUE MI ASPECTO NO ES EL MISMO.

Apresuró el paso y se cubrió con su capucha lo mejor que pudo, después de caminar y doblar por varias esquinas, divisó la puerta. Con un suspiro, la empujó y entró.

—Señorita Silvers, la estaba esperando.—Lisa miró al director que estaba sentado en su silla, parecía que estaba leyendo antes de que ella llegara, ya que tenía puestos unos anteojos que nunca le había visto antes.

—Director... supongo que usted ya sabe lo que pasó, ¿no?

—Estaría mintiendo si le dijera que no, pero debo decir que me cuesta entender cómo logró usted mantenerse en el estado de piedra.—dijo Griswold dándole una mirada, que decía que mejor le explicara todo. Que de por si, él ya sabía que ella era una descendiente de primera generación.

—Como usted ya sabe, soy una escama de dragón de primera generación, y conocía los riesgos de exponer mis poderes... La única opción que tenía era no pelear, pero no se me ocurría ninguna excusa para mis amigos, así que cuando Basilisco me convirtió en piedra decidí mantener el hechizo.—Dijo con rapidez, por lo nerviosa que estaba. 

El director asintió como si ya se lo hubiera imaginado, y Lisa se preguntó cómo era que siempre los directores lo sabían todo... Cuando ella era una niña se había leído todos los libros de "Harry Potter", y ahí también había un director sabio y poderoso.
"La única diferencia es que el mío no tiene una barba larga... Y pensar que siempre quise mi carta a Hogwarts"

—Señor, tengo una pregunta. ¿Quién era Basilisco? Supuestamente estudió aquí en la Academia.

El director la miró con tristeza, como si le doliera hablar sobre Basilisco.—¿Lo han matado verdad?—Lisa se limitó a asentir conforme escuchaba al director.—Basilisco era... Un gran estudiante, de hecho, era el mejor, pero fue consumido por el poder. De alguna forma había logrado convencerme de que le contara sobre "la profecía"—Se detuvo un momento, y ella pudo ver dolor en sus ojos, como si se culpara por lo que le sucedió a Basilsico.—Esta profecía se trata sobre un escama de dragón. Uno más poderoso que los demás. Basilisco creyó que era él y que por eso debíamos atacar a Dauntan en ese instante.

—Pero no era él... Y usted lo sabía...—Murmuró Lisa entendiendo al fin.

—Sí... Por lo que le dije que no podíamos atacar a Dauntan, no hasta que llegara "el elegido o Elegida.—dijo con la mirada puesta en ella.—Basilisco se enojó y juró probarme que él era el descendiente más poderoso. Y que cometí un error al no escucharlo. Por eso terminó destruyendo pueblos enteros.

Hubo un momento de silencio antes de que Lisa preguntara.—Pero si Basilisco no era el indicado... ¿Quién es?

—Creo que lo averiguarás pronto por tu misma, aunque para eso será mejor que conozcas la profecía. Espero no volver a cometer el mismo error—Lo último lo susurró, por lo que casi no logra escucharlo.

El director extendió su mano y sobre ella apareció un rollo de papel, este se veía antiguo y Lisa se preguntó como había logrado el director, aparecer ese papel de la nada.
"Ahora que lo pienso no se dé cuál dragón desciende el director... ¿Será un primera generación? "

El profesor se lo dio a ella, diciéndole que lo leyera, con sumo cuidado Lisa lo agarró y lo extendió.

"Con un poder más allá del de los dragones...

Uno se levantará...

Con esperanza y valentía, al mal se enfrentará...

Pero con un destello de oro y plata, el candado que guarda el corazón...

Caerá...

Para que los dragones destruidos, Vuelvan a luchar ..."

***

•Kate•

Kate volvió a golpear al monstruo con su lanza, perforándole el corazón y finalmente matándolo. Estaban en clases de armas, en el área de la lanza, el profesor había creado varios monstruos de metal para que practicaran.
"Sería "cool" crear monstruos de electricidad... Pero eso solo pueden hacerlo usuarios de magia creativa, como Angela o incluso como Master Blake quien es descendiente del dragón de Metal..."

Kate empezó a sentir un dolor intenso en su cabeza, que estaba empezando a esparcirse por todo su cuerpo...

"Oh no... No otro 'flashback'"

Le pidió permiso al profesor de ir al baño y salió corriendo hacia su habitación... Sabía que lo que seguía era la peor parte...

***

"En el lugar hacía tanto frío que le costaba respirar, Kate intentó moverse, pero se dio cuenta de que algo metálico la sujetaba inmovilizándola.
Miró sus muñecas donde tenía cadenas... Forcejeó contra ellas hasta que dejaron marcas raspando su piel y pequeñas gotas de sangre empezaron a caer de sus manos. 
Alguien entró a la celda y la agarró del cuello, lagrimas brotaron de sus ojos, mientras el hombre de metal la tiraba al suelo y le quitaba las cadenas para luego arrastrarla fuera de allí.

El látigo volvió a chocar contra su espalda, mientras el hombre de metal le gritaba que siguiera trabajando, sus manos sangraban, su cara estaba cortada y la marca de las cadenas le ardía en la piel.

—¡Trabaja más duro, esclava!

Kate gritó de dolor cuando el látigo la lastimó por una veinteava vez, reabriendo las heridas del día anterior.  Volvió a ver al hombre de metal con furia, pero éste no hizo mas que pegarle un puñetazo en la mandíbula, dejándola adolorida y desangrandose en el suelo...

"El futuro no existe... Jamás escapare de aquí..."

***

Kate despertó gritando en su cama, con su respiración entrecortada....

Se levantó y se dirigió al espejo, su reflejo la miraba de vuelta. Allí ella podía ver a una chica fuerte, que podía enfrentarse a cualquier desafío y que nunca rechazaría una pelea. Se quitó la blusa y se dio la vuelta mirando su espalda.

Todo había parecido un sueño, pero era real...

Las cicatrices eran reales....

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La Academia de DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora