La Academia de Dragones

Capítulo 8

¡CASTIGADOS!, Alexander no podía creer que los habían castigado por ir solo al bosque, ya habían pasado dos días desde que sucedió y hasta hoy los dejaban salir de la enfermería. Angela era la única que aun seguía adentro y no los dejaban ir a visitarla.

Siguió caminando por los vacíos pasillos hacia el salón del director. Probablemente todo el mundo estaba en el gran comedor, claro excepto su amigos a quienes también habían llamado a la reunión. Alexander hizo un esfuerzo por ir más lento, siempre que el director llamaba a alguien no era para algo bueno.
Llegó a la puerta, la abrió con cuidado y se dio cuenta de que todos ya estaban ahí.
"Mierda no me esperaron"
Los ojos de Master Blake le lanzaron dagas conforme buscaba un asiento al lado de Adam.

—¡Eso fue sumamente irresponsable! ¿¡Como pudieron hacer algo así!?—Les dijo el Director Griswold muy enojado.

—Lo sentimos, solo teníamos curiosidad por saber que había en el bosque...—Dijo su amigo mientras Lisa le daba una mirada a Alexander, como si fuera su culpa.

—¡No tienen excusa, ustedes sabían que no debían ir y aun así lo hicieron! ¡Por su inmadurez, Angela fue lastimada y junto con los otros profesores tuve que arriesgarme a ir por ustedes!—Está vez fue Master Blake quién habló—Como castigo deberán limpiar los establos de los kleindragels por todo un mes, y tendrán que esperarse una semana más que los otros para poder practicar magia.

—¡No pueden hacernos esto!—Gritó con sus ojos azules cargado de furia.

"¡He estado esperando demasiado para que nos dejen usar magia, es demasiado injusto!"

—Ya lo hicimos.—Le respondió Master Blake con una sonrisa de superioridad.

Ahora Alexander tenía que preocuparse por dos problemas:, el examen y el castigo. Maldiciendo para si siguió a todos a la clase de Akjishodra para realizar la prueba, atravesaron la puerta marcada con los símbolos raros y entraron al salón. La maestra Silica los estaba esperando...

••••••

•Lisa•

Lisa acababa de responder la última pregunta en el examen, cuando miró hacia el escritorio de al lado.
El muy astuto de Alexander estaba intentando copiarle a Adam, como si con eso lograra una mejor nota.
Sonrió para sus adentros manteniendo una postura seria por fuera, recordando como en su antiguo instituto todos tenían su propias técnicas para copiar, las cuales iban desde escribirse las cosas en la piel hasta llevarlas escritas en las botellas. Su mirada volvió a dirigirse hacia el chico del cabello oscuro que se levantaba y situaba su examen sobre el resto, sus miradas se cruzaron por un segundo y Lisa volteó la suya ignorando esos ojos verde-azul marino.

Eso le recordó cuando estaban en el bosque, no estaba segura de porque lo había salvado, debió haber dejado que al menos lo lastimaran para que aprendiera la lección, pero fue algo de puro instinto, no podía dejarlo morir.
Puede que odiara a Alexander, pero Lisa no era el tipo de persona que huye cuando otra necesita ayuda. No después de lo que le pasó a su hermana...

Volviendo al examen, Lisa se levantó y lo entregó, notó que la mayoría de sus compañeros tenían caras preocupadas, solo algunos parecían relajados, entre ellos mister engreído, por lo que Lisa supuso que no les importaba la nota que sacaran sabiendo que ya iban a reprobar.

Aún no entendía como es que a ella le había ido tan bien. Ni siquiera había estudiado, nunca había escuchado o hablado ese idioma, pero igual lo entendía tan bien como si fuera el propio. Tal vez descendía del dragón de la escritura...

Ya había sonado la campana cuando el chico al que no quería ver se le acercó.
—Oye inexperta, ¡apuesto a que reprobaste!

—Al menos no soy tan estúpida como para copiarle a alguien.—Le respondió no estando de ánimo para discutir con él.