Capítulo 5

115K 8.5K 2.3K
                                    

Definitivamente iba a morir. Esa espada era el asco más asco de los ascos de la historia. Era simplemente terrible, espantosa, inservible...
En resumen una mierda.
Recordó que apenas sostuvo "La Pesadilla" en su mano, esta se le torció haciendo que casi se cayera, pero mantuvo una expresión seria ocultando sus sentimientos y el dolor, aunque por dentro sus pensamientos se resumían a:
"¡Estúpido, mi mano, idiota! ¿Por qué no mejor darme la pierna de metal del profesor aquel? ¡Apuesto a que es mucho más útil!"

Después de lograr moverse con la espada y que el profesor les dijera que trabajaran en parejas, le sorprendió que Angela quisiera hacer equipo con ella.

Primero que todo ni siquiera podía levantar la espada y segundo nunca había aprendido a usar una.

"Claro porque con diecisiete años ya debes saber como usar una espada."

En cambio, Angela era una de las mejores y solo perdería su tiempo intentando ayudarla.

Cuando terminó la clase de armas, estaba extremadamente cansada, ni siquiera en las clases de boxeo terminaba así, sus brazos le dolían de estar cargando el peso de esa "pesadilla" por tanto tiempo, además Angela la había golpeado muchas veces en el entrenamiento porque no era lo suficientemente rápida para esquivarla.

Claro que no lo había hecho con intención y aunque era una escuela mágica y la enfermera podría curar las heridas con solo mover la mano, el profesor nos los había dejado sanar diciendo que así aprenderían y harían un mayor esfuerzo por no salir heridos la próxima. Cada segundo que Lisa pasaba en la Academia se convencía a si misma de que su objetivo era matarla.

Hablando de matarla, ahora le tocaba combate y sabía que eso iba a ser mucho peor que cualquier clase de boxeo a la que había ido en su vida.

Se suponía que en la clase aprendería a luchar cuerpo a cuerpo, pero no fue así para nada. Cuando entró a el salón, notó que había muchas máquinas de entrenamiento y ejercicio, parecidas a las de su mundo real excepto que mejoradas. Miró asombrada a su alrededor hasta que el Profesor Crum ingresó al lugar, se sorprendió al notar la gran cantidad de tatuajes que aquél hombre musculoso y serio, poseía.
Solo pudo pensar en lo doloroso que debió haber sido hacerse tantos tatuajes, mirando más detalladamente uno que el profesor tenía en el brazo, descubrió que era el símbolo de Ares. (El Dios de la guerra griego)

El hombre calvo les explicó las reglas básicas de combate y mientras lo hacía se encaminó junto a Kate notando que Ángela no estaba en la clase. Su mente divago por miles pensamientos antes de recuperar su atención en las instrucciones de Crum sobre como los haría sufrir hasta que quisieran matarse.

Al final el profesor los puso a pelear frente a todos, Kate tuvo que enfrentarse a un chico debilucho de vibrantes ojos azules. Él no tuvo oportunidad. Miró expectante como los estudiantes se enfrentaban unos a otros y tragó saliva cuando el profesor dijo su nombre... y luego el de Alexander Griffin.

El chico musculoso se puso al frente con una mirada orgullosa en su rostro, era el mismo que había visto en clase de armas y ahora debía enfrentarlo. Suspiró y apartó todo el miedo de su corazón, había derrotado a miles de personas en clases de boxeo, podía vencer a Alexander. Necesitaba vencerlo para listar su valía en la Academia.

***

Sintió las gotas de agua cayendo por su espalda y miró sus manos maravillada de lo que había hecho. Su puño había hecho contacto con la mandíbula de Alexander, tal vez no había logrado vencerlo, pero la cara que hizo después de que lo hubiera golpeado no tenía precio. Una vez que había empezado el combate Lisa supo que no iba a ganar, pero no podía irse completamente derrotada. Al inicio la batalla fue muy igualada, con ambos lanzando golpes furtivos sin lograr impactar en el otro, pero en pequeño instante Lisa logró distraerlo y golpearlo en un punto débil. Después de eso Alexander no se contuvo y como consecuencia ella había terminado con moretones por todo su cuerpo. Había decidió darse una ducha, aún recordando la mirada de odio que él le había lanzado cuando terminó la pelea a pesar de que él saliera victorioso.

La Academia de DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora