DIESISEIS.

14.6K 1.4K 255
                                    

YOONGI

—No estoy de humor, Daewoo. No estoy para tus groserías. —mi voz estaba seca, ronca.

—No me jodas YoonGi, tu también hablas así.—esperó a que dijera algo pero nada salió de mi boca —¿Que...pasó? —hubo un silencio.

—Dañé a Jimin, Dae. Ulsoon me jodió todo porque ella vino a mi cas...

Y empecé a contarle todo a Dae, él solo estaba en silencio para poder procesar todo, hasta que por fin dió su opinión.

—¿Desde cuando te a gustado ese tal Park Jimin? —Desde que lo ví —respondí. —Entonces ¿Que haces ahí en tu casa? ¿Ya lo buscaste?

—Quiere que lo deje en paz y creo que es lo mejor para los dos...—respondí entre sollozos.

—¿Me estás webeando? —Gritó desde la otra linea — ve a buscarlo, hazle el amor y largense de Seul, cojones. —ordenó.

—Joder. No, Dae... No puedo...

—Haz lo que veas conveniente. Si dejas de ser un marica ten en cuenta lo que te acabado de decir. Me tengo que ir...

—Suerte con Jungjin —me reí bajito, me gustaba molestarlo.

—Vete al carajo YoonGi, Jungjin me hace el amor mejor que ese tal Jimin... —Y corté, si seguía contestando terminaríamos hablando de quien es mejor en todo ¿Jimin o Jungjin? Y hasta Daewoo hablaría del oral que nos hacen... No estaba de humor para hablar sobre eso.

Ya era tarde, eran las seis de la tarde y a las siete y media sería mi vuelo a Tokyo, mi cabeza dolía y mi casa estaba desastrosa, todo estaba tirado, no había comido nada, ni almuerzo. Ya comería mañana. Casi la tarde entera me dediqué a estar en mi cama, cerré unos minutos mis ojos, para luego despertar, tenia en la cabeza lo que debía hacer. Ir a buscar a Jimin.

Tomé mi teléfono y ¡Demonios! Ya no podía ir a verlo, eran las siete y quince. Debía de ir al aeropuerto de una vez. Llamé a Bill quien me atendió rápidamente con mis cosas para ponerlas en la limosina e irnos.

JIMIN

Mis ojos estaban clavados en los recuerdos, en YoonGi, en nosotros... Mi vista se fijaba en las gotas de agua de salían de la tina. Cerré mis ojos con fuerzas y me adentré en la ella, sintiendo el agua cubrirme totalmente.
Recordaba cuando había conocido a YoonGi, su padre que era un buen hombre me había ofrecido el trabajo porque no estaba en buenas circunstancias pero si había estudiado, por lo que me llevó a su empresa. El primer día que lo conocí lo vi sentado en su escritorio de cristal, con un terno y su cabello rubio, ahora estaba verde agua. Sus ojos impregnaron los míos, su mirada era profunda y no exagero, realmente lo era, sus labios eran delgados al igual que sus piernas, él solo me miraba al igual que yo, cuando me di cuenta su padre ya no estaba conmigo, solo estábamos YoonGi y yo.

"Escuchaste lo que dijo ¿Cierto?" pero su voz era diferente, era cortante y fría, diferente a su físico que mostraba ternua. "¿S-si?" respondí, él rodó los ojos y se acercó a mí, no tenia en mente que iba hacer, mis mejillas ardían imaginándome cosas, YoonGi solo me abrazó. "Bienvenido Park Jimin, serás mi asistente personal" solo le di una leve sonrisa.

~

Todo estaba oscuro, totalmente oscuro ¿Que pasaba?... Rápidamente salí de la tina, me estaba ahogando. Fui a la sala y mis maletas aún estaban echas, eran las siete y veintiuno, dentro de poco saldría de viaje de YoonGi.

Tampoco sabia que era lo que mi corazón decía, dolía y en este momento quería derrumbarme e ir donde YoonGi para besarlo, pero ¿Era tarde? Tomé mis maletas, luego subí a un taxi, observé la hora y eran las siete y veinticinco, solo faltaban cinco minutos, debía llegar ahora o nunca, mis manos sudaban al igual que mi frente, me empecé a desesperar. Tomé la manija de la puerta del taxi, la abrí y tomé mis cosas, me bajé rápidamente sin pagarle, ahora no me importaba nada. Faltaba una cuadra para llegar, opté por correr. Mi corazón estaba agitado y sentía miles de sensaciones. Me odiaba a mi mismo por ver dicho aquellas palabras hirientes.

Había demasiada gente. Tumbé a todos, hasta a los de seguridad que obviamente llamaron a la policía por mi actitud pero lo dejé a un lado, fui hacia donde estaba su avión para despegar. Ahí estaba, despegando y yéndose de Seul...

.

Giré hacia la salida mirando al suelo, él ya se había ido.

Un ruido como el del anterior avión resonó entre el grande campus, era otro avión que estaba detrás de el de Yoongi, aún estaban guardando sus cosas. Buscando entre todas las ventanas lo ví, estaba sentado puesto sus auriculares. Era ahora o nunca.

—¡YOONGI! ¡MIN YOONGI! — él no me escuchaba. —YOONGI... ¡MIN YOONGI! —seguía sin escucharme, le quité el megáfono a una camarera que estaba al lado mío y grite con mas fuerzas —¡MIN YOONGI! MIRA A LA VENTANA! —estaba por darme por vencido, parecía un idiota gritando, pero era por él, había luchado por su cariño y amor para dejarlo ¿Ir? No mierda. Así no jugaba Park Jimin. —¡MIN YOONGI! ¡POR LA MIERDA! ¡MIRA A LA VENTANA! ¡SOY TU CHICO! ¡TU PARK JIMIN!

Observé su mirada. Mis ojos chocaron con los suyos, fue un segundo porque desapareció de esa ventana. Empecé a correr al avión con todas mis cosas, soltando lágrimas de alegría, el apareció por la puerta del avión, subí las escaleras y lo abracé con todas mis fuerzas, sus manos apretaban mi cintura, me besó todo el rostro mientras estábamos a mitad de las escaleras del avión. Lo miré y él a mi.

—Te amo.

—Te amo, joder...te amo —respondí acurrucandome en su pecho, no quería que me vea llorar.

—Te lo quería explicar... Ella me drogó y...—puse un dedo en sus labios —Shh —dije, YoonGí lamió mi dedo.

—Callate y dime que soy el único chico mas guapo del mundo. —mordí mi labio inferior, no podía parar de llorar al igual que él.
—Ese chico no existe, porque ese es Jimin —me besó el cuello y nos abrazamos.

Este era el mejor día de mi vida, ya no necesitaba explicaciones, le creía, creía cada palabra que salia de su boca ¿Porque? Porque me amaba. Al igual que yo a él, pero solo que mucho mas.

Asɪsᴛᴇɴᴛᴇ ᴘᴇʀsᴏɴᴀʟ «𝐲𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧|𝐣𝐢𝐦𝐬𝐮»حيث تعيش القصص. اكتشف الآن