SIETE.

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POV JIMIN.

Lo observaba detenidamente todo el tiempo, llevaba un maldito traje azul que hacía resaltar su pálida piel, era un esmoquin que le quedaba a la perfección, el corbatín mariposa lo hacia único, yo llevaba una traje parecido pero con una corbata normal que llegaba hasta mi correa.

Miró todo como si fuese apenas un niño, no se porque se golpeó la cabeza. Estaba más que loco. Me quise reír pero no lo hice ¿Que estaría pensando?  Soltó una sonrisita tierna para luego cruzar la puerta, lo tomé del brazo dos veces por su casi dichosa huida.

—No molestes Jimin, que tonterías dices.

—Tú eres esa novia.—repetí, al parecer no captaba el muy idiota.

—Park, me tengo que ir, si quieres follar con tu maldita novia no empieces a joder mi paciencia. —estaba enojado, hasta estaba colorado.

¿Que le pasaba? ¿Acaso no podía ser mi novio o novia? Maldito Min...

—¡No tengo una puta novia!—grité, realmente que no me creyera me hizo molestar un poco.

—Joder, ya— rodó los ojos—te lo repito, si quieres joder mi paciencia solo porque estamos empezando a tener mas confianza que antes, te diré que te alejes de mi.—Me miró directamente a los ojos, fue como una estaca.

—No me voy alejar de ti.—dije serio, solté su mano, ni siquiera nos habíamos dado cuenta que aún lo seguía tocando.—además ¿Porque jodería tu paciencia? ¿Acaso no puedo molestarte una vez en la vida?

—Me pones cel... Olvídalo.

—Dime.

—Aparte ¿Tu Jimin? ¿ser mi novio? Sería una tontería. —rió burlón ladeando la quijada.

Mi corazón dolió fuerte, pensé que él y yo podríamos tener algo desde hoy, pero creo que no era así.

—¿Entonces porque estas tan colorado y nervioso? ¿Porqué no respondes los mensajes que te mandé después de encontrarnos en la Sex Shop? ¿Porque me pusiste "Jimminie" de apodo? Si ya ni siquiera me llamabas así.

Salió de la habitación enojado.

Corrí tras él, estaba enojado y lo podía notar cuando tomé su brazo y lo quitó con tanta fuerza que dejó marca en el mío.

—Yoongi...—Susurré. —el paró en seco— leí tu nota que me mandaste hace tiempo. Sobre nuestra amistad y la confianza que teníamos... Leí también sobre tu confesión. —respiré hondo—la verdad, no te juzgo ni te juzgaré, toda persona puede tener cualquier orientación sexual, en fin cada uno tiene su vida ¿No? ¿Para que criticar a las personas "diferentes"? Ahora a las mujeres les gusta los senos y las vaginas, ahora a los hombres también les gusta las pollas, o simplemente ambos, ahora los colores no son estereotipos, como en el azul es para los varones y el rosa para las mujeres, es algo tan común tanto en ti... Como en mi.

Miré al suelo, si se iba e iba hacer el ultimo día en Seúl tenía que saber mi opinión sobre su orientación sexual y que lo apoyaría, también sobre la mía. Eramos homosexuales, algo tan normal como tirarse un gas. Tampoco me había dado cuenta que mi cuerpo estaba pegado al suyo, sintiendo su respiración en mi oreja, que sus labios pronunciaban un "Te quiero" mientras me abrazaba. 

—Gracias Jimin.

—Ahora dime ¿Te encantan las pollas Yoongi?—susurré en su oído.

—Depende de quien.— hizo el mismo acto que yo, pero sus labios tocaron mi mejilla un segundo, sentí una electricidad.

—¿Quien te conoce mas que nadie? 

—Déjame pensarlo—se alejó para nuevamente acercarse a mi, su cara quedó frente la mía—tú. —se acercó a mi oreja susurrando.—aunque no seria mala idea, ver o quizás...—su mano se colocó en mi entrepierna, rozando sus dedos sobre mi polla, era un leve tocamiento—probar dichoso miembro. —frotó mi miembro suavemente, abrí mi boca, ya se me estaba poniendo dura.

—No...—jadee—ahora no Señor Min, falta mucho para empezar. Desconocí a este Min Yoongi por completo, pensé que me dirigía otra cosa o capaz ignorarme.

Toqué su mano y nos adentramos a la habitación, cerré la puerta con seguro, le dije que se sentase en la cama, fui hacia la mesa de cristal y quité el gran mantel de las fuentes, solo había estado una a la mira, la que Min vió al llegar. Me acerqué a él.

—¿Estabas jugando conmigo? —lo miré extraño y negué con la cabeza —tratabas de ponerme celoso..—rió y dios santo hace tiempo que no veía una risa sincera de su parte, esto me empezaba a gustar.

—Olvidémoslo. Ahora quiero que me digas un número YoonGi. —solté con tanta ilusión, no soportaba verlo recostado en la cama sin poder hacerle nada.

—Dos.

Me dirigí a la fuente que la tapaba con el número Dos en un pequeño letrero. Me acerqué al Señor Min y lo abrí, observó lo que tenía dentro y me miró confundido, yo solo sonreí.

—Así es el juego Yoongi. Dirás números hasta el cinco, como podrás ver hay fuentes con los números en la mesa de cristal y mediante el número que elijas saldrá cada fuente, harás caso a todo lo que te diga al pie de la letra, no vale hacer trampa ya que sino inmediatamente tendrás un castigo. —lo miré poniendo mis manos en mis caderas, él me miraba atento—te divertirás gefecito, sin duda lo haremos—dije con voz ronca. Este juego iba a comenzar — él asintió.

—Coge una de estas tres fresas, cada una tiene una regla. Escoge.

Yoongi escogió la tercera.

—Eres bueno.—sonreí de lado, la tres era mi favorita —Tienes que chupar la fresa y/o pasar la lengua en ella como si fuera la punta de mi polla.

Me miró a los ojos y llevó la fresa a su húmeda boquita.

Asɪsᴛᴇɴᴛᴇ ᴘᴇʀsᴏɴᴀʟ «𝐲𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧|𝐣𝐢𝐦𝐬𝐮»Where stories live. Discover now