DIEZ.

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POV JIMIN.

Podía sentir como mis piernas temblaban, Min me miraba con esos ojos que radiaban pureza e inocencia, maldita sea, si seguía viéndome así juro que me correría en este instante.

—Señor Mi...—jadee, me estaba torturando.

—Mmmm —lamió el líquido que chorreaba de su boca —asistente Park déjeme decirle que...—tocó sus labios y lo mordió, me puse duro—su polla es deliciosa. 

Justo. Ahora. Me. Iba. Dar. Un. Orgasmo.

—Yoongi.. Y-ya para por..favor —no podía respirar, mierda.

—No, no, no. —negó con la cabeza. Lo miré raramente—me cansé de parecer un idiota sin experiencia.—dijo apenado—me imagino que debes estar pensando de mi... que soy virgen y que jamas podré hacer un buen oral...

—Cállate.

—Lo siento Jimin—se levantó y dejó las esponjas aun clavadas en el suelo. No me gustaba como se sentía, podía ver en sus ojos un poco del brillo que tenía hace unos minutos, no me gustaba que piense cosas que eran negativas, el lo estaba haciendo increíble.

—No, no lo sientas. —su cara estaba cerca mío pero él solo miraba la tina, tomé sus mejillas y lo obligué a mirarme a los ojos. —lo haz hecho perfecto YoonGi, es el mejor oral que alguien me ha echo, sinceramente por eso dije que pararas, estaba apunto de correrme.—reí.

—No Park, por favor deja de decir mentiras, tu ya no eres virgen y obviamente con la mujer que te acostaste te la chupó mejor.

—Rayos... pues está equivocado Señor Min.—me miró nuevamente—yo... si soy virgen. —Confesé.

—Pero...

—Te mentí, eres mi jefe y pensaba que ya habías tenido relaciones con alguien mas así que solo dije lo que dije.

—Te quiero.

"Te quiero"  resonaba en mi cabeza.

Me quedé estático mirando al vacío. Sí, le había mentido, sentía vergüenza de ser virgen y poder decírselo al chico que me gustaba. Suspiré hondo.
Sentí algo húmedo en mi intimidad, algo que la recorría desde la base hasta la punta. Miré hacia abajo y se encontraba YoonGi lamiendo mi miembro, hizo círculos en la punta, con sus manos masajeó mis testículos, luego su boca se posó en mi pelvis, le dió un beso y sus dedos frotaban toda la longitud. Su boca se dirigió a un testículo y su dedo índice a la punta de mi miembro, dejó a un lado mi testículo y chupó su dedo para luego pasarlo por la punta. Demonios, esto se sentía como estar en el cielo y sobretodo porque YoonGi era quien me hacia sentir así.

—Si te corres, obtendrás un puto castigo Jimin. —susurró en la base.

Ay no. ¿Ahora quien ponía las reglas era él? 

—YoonG... para... no quiero el castigo.

—Me vale verga, solo intenta no correrte y no seras castigado asistente —tosió—sexual...

Su boca volvió a lo suyo y mordió la base, demonios eso dolió y por cosa del mundo un liquido amenazaba con salir, succionó mi polla entera, podía sentir como llegaba hasta su garganta y la base apenas llegaba a sus delgados labios que se encontraban hinchados.

—YoonGi...te odio.

—Vamos Park, córrete.   —jadeó y siguió chupando mi miembro entero. Temible, mis piernas flaquearon y sentí un liquido saliendo de la punta. —eso, así...

—¿Puedo correrme en tu boca? —YoonGi no dijo nada y abrió su boquita. Mi semen se escurrió en toda su zona bucal, puso dos dedos en mi polla que estaba bañada de semen y lo puso en mis labios ¿Iba a probar mi propio semen?

Chupé sus largos dedos y mordí la punta, el se quejó. 

Suspiramos los dos.

Todavía me encontraba con mi camisa pero sin pantalones y bóxer. Él se encontraba desnudo y ya eran las doce de la madrugada.
Nos fuimos directamente a la sala, dejé que YoonGi se quedara sentado en la cama ya que aún su miembro seguía sensible como el mío y al igual que excitados. Me acerqué a la mesa de cristal.

—Elije otro número... —estaba nervioso y no sabía porque.

—Tiene una pésima memoria asistente.—se burló—usted iba ser castigado. —me guiñó el ojo, me sonrojé.

—Entonce... —me interrumpió, se acercó a la mesa de cristal, dejó en la mesa de cobre que estaba en la esquina de la habitación para interrogarme.

—¿Y el látigo?

Asɪsᴛᴇɴᴛᴇ ᴘᴇʀsᴏɴᴀʟ «𝐲𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧|𝐣𝐢𝐦𝐬𝐮»Where stories live. Discover now