QUINCE.

14K 1.2K 134
                                    

YOONGI

Me lancé al sofá totalmente cansado. Raramente mi vista se oscureció ¿Que rayos? Miré toda la sala y habían cerrado las cortinas, me asusté, era un ladrón. Rápidamente tomé mi teléfono y marqué a recepción en seguida.

"Disculpe, podría subir seguridad, creo que hay un ladr..."

Repentinamente me arrebató el teléfono de las manos, cortó la llamada ¿Que hacía aquí?

—¿Como te sientes YoonGi? —me miró disimulando una sonrisa.

—Que haces aquí. —solté, ella me haría perder tiempo.

—Veo que no causa efecto. —¿De qué hablas? —interrogué.

Enseguida unas punzadas llegaron a mi cerebro, la cabeza me dolía como la mierda, mis párpados estaban pesados y mi boca no reaccionaba, no podía hablar.

—¿Q-que está pasando? —apenas podía decir, me tumbé nuevamente en el sofá, necesitaba descansar.

Recibiste la bebida de la recepción, cariño...—fue lo ultimo que escuché.





Maldición, no sabía que hacía, mi cuerpo solo reaccionaba sin pensar, no sabía que mierda estaba haciendo. Jimin vendría en cualquier momento y no quería dañar su corazón. Empujé a Ulsoon con fuerza, calló al suelo con brusquedad.

—No empieces YoonGi, estamos yendo perfectamente bien. — se sobó las nalgas y se levantó — tú me gustas, yo te gusto, no veo porque te niegas —ella estaba totalmente confundida. Sin embargo estaba por sacarse el sostén.

—Esto es una violación, joder. Y no, no me gustas—mi cuerpo aun se sentía débil ¿Que cosa me había dado? —me gusta Park Jimin...

Esperé una respuesta por su parte pero en vez de aquello me lanzó al suelo, se colocó encima mío y me besó con fuerzas, la tomé de los brazos y la lancé, pero ella siguió insistiendo.

Me quedé inmóvil, coño. En la puerta, parado y viendo que besaba a una chica, estaba Jimin.

Carajo.

Carajo.

Carajo.

Desapareció rápidamente, vi en sus ojos un brillo, y ese brillo no era de alegría ni mucho menos por un puto sentimiento, era porque su corazón dolía, dolía como los mil demonios, lo podía sentir claramente. Verlo irse me dejó un gran vacío.

—¡LÁRGATE DE AQUÍ, ULSOON!

—Min, te gusto... No mientas —me tomó del cuello posesivamente.

—Fuera de vista, mierda. No te quiero volver a ver —lancé la jarra que se encontraba en la pequeña mesa al lado del sofá. —ah no espera, me largaré de este jodido lugar y no volveré a ver tu horrible cara.

Sin más ella se vistió, tomó sus cosas y salió disparadamente de mi casa. En este momento solo quería que alguien me cortase las bolas. Me sentía asqueroso, primeramente porque una chica me había violado, por así decirse. Y segundo, había dañado el corazón del chico que amaba.

Lancé todo lo que estaba a mi camino, no quería ni verme en el enorme espejo que tenía en la sala. Mis piernas temblaban, tomé las llaves de casa y caminé hacia la puerta, sin embargo mis piernas se adormecieron más, mis ojos no daban, todo se veía borroso y nuevamente me desmayé.




Eran las cuatro y dieciséis, mi cabeza dolía mas que antes, me tomé una taza de café, luego tomé una ducha rápida y me puse algo para ir a buscar a Jimin.

"Hola Jimin, necesito hablar contigo por favor" y el 'bip' sonó indicando que el mensaje de voz había acabado. "Park, dime en donde estás..." "Mierda Jimin, responde. Te quiero" "Todo fue un mal entendido" "Te amo"

Y así y mas como esos fueron enviados al teléfono de Jimin, él no contestaba ninguna llamada. Lo llamé y fui a su casa, pero no había nadie. Se me ocurrió ir a sus lugares favoritos, pero tampoco lo encontré ahí. Ya no tenía ni idea en donde buscarlo por lo que opté por llamar a Taehyung, uno de mis empleados que era amigo de Jimin.
Me respondió enseguida, pregunté cual era el lugar mas especial donde podría estar Jimin a lo que respondió a la plaza donde habíamos ido en la mañana.

Idiota por dos mil. ¿Porqué no lo había pensado?

Me dirigí lo mas rápido que pude a la plaza, los nervios me mataban y mi corazón latía fuerte, tenía miedo de mirar a Jimin después de lo que vio sentía vergüenza de mi mismo, tenía miedo de Jimin ya no me...quisiera.
Caminé y lo vi a lo lejos, estaba sentado en la misma banca donde nos habíamos sentado, estaban con un abrigo negro, miraba el lago sin mover ninguna extremidad, estaba tieso.

Tragué saliva y me acerqué a él. Tomé con suavidad su hombro, volteó y me observó, sus ojos estaban rojos al igual que su nariz, sus mejillas también. Jamás lo había visto así, me sentía una mierda, eso es lo que era.

—Jimin, necesito hablar contigo.

—No me vuelvas a dirigir la palabra, no me busques, no me llames, olvida que te quiero, olvida que hicimos el amor, olvida que soy Jimin, olvida que soy tu asistente personal. Olvídate de mi, y de nosotros. Aléjate de mi para siempre. Porque tú —me señaló. —jugaste conmigo, me dijiste que me querías cuando en realidad solo fue un acostón de cama, y si, yo planee esto pensando que te gustaba pero todo, todo era una mierda. Y que tonto fui pensando cosas absurdas de ti YoonGi... No te quiero mas en mi vida.

Sin mas giró sobre sus talones y se marchó. Miré al suelo y divisé una gota mojarlo, no eran nada mas ni nada menos que mis lágrimas.

—¿¡Eso es lo que quieres!?—grité mientras mordía mi labio inferior, él se detuvo.

—Eso quiero, por favor, ya lárgate de Seúl.

Si eso lo hacia feliz, eso iba ser. No quería romper más su corazón como lo acababa de hacer. Lo quería demasiado pero era lo mejor.





Asɪsᴛᴇɴᴛᴇ ᴘᴇʀsᴏɴᴀʟ «𝐲𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧|𝐣𝐢𝐦𝐬𝐮»Where stories live. Discover now