Asɪsᴛᴇɴᴛᴇ ᴘᴇʀsᴏɴᴀʟ «𝐲𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧|𝐣𝐢𝐦𝐬𝐮»

UNO.

—Señor Min, tiene una llamada.

—¿A quién se le ocurre llamarme a estas horas?—no eran las dos de la madrugada, eran las doce del día, cosa que me molestaba porque interrumpían mi momento de gloria con la comida.

La chica de cabello rizado color rubio debido al tinte, me miró esperando una respuesta. "Mierda debía contestar, después de todo podría ser algo muy importante". A sentí y dejé todo a un lado tragando rápidamente el pedazo de pollo que estaba a mitad de mi garganta.

—¿Bueno? Aquí Min YoonGi—Dije en tono superior.

—Señor Min, soy Jimin.

—¿Que quieres? —tosí.

—¿Interrumpí mucho?—sus palabras casi parecieron un susurro, negué con la cabeza a pesar de que no me veía.

—Demasiado, estaba comiendo.—Rodeé los ojos disgustado.

—Lo siento.—Dijo después de un gran silencio.

—Olvídalo. ¿A qué se debe tu llamada Park? —metí un poco de ensalada a mi boca.

—¿Hoy está ocupado?—Casi me ahogo con la ensalada ante sus palabras.

—¿Perdón?

—Olvidelo señor Min...

"Ay carajo, no. No quise decir eso, bueno me tomaste de sorpresa... ¿Me estas invitando a salir?"

—No, perdo...bueno, dime—"Casi la cagas YoonGi, casi"

—Bueno le hablé de usted a mi madre y me dijo que quería conocerlo... Perdón si es una molestia.

—¿A qué hora?

—Dentro de una hora.—Y nuevamente Jimin se notaba nervioso.

¿Ahora que iba hacer? En media hora tenía que ir a casa, hacer algunas cosas para luego dormir, según Jimin me había informado que mañana tendría un trabajo por ser el último día en la compañía de Seúl.

También tenía la sensación de querer conocer a la madre de Jimin ya que él había trabajado mucho tiempo para mi, en realidad él me conocía muy bien. Excepto mi lado mas amistoso, por así decirse. No quería negarle, él era un chico diferente a los demás asistentes, por eso era mi asistente personal, el era un buen chico.

—¿YoonGi? ¿Escuchó lo que le dije?

—Hey mocoso, respetame un poco. Es la primera vez que me dices YoonGi.

—Oh si, lo siento Hyung.

—Respecto a tu propuesta elijo un sí.

—Genial Oppa, nos vemos luego. —Y finalmente colgó.

Volví a lo siempre, mi comida. Me quedé pensando en como sería la mamá de Jimin ¿Sería como él? Y si fuese así sería una ternura de madre. Demonios, recordándolo bien, tenía que apurarme para vestirme y arreglarme. Después de todo era su jefe.

—Señor Min. —Alcé la mirada- perdone que sea tan chismosa, pero ¿Con quién hablaba usted?— ¿Que rayos? Desde cuando le importaba mucho a mi secretaria  mis llamadas.

—¿Porqué la pregunta?—Me sentí ofendido.

—Porque desde hace poco su rostro estaba colorado y mucho.

—Con nadie.

Llegué a casa rápidamente, dejé mi maleta junto a la mesa de la sala de estar y las llaves junto con ella. Me dirigí a mi habitación, me desnudé y caminé hacia la tina del baño.

Me sumergí en ella pensando millones de cosas, recordado mi niñez, mis problemas, mis amores, mi trabajo, etcétera. Pensaba en mañana, el último día de trabajo, pues ahora iría a Philipinas para hacer otros contratos y no sabía como mi rutina cotidiana iba ser afectada, quizás ya no dormiría como hoy, cosa que me desagradaría. También pensaba en que ropa ponerme mientras frotaba mi cabellera con shampoo.

¿Voy con Smokin? No, bueno no es mucha cosa, solo es una casa común y corriente, sin ofender.

¿Y si voy en suéter con unos Jeans ajustados? Ugh, no me sentiría incómodo.

Mierda, no sabía que ponerme.

"Se tu mismo" dijo mi YoonGi interior.

¡Y si, tenia razón! ¿porqué no lo había pensando antes? ¡Ser yo mismo! Salí rápidamente de la tina, me sequé el cabello y me puse una toalla en la parte baja de mi cuerpo, miré mi gran ropero y saque una camisa blanca, unos pantalones ajustados color negro y mis zapatillas del mismo color. Me puse una gorra de acompañamiento, me miré al espejo y ¡Ow muchacho! Hace años que no me vestía así.

Esperé y esperé sentado en el sofá escuchando la melodía de la canción de Eminen intentando imitar este, aunque de todos modos era un asco en Inglés, por algo tenía como traductor a mi amigo Namjoon ¿Es que acaso nadie tiene ese amigo traductor?

Llegaron las tres pasadas y Jimin no aparecía en mi Hotel ¿En donde se habrá metido? Busqué mi móvil entre mis pantalones y marqué su número.

—Hola señor Min, lo siento pero la cena con mi madre se canceló, lo siento mucho YoonGi.

—No te preocupes, igual aún faltaba arreglarme. —Mentí.

Por alguna razón me sentí decepcionado ante la cancelación de la madre de Jimin. Lo mejor era dormir en vez de estar pensando en ese idiota que era demasiado tierno.