Capítulo 15: Cacerías

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- Quería salir un rato a pasear y me has dado la opción perfecta - comentó Naruto con seriedad.

Algo no le cuadraba a Sasuke, sabía que Naruto no decidiría algo simplemente porque le apeteciera. Tramaba algo pero no pensaba decírselo a Naruto. Prefería no perderle de vista y tratar de descubrir lo que estaba planeando. Sasuke mantuvo el silencio observando a su esposo subir al caballo hasta que un escudero trajo el suyo. Montó en su caballo y salió tras el de Naruto hacia el patio principal del castillo.

Itachi también subió a su caballo una vez listo y salió junto a Pain, claro que al llegar al patio, el consejero de Itachi salió con rapidez exigiendo la presencia del Rey para un asunto de suma importancia. Itachi le comentó que pospusiera el asunto fingiendo querer asistir al a cacería pero el consejero, tal y como Sasuke le ordenó aquella mañana, insistió.

- Vais a tener que disculparme entonces - comentó Itachi bajando del caballo - El deber me obliga a posponer nuestra cacería.

- Entonces podemos ir mañana - Indicó Pain haciendo el amago de bajar.

- Mañana lloverá - comentó Sasuke mirando las nubes que se aproximaban - Por favor, majestad, no deje que este asunto nos impida disfrutar de una buena cacería. Puedo enseñarle nuestros dominios mientras mi hermano asiste a esa aburrida reunión - comentó Sasuke sonriendo.

- Creo que tienes razón. Seguramente llegaremos antes de que su hermano acabe - comentó Pain hacia Sasuke.

- Desde luego. Esos asuntos suelen tardar horas en solucionarse. Vamos, le enseñaré los mejores lugares de caza.

Itachi se quedó ante la puerta del castillo observando cómo su hermano se llevaba a Naruto, a Pain y a algunos de los guardias tras ellos para ir a la cacería. Al menos su plan había salido bordado.

Esperó hasta que perdió de vista los caballos y entró por el castillo en busca de Deidara. Recorrió absolutamente todos los pasillos, preguntó al resto de los sirvientes de Pain y finalmente, Konan al ver a Itachi tan preocupado, le comentó que le encontraría en la sala de lavandería, Pain le había mandado allí.

Itachi entró por la lavandería encontrando finalmente a Deidara allí arrodillado con las manos dentro del agua fría frotando una de las prendas de Pain. Ni siquiera podía verle el rostro, ni su cabello rubio pero sabía que era él por la forma en que limpiaba, por la forma en que se movían sus manos y porque no había nadie más en todo el recinto.

Aprovechó el momento en que Deidara sacó las manos del agua para dejar la prenda mojada en uno de los cubos para acercarse a él y coger sus manos. Estaban rojas por el frio y congeladas. No pudo evitar tratar de calentarlas entre sus manos.

- Dei - susurró Itachi metiendo su mano bajo la capucha del chico para rozar su mejilla cuando sintió el temblor de Deidara, aún así no se detuvo - Ey, mírame.

- Majestad - escuchó antes de ver cómo se soltaba Deidara y hacía una reverencia frente a él - No debería estar aquí.

- Deja los formalismos conmigo, Deidara - le comentó - Por favor... sólo quiero hablar contigo un rato.

- ¿Conmigo? ¿Qué podría ofrecerle un simple campesino a alguien de su posición? - preguntó.

- Un simple campesino - repitió Itachi sonriendo.

- ¿Qué le hace tanta gracia?

- Que ni siquiera te acuerdes de quién eres. Ya quisiera un simple campesino ser como tú. ¿Aún no te has dado cuenta? Tu extraño cabello rubio, tus ojos azules, que yo conozca tu nombre... no eres un simple campesino. Sé que eres inteligente y sabes que hay algo en todo lo que te han dicho que no encaja.

- Tu voz... me suena mucho. Te conozco pero no sé de qué. El primer día cuando vine y te escuché pronunciar mi nombre... sé que nos hemos visto antes pero no consigo acordarme - dijo llorando.

Itachi se acercó hasta él abrazándole y dejando que hundiera su rostro en su pecho. Ambos se quedaron unos segundos allí abrazados, Deidara tratando de recordar lo que su mente se negaba a devolverle, Itachi tratando de que recordarse. Habían pasado ocho años juntos, todos y cada uno de los veranos de esos ocho años se habían visto, tenía que recordarle.

- Voy a sacarte de todo esto, Dei - le dijo Itachi moviendo la capucha para ver horrorizado el maltratado rostro de su prometido - Te lo prometo. Aguanta sólo un poco más - le susurró a punto de llorar - Tú y yo estaremos juntos de nuevo, tal y como todo debió ser.

Aquella fue la primera tarde en que ambos finalmente pudieron estar a solas un rato. Deidara no recordaba a Itachi, pero a él le daba igual siempre y cuando pudiera tenerle de nuevo a su lado. Estaba más decidido que nunca a evitar que Pain se saliera con sus planes.

En la cacería, Naruto intentó despegarse sin mucho éxito de su esposo. Sasuke no se resignaba y desde luego, no pensaba perderle de vista ni un segundo. Cuando la cacería empezó, fue Pain quien se distanció con sus guardias y Naruto chasqueó los labios en señal de disgusto. Si Sasuke seguía tan atento a él no podría llevar a cabo su plan. Finalmente decidió comentar que iría a mear. Sasuke trató de seguirle pero Naruto enfadado por la falta de intimidad, acabó ganando aquella partida.

Orinó frente a un árbol y es que las ganas eran ciertas. Al finalizar y subirse los pantalones, se dio cuenta de algo, la suerte estaba a su favor porque a cierta distancia frente a él, estaba agazapado Pain que miraba como todo un cazador furtivo a un ciervo. Naruto sonrió y caminó sin hacer ruido hacia su caballo cogiendo el arco y sacando una flecha de su carcaj. Apuntó directo a la cabeza que sobresalía de Pain. Respiró hondo, se relajó y teniendo aún en su mente la imagen de las heridas de su hermano, apuntó y soltó la flecha.

Sonrió sabiendo que daría en el blanco pero la sonrisa se le heló en la boca cuando otra flecha cruzó el aire y desvió la suya empotrándola contra uno de los árboles cercanos. Pain al ver ambas flechas en el árbol contiguo a él, se giró alarmado esperando ver al culpable, claro que Sasuke se había lanzado sobre Naruto derribándole al suelo y escondiéndose ambos entre la vegetación.

- ¿Qué diablos haces? - le preguntó Naruto enfadado.

- Eres idiota. ¿Crees que no sospecharían de ti? Eres del primero que iban a sospechar, insensato. Es tu hermano el que está preso. ¿Es que no piensas las cosas antes de actuar?

- ¿Cómo sabías que iba a disparar?

- ¿De verdad pensaste que me tragué el truco de "no sé disparar"? Te criaste con soldados, imaginé que estabas fingiendo y que ellos te enseñarían a defenderte. Además, cuando dijiste de venir a la cacería supe que tenía razón y sabías disparar. Es estupendo, Naruto... ahora sabe que alguien está tras él y tú serás su primer sospechoso.

- Tuviste que dejar que le matase - le dijo llorando.

- ¿Y mandarte a ti a la horca? Jamás. No podría soportar que te matasen a ti por culpa de ese desgraciado.

Aquello sorprendió a Naruto. No sabía que Sasuke se preocuparía tanto por él. Estaba dispuesto a asumir su muerte si conseguía llevarse a Pain con él pero no esperó jamás que Sasuke fuera a convertirse en su ángel guardián evitando que le matasen a él por sus locuras.


Reemplazando a mi hermana (Naruto: Sasu-Naru, Ita-Dei)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora