Capítulo 3.

6K 375 36
                                    


Los pies se hunden cada que damos un paso, trato de poner atención solo en el suelo, pero las miradas de mi gente me lo impide, es doloroso ver el miedo y odio que me dirigen.
Yo no quiero elegir a nadie,  no soy la que ha decidido arrancar de sus brazos a sus hijos, pero parece que lo han olvidado, y por la manera que nos ven a mí y a Peeta mientras caminamos de vuelta de la panadería, queda claro que para ellos somos los únicos responsables.

—Effie mandó ayer una lista con los nombres de los invitados, quiere que los memoricemos— dice Peeta.

—A mí no me envió nada— supongo es porque sabe que si me lo enviaba a mí no me aprendería nada. Dedujo que es Peeta el que lo hará.

—No te preocupes, yo los memorizare.—Se queda callado, y se detiene. Estamos a nada de la entrada a la aldea de los vencedores, así que me detengo para escuchar lo que tiene que decir—. Katniss, hay algo que necesito decirte, algo que quiero que sepas.

Me preocupa el tono de voz que usa, Peeta es el único que de alguna forma ha logrado que me mantenga funcional, y por la pesadez de su timbre, hace que sienta qué sí algo malo pasa, me pondré a gritar y llorar.

—He tratado de hablar con Effie, con Haymitch; quería detener la boda, posponerla hasta dentro de algún tiempo, pero no lo conseguí.— Y por su cara sé, que en realidad le duele no haber podido lograrlo.

—Peeta, es una orden de Snow, sabes que no se podía hacer nada. Gracias por intentarlo de igual forma— debo dejar de comportarme como una tonta cada que el tema de boda sale a flote.

—Hay algo que debo dejarte en claro— murmura y me toma de la mano, mientras el olor a canela me empieza a invadir los sentidos, un olor que me hace sentir tranquila, en casa, un olor que solo Peeta posee. He cerrado los ojos y me he acercado sin pensarlo a él—. Katniss, nada cambiara, nada. Esto lo haremos para él, yo no pretendo, ni quiero que sientas que el casarte, cambiará algo de tu vida, esto es por él, solo por él. Somos amigos y es lo único que quiero siga igual.

Sus palabras logran quitarme un peso enorme de encima, y sin pensarlo lo abrazo. Él me devuelve el gesto.

—Todo estará bien. Serás mi esposa para él, pero nosotros nada nos debemos, eres libre y siempre lo serás.

Me da un beso en la frente y me sonríe, lo veo caminar rumbo a su casa, mientras me quedo parada observándolo y viendo pasar el tiempo. No sabía que el asunto del matrimonio me tenía tan angustiada, no solo por ser obligatorio; me tenía así porque creía que Peeta de verdad esperaba una esposa real, y yo no estoy lista. Ahora con lo que él me ha dicho, que realmente él no espera nada, eso me tranquiliza.

Camino de vuelta a mi casa.
Entro y veo a mi madre ocupada con la cena, a Prim sentada con un libro cerca a la chimenea.
Sin decir nada me siento a su lado y me recargo en su hombro.

Ella cruza un brazo sobre mi
hombro y siento paz, mi hermana me consuela sin saberlo.

Los días son atroces, el distrito en completo parece decidido a odiarnos, nadie me dirige la palabra, todos esconden a sus hijos de nosotros si nos ven pasar.

Haymitch, Peeta y yo no hemos tocado el tema de lo que será elegir a uno de ellos.

Ha pasado una semana desde el anuncio, y no creo ser capaz de soportar más tiempo así.

Y cuando creo que nada más puede salir mal, recibo una llamada que me hace temblar desde el centro mismo de mi ser.

—Katniss, la fecha de tu enlace se ha establecido, el presidente ha elegido. Quiere que tu boda sea un evento por todo lo alto, y eso es un enorme honor querida, la creme de la creme estará en ella— escucho a Effie emocionada, mientras yo siento plomo caer en mi estómago—. Katniss...¿sigues ahí?— oigo la pregunta, pero creo que he quedado muda.

—Te escucho Effie— logro responder.

—Él quiere transmitir la boda cuanto antes, no tenemos mucho entretenimiento entre los juegos, ya sabes es muy aburrido por acá, y como la gira ya ha terminado, el público pide más de ustedes, ¡son unas verdaderas celebridades!, así que espero estés sentada querida... ¡La boda será en dos semanas!— La línea queda en silencio, supongo esperando mi respuesta; pero lo que sea que ella espere que pueda contestar no sucede.

Katniss ha quedado sin palabras. No pensé que tuviese tan poco tiempo disponible, no pensé que Snow me obligaría tan pronto.

—¿Querida?...¿Katniss?... Es de mala educación no contestar cuándo se te habla.— La característica voz chillona de Effie es lo que me obliga a contestar.

—Effie...— aclaro mi voz—. ¿Le has dicho a Peeta?

—Nooo, primero quise decírtelo a ti, bueno Haymitch se enteró hace un rato, pero como es tan desobligado, dudo que vaya a informarte; por eso he decidido darte esta maravillosa noticia yo misma. Claro que he pensado hacerlo en persona, pero tenemos tantos eventos y cosas por organizar que no creí que el tiempo me alcanz...

Y sigue la cháchara, sin necesidad que yo le contesté, y eso es justo lo que necesito. Me he sentado en el suelo, recargo mi frente en las rodillas y me pierdo en mis pensamientos: en dos semanas seré la esposa de Peeta, en dos semanas...

—Dime que es un chiste— le digo a la cara enferma de Haymitch, que desde que esta en sobriedad obligatoria siempre tiene mal humor y trata de hacernos la vida miserable para compensarnos, como él dice, que no le permita beber.

—¿Crees que estoy bromeando? Tal vez no lo sepas chico, pero tengo cosas mas interesantes que venir contigo a jugarte bromas.— Se sienta en mi sala sin esperar invitación a pasar, así que me siento frente a él—. Debías saberlo tú primero, ella no lo tomará bien.—Esta serio y yo lo entiendo, no creí que nos obligaran tan pronto.

En realidad esperaba que fuera después de los juegos; pero es obvio que Snow a buscado la forma de insertar más tensión y dolor a nuestros días.

—Haymitch, esto... Realmente no hay forma de evitarlo, ¿verdad?— sé la respuesta desde antes de terminar la oración,  le he hecho esta pregunta muchas veces.

—Habla con ella, esto será duro, pero tú estarás a su lado, y es lo mejor que podría necesitar justo ahora.— Se levanta del sillón y se dirige a la puerta, lo veo salir.

Me levanto para ir con Katniss, pero al llegar a la puerta de mi casa, la veo parada al final de la escalera de entrada, esta viendo a Haymitch con detenimiento, y sé que lo sabe.

Nos casaremos, en unos días seremos marido y mujer, y la tristeza de esas palabras se graban en los huesos, junto al dolor que veo en su mirada.

HOLAAA

Espero les guste.

Un besote, ¡qué emoción!, escribir esta historia me encantó 😊.

Besos.

Acepto... La Boda de Peeta y Katniss. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora