capítulo 40: Secretos y ¿El final?

5.7K 390 65
                                    

Andrew.

Enloquecí cuando Candace empezó a dar espasmos y todo empezó a volar por lo aires, intenté despertarla y fue imposible. Cuando ella se tranquilizó y abrió los ojos el alma volvió a mi cuerpo.

—¿Que fue todo eso? —Pregunté. Candace nos observaba sin entender, el resto de los miembros estaban pálidos.

—¿Estás bien, Candy? —Preguntó su madre mientras la abrazaba. Candace seguía sin entender

—No sé que fue todo eso —Expresó Frederic con sorpresa.

—Caramelo —Dijo Margareth mientras dejaba a Thomas y caminaba hacia Candace— Cariño, habla. ¿Te encuentras bien? —Ella asintió.

—Mi cabeza estuvo apunto de explotar —Susurró mi pelirroja favorita.

—Ve y recuestate, Candace —Sugirió Frederic.

—Pero si acabo de levatarme —Protestó— Estoy bien, no se que fue todo eso pero debemos seguir en lo que estábamos —Dijo decidida.

—Candace, —Hablé llamando su atención— acabas de colapsar o algo parecido, nos hemos asustado hasta la mierda. ¿Estás segura que estás bien?

—Lo estoy, recogeré todo el desastre que ocasioné y continuaremos. —Se colocó de pie pero inmediatamente se sentó de nuevo y tocó su cabeza.

—Eso es todo —Dije— irás a la cama.

Me coloqué en frente y estiré mi mano hacia ella, ella lo pensó.

—Solo media hora, cariño. —Aseguró su madre— No debes dormir, solo descansa un poco. Te subiré el desayuno en unos minutos.

En el rostro de la señora Camila se podía notar la preocupación y no era para menos, creo que todos en la sala lo estaban.

Candace finalmente tomó mi mano y se colocó de pie, al segundo hizo una mueca de dolor.

—Te llevaré en mis brazos —Avisé.

—De ninguna manera, solo es un dolor. Andando.

Empezamos a caminar poco a poco, cuando llegamos a la habitación Candace se recostó en la cama y yo la ayudé quitando sus zapatos, ella rodó los ojos. Me recosté en el otro lado, llamenme paranoico pero no la dejaré sola. Giré mi cabeza para mirarla y en su rostro reposaba un ceño fruncido, le di una sonrisa pero ella negó.

—Nos enteramos de que nos están buscando y ustedes me mandan a dormir ¡Maravillosa idea! —Finalizó con sarcasmo.

—Candace, si no descansas ¿Crees que servirás de algo? —Resopló y cruzó sus brazos— Eres tan difícil.

—No entiendes, Andrew ¿Acaso no lo ves? —Observé sin entender, ella continuó: —Todos ustedes están aquí por mi, yo los metí en esto. Lo mejor es que vuelvan a celarium. —Finalizó.

—¿Tu nos metiste en esto? Candace, Frederic es celerium asi que no tardaban en dar con él. ¿Tu madre? Ella era esposa de Sebastian, desde hace mucho están detrás de ella y si no la traías la buscarían para tratar de conectar contigo, y lo mismo pasa con mi madre. ¿Marja y Thomas? Ellos hubiesen huido sin ti. Nada de esto es tu culpa.

—¿Y tu, Andrew? ¿Por qué estas tu aquí?

—Pensé que a estas alturas ya lo sabrías, fresita.

—Iluminame, Andrew.

—Neptuno, eres tan difícil. —Ella alzó una ceja— A ver, Candace Trainor, yo era un chico que odiaba al mundo en general, no quería que nadie estuviera cerca porque tenia miedo de que acabaran como Payton, yo incluso odiaba el color rojo porque pensaba en la sangre de mi padre —Su atención estaba completamente en mi— Candace Trainor, ahora mi color favorito es el rojo, mi postre favorito es rojo y la chica de la que estoy enamorado tiene el cabello rojo. Candace Callaham, estoy completamente enamorado de ti. —Dije sin apartar la mirada, una sonrisa apareció en su rostro— Quiero y deseo que salgamos de esto para poder obtener todo contigo, ¡Por Neptuno! Yo aceptaría hasta tener un pez de mascota solo porque le temes a los perros. Estar contigo es algo tan inefable. —Finalicé

Celarium [Editando muy lentamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora