Capítulo 32: Espionaje.

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Justo en el momento en el que leí lo de aquel papel me había ahogado con la tostada, me tomó al menos 10 minutos poder calmar la molestia con agua; cuando finalmente lo logré, marqué el número de Andrew —Que ahora estaba bajo el nombre de "33-12" nuevamente.

—Buenos días, está llamando a la funeraria Entierro Feliz ¿Es usted familiar de Andrew Callaham? —Una voz mas gruesa que la de Andrew había dicho esto, sentí mi alma caer a mis pies. Luego repetí lo que había dicho.

—¡Andrew James Callaham! —Grité, inmediatamente su risa invadió la línea— ¡Me haz dado un susto de muerte! ¿Que diablos?
—Fresita —Dijo entre risas— Neptuno, fue tan gracioso.
—¡Casi he muerto, Andrew!
—He dicho "Entierro feliz" —Explicó aun riendo a raudales— ¡Ningún entierro es feliz! —Finalizó.
—Como sea —Dije con molestia— ¿Puedes venir a mi casa? Hay algo que debo enseñarte.
—Trabajo ¿Lo recuerdas? —Explicó— Tu también deberías de estar trabajando ¿Te quedaste dormida? —Preguntó con cierta sorpresa.
—Estaré en veinte minutos en la puerta de la librería.

Lavé mis dientes en tiempo récord, tomé un pequeño bolso en donde metí mi teléfono, llaves y la carta, y luego salí en mi bicicleta en dirección hacia el centro de celarium, cuando llegué a la ya conocida librería él ya me esperaba.

—Hey —Me saludó cuando bajé de la bicicleta, lo primero que hice fue golpearlo —¡Oye! ¿Por qué fue eso? —Frotaba su brazo en donde había aterrizado el golpe.
—Eso fue por tu bromita de "Entierro feliz"
—Admite que fue gracioso —Estuvo a punto de reír pero negué.
—Lamento alterar tu buen humor, pero algo llegó hoy a mi casa. —Busqué en mi bolso y le pasé el sobre.

Él lo tomó confundido y le pedí que lo leyera, sus ojos se ampliaron cuando acabó.

—¿Están nuestras madres planeando una boda o algo? —Pregunté— Pensé que mi madre ya había entendido que no habría boda ni nada entre nosotros.
—¿De donde sacas que no habrá boda? —Preguntó, eleve una de mis cejas hacia él.
—Estas de broma. Ahora que sabemos que no es necesario casarnos, simplemente no debemos —Expliqué.
—Alguien piensa que si debemos, así que tenemos una boda que planear —Dijo con una sonrisa.

Andrew.

Cuando Candace se fue encendí mi auto y salí hacia el lugar de costumbre, aunque sabía que esto pasaría no pensé que sería tan apresurado, además esperaba que me avisaran que sucedería.

—Sabía que te vería por aquí hoy —Dijo cuando crucé la puerta.
—Esto era algo que ameritaba mi visita, señor —Me senté en frente y le pasé el sobre.
—Bastante lindo ¿No? Se lo hemos enviado solo a ustedes, pronto llegará a sus madres —Asentí.
—¿Cuando será?
—En un mes, daremos tiempo de que recuerde donde podría utilizar la llave.
—¿Y si no lo recuerda? Puede que Sebastian simplemente haya dejado la llave. —Me encogí de hombros.
—Tu solo encárgate de esperarla en el altar, te pagaremos cuando contraigan matrimonio. Después de eso nos las llevaremos y encontraremos la forma de obtener la información.
—¿Llevársela? ¿De que habla?  —Pregunté tenso— Pensé que solo les interesaba lo que había dejado Sebastian.
—Exacto, por eso la queremos —Asentí nuevamente.
—¿Luego de que se la lleven no la volveré a ver? —Negó.
—No, no creo que nadie la vuelva a ver jamás.

Candace.

Toqué la puerta de la casa de Marja repetidas veces, llamé al trabajo y dije que estaba enferma, así es como terminé aquí.

—¡Joder! —Escuché al otro lado de la puerta— No puedo volar —Toqué nuevamente y juro que la escuché gruñir.
—Hasta que por fin —Dije cuando abrió la puerta— Si me vinieran persiguiendo y la única salvación es que tu abras la puerta, moriría. —Ella rodó los ojos.
—¿Que haces aquí? —Preguntó mientras pasaba su brazo por encima de mis hombros y me abrazaba.
—Me he quedado dormida y he recibido algo extraño, después fui a donde Andrew y falté al trabajo.
—¿Acabas de decir que te quedaste dormida? —Preguntó con cierta sorpresa mientras cerraba la puerta.
—¿Por que todos reaccionan así?
—Es solo que —Se sentó en el mueble junto a mi— tenías mucho tiempo sin dormir de mas, desde que iniciaste tus amoríos con Andrew tu aprovechabas cada segundo con él.
—Bah, no es cierto. Siempre he dormido mas de lo normal.
—No siempre, todo comenzó con la muerte de tu padre y se fue con la llegada de Andrew. Y regreso cuando él fue un idiota. —Hizo un mojin— Interesante.
—Cierra la boca. No vine a hablar sobre mi sueño, Marja. Estoy aquí porque hoy recibí algo extraño —Busqué en mi bolso y le pasé el sobre, me recosté en el mueble y esperé su reacción.
—¡¿Vas a casarte?!
—Eso parece, esto es tan confuso. —¡Oh, Neptuno! —La observé sin entender— Andrew hará un gran drama. —Reí ante su expresión— Yo que tu iría escondiéndome, te culpará y será un capullo.
—¡Margareth! Ya lo sabe.
—¡Oh Zeus! ¿Que te ha hecho? Puedes decirme, cariño. ¿Te puso un micrófono para comprobar que no lo dijeras? Pestañea una vez si es es sí o dos veces si es no.
—Margareth —Dije entre carcajadas— deja de ver tantas películas. Lo tomó como si nada, que tendríamos una boda.
—Andrew a enloquecido —Dijo recostándose en el mueble.
—Lo mismo pensé, está actuando raro. Un día me trata de las mil mierdas y al siguiente dice que está bien casarnos, estoy empezando a considerar ir a donde Louisa, quizás si esté loco o algo.
—O podrías simplemente seguirlo, solo para ver que hace.
—Eso seria extraño, además no tengo auto.
—Pero mi madre sí —Dijo con una sonrisa— y él no lo conoce.

Celarium [Editando muy lentamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora