Capítulo 33: Otros planes.

5.4K 431 50
                                    

Las palabras de Andrew resonaban en mi cabeza, quería protegerme ¿Pero protegerme de qué? En todo caso el que está en peligro era él.

¿Debía aun casarme con él?
¿Debí haberlo seguido?

—Está bien, dijo algo lindo —Dije viéndome en el espejo del baño— pero sigue lo de "no te amo, Candace"—Dije imitando la voz de Andrew— ¿Que se supone que debería de hacer? ¡Tengo que averiguar algo y estoy hablando con mi reflejo!

Salí del baño y tomé mi teléfono, marqué rápidamente el número y lo pegué a mi oído.

—¿Que sucede, fresita? —Dijo al tercer repique.
—Eres un idiota.
—¿Me llamaste para decirme eso? —Preguntó con tono de molestia.
—Te veré en el parque en 30 minutos. —Dije ignorando su pregunta.
—¿Y si no voy?
—Te esperaré ahí.

Rápidamente me di una rápida ducha y 15 minutos después me encontraba esperando el taxi mientras tomaba jugo de naranja, finalmente escuché la bocina del auto ser tocada así que tomé mi bolso y salí.

Mientras que estaba sentada en la parte trasera del mismo repetía mi plan:

Ser idiota.
Citar a Andrew para Neptuno sabrá que.
Ser idiota.

Solo hay algo seguro, debo hablar con Andrew. Si él tenia un plan donde al parecer yo era importante, él debía al menos contármelo bien.

Pagué al señor y luego de agradecerle, bajé del auto y caminé hacia uno de los bancos alejados del sol de la tarde. El parque se encontraba solo a excepciones de algunos niños que conducían sus bicicletas y de algunas señoras que tejían o simplemente observaban todo en silencio; a pesar de ser el parque mas grande de celarium no solía ser muy concurrido los días de semanas. Mi teléfono vibrando me sacó de mis pensamientos.

—¿Que sucede? —Pregunté apenas respondí la llamada.
—¿En que parte del parque estás? Estoy estacionando el auto.
—En uno de los bancos que rodean la fuente —Dije mordiendo mi labio.
—Está bien —Dijo y luego colgó.

Bien, Candace.
Andrew vendrá y tu no sabes que decirle.
¡Claro que !
"Hola Andrew, eres un idiota. Gracias por venir. Que la piedra filosofal ilumine tu camino a tu casa. ¡Ah! No olvides decirle al hombre malo que trabajo hasta las 4 de la tarde así que por favor si planea asesinarme que sea después de eso, no puedo perder mi empleo"

Me abofeteé mentalmente.

¡Concéntrate, Candace!

Te sentaste bastante lejos de la entrada —Me sobresalté al escuchar su voz detrás de mi.
—Me asustaste, idiota. —Él rió secamente—Ten, te traje helado —Me lo dio mientras se sentaba a mi lado con su helado en las manos.
—Gracias, supongo.
—Es de redvelvet —Dijo con una media sonrisa.
—¿Es algo así como una ofrenda de paz? —Pregunté llevándome una cucharada a la boca.
—Puede ser —Se encogió de hombros— Y bien ¿Para que me citaste aquí?
—Oh, solo quería ver tu tonta cara por segunda vez en el día.
—Uhmm, que honor.
—Idiota. Solo quería hablar, la verdad es que ni siquiera tengo un plan —Comí helado y él hizo lo mismo— Quiero que me digas todo lo que se supone que planeas. Quiero que me digas que es eso de "Quiero protegerte" porque no es por nada, pero aquí el celerium eres tu.
—Quieres que te diga muchas cosas, fresita. —Me encogí de hombros— Pero no puedo decirte todo.
—¿Por qué?
—¿No sabías que el conocimiento es peligroso? Candace, mientras menos sepas es mucho mas seguro para ti.
—¿Estás consiente de que si no me dices, yo simplemente lo buscaré por otro lado? —Soltó un suspiro.
—No es seguro y no te lo diré, no aún. Por favor, Candace, confía en mí.

Celarium [Editando muy lentamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora