Capítulo 13: Comienzo desastroso.

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[Editado]

Candace.

Resultó que "Este fin de semana" quería decir desde ese mismo viernes, traté de persuadir a mi madre pero al parecer la decisión ya estaba tomada, así que me encontraba empacando para ir a algún lugar al cual claramente no quería ir. Llamé unas mil veces a Andrew para tratar —más bien rogarle— que cancelara el viaje, claro que él no me respondió así que luego de la llamada 56846, decidí llamar a Margareth para hablarle sobre mi triste vida.

— ¿Ya empacaste? —dijo apenas respondió la llamada, me despegué el teléfono y observé la pantalla. Claro que era ella. — ¿Candace? —me llamó al ver que yo no hablaba

—Espera, Margareth ¿De qué hablas?

—Nada, solo que... —Hizo un sonido de emoción— ¡Nos vamos de campamento!

—Wow wow wow, calma. ¿Qué dijiste? —pregunté esperanzada, tal vez yo estaba tan paranoica que imaginaba cosas.

—Lo que escuchaste, caramelo. Nos vamos al mejor campamento de nuestra vida —dijo con más emoción de lo esperada.

¿Cómo podía estar tan emocionada?

No, esperen, ese no es el verdadero problema aquí. ¡Él planeaba asesinarnos a ambas!

—No iremos, Margareth —La escuché resoplar al otro lado, ya sabía lo que eso significaba: Margareth modo intensa, modo filosófica y/o modo "haré que cambies de opinión"

—Sé que lo odias, Candace, pero nos merecemos un descanso ¡Y él nos lo está ofreciendo gratis!

—No lo entiendes —dije mientras negaba, al segundo me sentí estúpida porque ella no estaba realmente viéndome.

—Él dijo que sería como salir de este mundo —añadió con la misma emoción.

Claro que nos sacará de este mundo, nos matará.

—No es buena idea, lo llamaré para decirle que no podremos ir.

—Candace —alargó exageradamente—, debemos ir. —Golpeé mi frente con mi mano—. Deja tu mal humor de lado, casi tendremos diecinueve y se nos acabará todo ¡Debemos divertirnos!

—No iremos —dije con firmeza—, desempaca. Te llamo luego. —Colgué antes de que protestara.

Andrew

Si fuera más inteligente estaría ahora mismo alejándome, poniendo distancia entre ella y yo.

Si fuera más inteligente no haría cosas junto a ella, no la dejaría dormir conmigo, no debí haber permitido aquello y mucho menos dos veces.

Si fuera más inteligente no estuviera ahora mismo empacando para ir de campamento, pude simplemente haber dicho que no pero justo ahora me encontraba extrañamente emocionado.

Mi teléfono vibró mientras la pantalla se iluminaba mostrándome la imagen de una fresa por enésima vez en el día, tomé un respiro y deslicé mi dedo por la pantalla.

—Querida fresita, ¿A qué se debe tu llamada? ¿Me extrañas? —Estaba seguro de que ella había puesto los ojos en blanco.

— ¿Por qué estás llevándome de campamento? —preguntó, su tono de voz me hizo sonreír, esto sí que la había cabreado.

— ¿Por qué no puedes lucir tan feliz como tu loca amiga? —Sinceramente no sé cómo reaccionó su mejor amiga, mandé a mi mano derecha a invitarla y él se mostró muy feliz con eso.

Celarium [Editando muy lentamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora