»Capítulo 20« {final}

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—No tienes que hacerlo amor, no eres su jardinero, ¡Ni siquiera te pagan!

—Se lo prometí... Además Jimin también vino a cuidar de mis bebés cuando nos fuimos.

—¡Son malditas flores! ¿Qué podría pasarles? Suficiente que tenemos a ese demonio peludo. —Dijo señalando al gato que se encontraba durmiendo en el sofá.

—Vamos Namjoonie, servirá para extorsionarlos luego...

—Está bien... —Dijo rodando los ojos. —Vamos.

Llegaron hasta el edificio que estaba literalmente en la esquina de su departamento y entraron con la copia de la llave que les había dejado Hoseok.

—¿¡Esto es en serio!? ¡Son sólo dos malditas flores!

—No lo entiendes, son dos flores que necesitan agua para vivir al igual que tú. —Jin tomó la regadera y la llenó de agua. —Inténtalo amor, es divertido.

Namjoon tomó la regadera y comenzó a vertir agua en las macetas. No era exactamente divertido, pero era entretenido.
Una vez que terminó de regar las dos flores, Jin comenzó a recorrer la casa en busca de algo que hacer.

—Por dios... La cama es un desastre.

—Amor, está... Bien.

—Claro que no lo está, esa es la almohada de Jimin y está en la parte de Hobi. —Un escalofrío recorrió el cuerpo del menor.

—¿C-Cómo sabes dónde duermen o cuál es su almohada?

—Hoseok siempre duerme del lado izquierdo y conociendo a Jimin y su amor por las almohadas grandes es fácil intuir que esa es la suya.

El mayor ya había aspirado la habitación y cepillado los azulejos del baño.

—Jin, ya está todo malditamente impecable, ¿Podemos irnos?

—Sí... ¡Oh! Las flores, deberíamos regarlas otra vez.

—¡No! Vámonos.

—A-Ahí no les da la suficiente luz solar, voy a llamarlos y...

—No, Jin. El problema no son las flores, ¡El problema es que no puedes estar lejos de Hoseok!

—No es cierto...

—Jimin me rogó que no pasara lo que en sus vacaciones anteriores.

—A penas los llamé las vacaciones anteriores.

—Jin... Tuvieron que regresar antes porque los llamaste tantas veces que creyeron que había pasado algo.

—Eso les pasa por no responder... ¿Por qué tienen que irse tan lejos?

—Porque ya son adultos, déjalos vivir su vida.

—Hobi aún es un bebé... No puede vivir sin mí, ¡Y ni hablar de Jimin! Es como un niño cuidando de otro niño.

—Hoseok está por cumplir 23 años...

—Pero... Si no lo cuido no tendría nadie a quién cuidar.

—A esta altura podrías tener tu propio hijo... Además Hoseok no es la clase de persona que necesita ser cuidado.

—¿Qué... Dijiste? —Preguntó sonriendo.

—Que no es la clase de persona...

—No, antes de eso.

—Que podrías... —Volvió a pensar lo que había dicho y quiso golpearse a sí mismo.

—¿De verdad podríamos? —Preguntó ilusionado.

—Jin, no... Eh... No lo decía por... Sí pero... En realidad... —Ya había metido la pata.

Sólo Inténtalo {Hopemin} (para la kai juas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora