Capítulo 6

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No sabía que pasaba, todo permanecía quieto....Sentí unas manos agarrarse a mí, y las acaricié con suavidad.

-Lou, estoy contig...-mi voz se apagó a mitad de la frase.

Esas no eran las manos de Lou, eran mucho más fuertes y firmes que las suyas. Intenté levantarme, pero fui derribado al suelo. Alguien puso su rodilla en mi cuello, impidiéndome respirar y abrí la boca en busca de aire, sintiendo como metían un pequeño comprimido en mi boca, el cual tragué involuntariamente. Lentamente, fui perdiendo la consciencia de lo que sucedía a mi alrededor, mi cuerpo parecía pesar demasiado, mis párpados se cerraban mientras alguien me levantaba.....

                                                                                  **********

Desperté en un pequeño cuarto por el que apenas entraba la luz. Todo estaba oscuro, pero mis ojos rápidamente se acostumbraron a la casi total oscuridad del lugar. Intenté levantarme, pero unas cadenas ataban mis piernas a la pared, y unas esposas unían mis manos. A pocos metros de mí, había una figura encogida sobre sí misma en un ovillo. Temblaba. Me acerqué a ella como pude, en silencio. Al ver de quien se trataba, toqué su hombro con suavidad.

-Lou....-susurré.

-¡Harry! -gritó Louis, asustado.

-Tranquilo, te sacaré de aquí.-Dije poniendo un dedo sobre sus labios.- Si no te han escuchado, aún podemos salir de aquí.

Él únicamente asintió.

Pero nos habían oído. La puerta de abrió de golpe y mi padre entró en la sala. Pero para mi sorpresa, no estaba solo. Un hombre igual a él caminaba a su lado. Mi tío Erik, el gemelo de mi padre; estaba con él. Cuando ambos me vieron, una sonrisa se formó en los labios de mi tío:

-Cuánto tiempo Hazz...¿Como va todo? ¿Fue divertido el entierro de tu hermana? No pude preguntártelo antes.

Apreté los puños, mirándolo con ira y rabia.

-No la nombres....Y no me llames Hazz. No tienes derecho a llamarme así. Solo tres personas pueden hacerlo, y ya has matado a una de ellas.

-Dos.-Me corrigió.- Matamos a mi querida cuñada, tu madre, ayer por la noche, después de traeros aquí. Pero tranquilo, nadie sospechará nunca de nosotros, fue un incendio. Aunque ya nos encargamos de dejar la casa intacta.

-L-la quemasteis viva...-dije con un hilo de voz ahogando varios sollozos, prácticamente sin voz.

-Tenías que haber escuchado sus gritos.....Como te llamaba....Como pedía auxilio....-corroboró mi padre sonriendo- Fue el asesinato más divertido de mi vida.

Al principio, sentí como si me dieran una bofetada y parpadeé varias veces. No podían haberla matado...A ella no.Mis pensamientos se bloquearon, y comencé a marearme. Louis se apegó a mi todo lo que las cadenas le permitían.

-L-lo siento mucho....-.Me susurró con dulzura y sin poder contener más las lágrimas, rompí a llorar sobre su hombro.

Escuché a ambos hombres reír, pero yo no podía detener mis lágrimas. Igual que habían comenzado, las risas se apagaron y mi padre habló:

-No te queda más familia que él-señaló a su hermano- y yo -se señaló a sí mismo-¿Quien es esa tercera persona?

Mordí mi labio sin responder, pero le dediqué una fugaz mirada a Lou, quien me miró con sorpresa.

-¡Respóndele a tu padre! -Me gritó tío Erik, mientras yo permanecía inexpresivo.

Me agarró por la camiseta, levantándome violentamente, hasta el punto de rasgarla en el acto y hacerme caer al suelo.

-Joder...-farfullé dolorido.

-¡Cuidado! -gritó Louis empujándome.

Escuché un estruendoso golpe y cuando lo miré, Louis estaba contra una pared, apenas se movía.

-¡LOUIS! -Grité intentando ir hasta él, pero las cadenas me lo impedían.

Seguí tirando con desesperación, sin importarme que las muñecas empezasen a sangrar, sin importarme cuando mi muñeca derecha se rompió de la fuerza que hacía. Solo tenia ojos para Louis. Mi padre y mi tío reían a carcajadas, mientras tiraban de las cadenas de mi pies hacia atrás bruscamente, haciéndome caer.

Tras una media hora aproximadamente, parecieron cansarse del juego y me hicieron caer de nuevo, pero esta vez, no me permitieron levantarme.

Aguantando el dolor, apreté los dientes mirándolos y sin que pudiera evitarlo, me pusieron boca arriba y mi padre se subió sobre mi pecho, mientras tío Erik se sentaba en mis piernas. Ahogué un grito de dolor e intenté separarlos, con el peso de mi padre no podía respirar, y por el de mi tío no podía moverme lo más mínimo. Inclinándose sobre mi, oprimiendo cada vez más mis pulmones mientras yo daba grandes bocanadas de aire intentando respirar, mi padre susurró en mi oído.

-Para que veas que soy generoso, te sugiero un trato, hijo....Tu te quedas aquí, me complaces y obedeces, y él -señaló a Louis- Se irá sano y salvo.¿Qué me dices?

Yo, un suicida. Tú, mi esperanza de vida. ||Terminada|| Wattys 2017Where stories live. Discover now