Capítulo 3

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Desperté envuelto en un sudor frío. Estaba en mi habitación. ¿Lo habría soñado todo? Miré la habitación y me levanté.

No, definitivamente esa no era mi habitación. Esta estaba mucho más ordenada y no había rastros de sangre por ninguna parte...A excepción de unas gasas ensangrentadas, sobre las que había una bala y unas pinzas. ¿Donde diablos estaba?

Tomé mi chaqueta dispuesto a irme, cuando lo vi en una esquina de la habitación, dormido sobre una silla y con la cabeza ladeada hacia la cama.

-¿Louis?-Pregunté en un susurro, pero estaba profundamente dormido. Miré el reloj: Eran las 5am, no iba a despertarlo tan pronto.

Lo tomé en brazos y un satisfactorio dolor agudo procedente de mi costado recorrió mi cuerpo cuando me agaché para dejarlo sobre la cama. Gimoteó alterado entre sueños, y acaricié su mejilla para intentar tranquilizarlo. ¿Porque diablos me preocupaba tanto por él? ¡Si apenas lo conocía!

Viendo imposible conciliar el sueño, dejé mi mente vagar, con los ojos entrecerrados.



"Me encontraba en mi casa, todo parecía tan antiguo....Volvía a tener ocho años, y todo tenía ese pulcro orden que tanto me incordiaba.

-¿Donde está tu padre?-.Preguntaba mi tío, arrinconándome en una esquina de la cocina.

-N-no lo sé-.Balbuceaba yo torpemente mientras sentía la punta de un cuchillo clavarse en mi tersa piel. Por alguna razón, no me satisfacía ese dolor, sino que me hacía daño, quería, más bien; necesitaba que parase.-¡T-te lo juro, no lo sé!

En ese momento mi hermana mayor, Gemma, entraba a la cocina. Al vernos, ahogó un grito y yo empujé a mi tío, haciéndolo caer. Corrí hasta mi hermana y tomé su mano, la cual ella soltó.

-Corre a la habitación Hazz, enciérrate allí. Voy detrás tuya, ¡pero enciérrate bien!-Me gritó empujándome fuera de la sala.

Confiando en ella, salí y me encerré en mi cuarto....Pero ella jamás me siguió. La escuché gritar, y luego silencio. Tras un largo rato decidí salir de mi habitación, y esta vez fui yo quien gritó al ver el cadáver de mi hermana frente a la puerta. Asustado y pálido, me incliné hacia ella, acariciando su rostro y estallando en lágrimas:

-¿Gemma? Gemms porfavor...n-no me dejes...Gemma....te lo suplico....

-Ya esta muerta. Desde hace unos diez minutos...No puedes hacer nada por ella.-Dijo una fría voz a mis espaldas-Si me hubieras dicho dónde está tu padre, Gemma seguiría viva.

Me giré para mirarle, aún llorando. Según lo veía, más le odiaba.

-¡NO LA NOMBRES, ASQUEROSO! -chillé, recibiendo un fuerte golpe como respuesta y quedando inconsciente."



Ahogué un grito abriendo los ojos de golpe. Un recuerdo....Solo había sido un recuerdo. Sentí unos brazos rodeándome y quise gritar y soltarme, pero me relajé al ver que se trataba de Louis. Desde que lo conocía, había cogido algo de peso. Sus manos ya no eran solo huesos, y su rostro no parecía tan esquelético.

Mi mente viajó automáticamente a todos los momentos que había pasado junto a Louis, y un fuerte sentimiento me llenó; felicidad. Pensar en Louis me alegraba de sobremanera, me hacía sonreír, me hacía sentirme completo...Recordé cuando mi hermana había tenido su primer novio, yo me reía porque ella decía que lo amaba. Le pregunté que como lo sabía, puesto que me parecía realmente gracioso y ella me respondió "Es difícil de explicar. Cuando te enamores, lo sabrás. No podrás imaginarte el vivir sin ella...." Recordé también la risa nerviosa de mi hermana al hablar, la misma que le había echo detenerse, puesto que era la única que sabía a cerca de mi orientación sexual. "...o bueno, él, su bien, será tu prioridad. Necesitarás verle con todas tus fuerzas. Harás cosas por él que jamás creíste que harías por nadie, harás lo que sea, lo que sea, para verlo feliz....Ya lo verás".

Un gruñido me sacó de mis pensamientos, y sonreí al ver a Louis despertar.

-Buenos días -susurré con dulzura, inusual en mí.

-Mhm -recibí como respuesta mientras se abrazaba a mí.

Correspondí el abrazo protectoramente, besando su frente y al ver que abría los ojos, no pude evitar dedicarle una ligera y fugaz sonrisa.

-Harry....¿puedes prometerme algo?-preguntó Louis mirándome, bastante dudoso.

-Cla-claro -asentí sorprendido.

-¿Me prometes que no volverás a cortarte?

Fue completamente imposible para mí esconder la sorpresa de mi rostro. ¿Dejar de cortarme? Cortarme era mi calmante, mi suero, mi anestesia, mi droga. Lo necesitaba más que a nada....En ese momento detuve mis pensamientos de golpe. Había una cosa más que necesitaba más que cortarme. Asentí mirándolo.

-Te lo prometo....Si tu dejas de vomitar y de decir que estás gordo.

Vi misma expresión de desconcierto que había habido en mi rostro momentos antes, formarse ahora en el rostro de Louis. Tras unos segundos, asintió con la cabeza.

-Te lo prometo-dijo en un susurro.

Las palabras de mi hermana regresaron a mi cabeza, y traté de pensar en lo que ella de había dicho, analizándolo en mi caso.

"No podrás imaginarte tu vida sin él...."Intenté imaginarme sin Louis....y mi mundo se me cayó encima.

"...su bien será tu prioridad...." Recordaba lo mal que se sentía cuando decía que estaba gordo...Y como yo hacía todo lo posible para demostrarle que eso no era cierto.

"Necesitarás verle con todas tus fuerzas...." Los encuentros con Louis eran lo único que me incentivaba a ir al psicólogo, porque sabía que si iba, allí estaría él.

"Harás cosas por él que creíste que jamás harías por nadie..." cuanto lo había visto entristecido por el comentario de aquella niña (probablemente ideado por su madre) había saltado a defenderlo como nunca había echo por nadie.

"....harás lo que sea para verlo feliz...." Había prometido dejar de cortarme, solo porque él así me lo había pedido.

Fue entonces cuando de mi cuenta de que....Estaba profundamente enamorado de Louis Tomlinson.

Yo, un suicida. Tú, mi esperanza de vida. ||Terminada|| Wattys 2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora