-Exhaló un suspiro prolongado pero fingido-. ¿Quién sabe si mi brazo volverá algún día a estar como antes?-

-¿Así que por eso haces teatro? -dijo Harry, cortándole sin querer la cabeza a un ciempiés muerto, ya que la mano le temblaba de furia-. ¿Para ver si consigues que echen a Hagrid?-

-Bueno -dijo Malfoy, bajando la voz hasta convertirla en un suspiro-, en parte sí, Potter. Pero hay otras ventajas. Weasley, córtame los ciempiés.-

Unos calderos más allá, Neville afrontaba varios problemas. Solía perder el control en las clases de Pociones. Era la asignatura que peor se le daba y el miedo que le tenía al profesor Snape empeoraba las cosas. Su poción, que tenía que ser de un verde amarillo brillante, se había convertido en...

-¡Naranja, Longbottom! -exclamó Snape, levantando un poco con el cazo y vertiéndolo en el caldero, para que lo viera todo el mundo-. ¡Naranja!- Dime, muchacho, ¿hay algo que pueda penetrar esa gruesa calavera que tienes ahí? ¿No me has oído decir muy claro que se necesitaba sólo un bazo de rata? ¿No he dejado muy claro que no había que echar más que unas gotas de jugo de sanguijuela? ¿Qué tengo que hacer para que comprendas, Longbottom?

Neville estaba colorado y temblaba. Parecía que se iba a echar a llorar.

-Por favor; profesor -dijo Hermione-, puedo ayudar a Neville a arreglarlo...-

-No recuerdo haberle pedido que presuma, señorita Granger –dijo Snape fríamente, y Hermione se puso tan colorada como Neville- Allison que ya había terminado de cortar las raíces para Draco se fue al lado de Hermione y dijo:

-no está presumiendo, solo intenta ser amable- Snape la quedo mirando, Allison pensó que le iba a decir algo, pero solo se dio la vuelta y se marchó a su escritorio.

Longbottom, al final de esta clase le daremos unas gotas de esta poción a tu sapo y veremos lo que ocurre. Quizá eso te anime a hacer las cosas correctamente.

Snape se alejó, dejando a Neville sin respiración, a causa del miedo.

-¡Ayúdenme! -rogó a Hermione y Allison.

-¡Eh, Harry! -dijo Seamus Finnigan, inclinándose para cogerle prestada a Harry la balanza de bronce-. ¿Has oído? El Profeta de esta mañana asegura que han visto a Sirius Black.

-¿Dónde? -preguntaron con rapidez Harry y Ron. Al otro lado de la mesa, Malfoy levantó la vista para escuchar con atención.

-No muy lejos de aquí -dijo Seamus, que parecía emocionado-. Lo ha visto una muggle. Por supuesto, ella no entendía realmente. Los muggles piensan que es sólo un criminal común y corriente, ¿verdad? El caso es que telefoneó a la línea directa. Pero cuando llegaron los del Ministerio de Magia, ya se había ido.-Harry miro a Allison quien había oído todo.

-No muy lejos de aquí... -repitió Ron, mirando a Harry de forma elocuente. Dio media vuelta y sorprendió a Malfoy mirando.

-¿Qué, Malfoy? ¿Necesitas que te pele algo más?-

Pero a Malfoy le brillaban los ojos de forma malvada y estaban fijos en Harry. Se inclinó sobre la mesa.

-¿Pensando en atrapar a Black tú solo, Potter?-

-Exactamente -dijo Harry.

Los finos labios de Malfoy se curvaron en una sonrisa mezquina.

-Desde luego, yo ya habría hecho algo. No estaría en el cole como un chico bueno. Saldría a buscarlo.-

-¿De qué hablas, Malfoy? -dijo Ron con brusquedad.

-¿No saben, los Potter...? -musitó Malfoy, casi cerrando sus ojos claros.

La hermana de Harry Potter (libro: el prisionero de Azkaban)Where stories live. Discover now