Capítulo II: Toma de contacto

5.7K 443 20
                                    

Era imposible.

Jamás en mi vida un partido de baloncesto me había fatigado tanto. Jamás pensé que jugaría contra dos personas de tanto nivel...

Himuro-san era increíblemente bueno...supongo que yo también le sorprendí, pues algunas de mis jugadas lo dejaron parado, y sí. En algún momento le pasé. Pero sólo alguno...y cuando le pasaba ahí estaba él. El muro.

Murasakibara no sólo era bueno. Era un genio. Si Dios existe creó a éste chico para jugar a básquet. Por más que salté, o tiré a canasta...nada. Cero. Imposible.

-Vaayaa...pues no eres tan bueno como dijeron. Que decepción...-Bostezó sin ganas mientras me miraba. Por favor si ni tan siquiera estaba cansado. Y yo no podía casi ni respirar.

Bueno...es lo que querías ¿no? alguien a quién no poder ganar. ¿y ahora que?

Sonreí, y para no echarme a reír con fuerza me mordí el labio inferior.-¿Se puede saber por qué pones esa cara de satisfacción si te estoy ganando?-

- Por qué eres justo lo que he estado buscando...-Cogí el balón para sacar.-Por fin tengo un obstáculo que pasar- Le pasé el balón a mi compañero y sin darle tiempo a nada más pasé por su lado corriendo como nunca. Sentía el cansancio recorrer cada centímetro de mi piel. ¡Pero por dios que valía la pena! Me pasaron el balón y driblé tan rápido como me permitían los dedos.

-¡No Pasarás!- Mierda, Himuro. ¡Me olvidaba de él!- Defendí el balón. Una bonita cinta iría perfecta. Cómo las suyas, para que doliera más la derrota. No era fácil y presionaba muchísimo...sonreí mientras miré a mi compañero de la izquierda, pasé el balón por detrás, justo entre mis piernas, y mientras me movía para hacer un pase agaché el cuerpo todo lo que pude y pasé por la derecha en cuanto vi que sus reflejos se movían hacia la dirección que yo quería

¡Bingo!

Pude ver su cara de sorpresa mientras pasé como un rayo por su lado. No pares. Sigue. Me quité sin problemas a los otros. Podía pasarla, pero no quiero. Es mi momento. Salté para clavarla con todas mis fuerzas. No hay nadie para impedir que...

Una mano enorme pasó por encima de mi, arrebatándome el balón. ¡No me lo creo! Ví como caía con el balón en la mano y que corría hacia la canasta. Sin pensar siquiera corrí tras él. No sabía que podía correr tan rápido pero aún así me llevaba ventaja. Justo cuando empezó a saltar para clavarla él traté de hacerle la misma jugada. Salté tan alto como pude...era imposible llegar, era imposible siendo él tan alto...¡pero toqué el balón! Lo cogí con las dos manos para contrarrestar su fuerza. Su cara era un poema al ver que lo había alcanzado en el último momento, pero no cedió y pude sentir su fuerza al clavar el balón.

Y si, el balón entró. Canasta. y ejerció tal fuerza para ello que yo caí de culo. Fue como una película: a cámara lenta podía ver el cielo, oí los gritos de sorpresa...y el ruido de mi culo al impactar contra la pista.

Madre mía. Por orgullo propio aguantaba las lágrimas de dolor mientras me incorporaba lentamente. Murasakibara me miraba entre sorprendido y mosqueado. Parpadeé sin comprender muy bien por qué...mi gorra estaba en el suelo. Me llevé a mano instintivamente a la cabeza y pude notar mi pelo suave entre los dedos. Mierda. Cogí la gorra y me la puse enseguida.

-¿seguro....que no nos conocemos?-

-Ey! ¿estás bien?- Himuro se acercó a mí- Lo que has hecho es increíble

-¿Eeehh? La canasta la metí yo-

-Si. Pero te alcanzó. Eso pocas veces podrás verlo- Sonrió de tal modo que no puede menos que sonrojarme. Carraspeé mientras me arreglaba la gorra y el resto se acercaba.

-Buen juego- Dije evitando mirar a Murasakibara.-Lo siento, tengo que irme. Se está haciendo tarde. Espero poder jugar con vosotros otro día- Y me fuí sin esperar ni protestas ni despidos. Sólo con el sabor de la derrota en la garganta y un tremendo dolor en el trasero.

-------

Todos se miraban sorprendidos por la brillante huída del chico nuevo.

-Quizás no soporta perder.- Dijo uno de ellos- En todo caso es casi hora de comer. Deberíamos irnos todos.

Himuro miró a Murasakibara, que estaba serio mirando el suelo.-¿Que piensas?-

-Le he visto en otra parte, seguro.- El chico moreno rió divertido-Mira que tu tienes mala cabeza para recordar a la gente-

- ¡No seas molesto! Por eso sé que le conozco precisamente...pero no sé de que.

-Sea quien sea se ha llevado un buen porrazo. Es bastante bueno. Reconoce que no esperabas que te pillara

-MMmmmmm- Murasakibara fue hacia su mochila para coger una barrita. Le estaba irritando mucho no recordar dónde le había visto. En un partido no. Eso estaba seguro. Recordaría ese estilo sin duda...le pegó un bocado a su chuchería mientras el resto de gente se iba. Una riñonera solitaria se quedaba abandonada en un lado del banquito

-Eeeey...¿no es de nadie?- Todos negaron mientras Himuro se acercaba a él

-Puede que fuera de éste chico. ¿No dijo como se llamaba?

-Si, era Niky...no recuerdo el apellido, parecía extranjero.-Murasakibara y Himuro se miraron ante la contestación del otro chico. Se quedaron solos.

- Dentro debe haber una dirección. Podemos llevarlo a su casa o a su escuela

-(T/N) (T/A), pone aquí- Murasakibara sacó un carnet de identificación. Se quedó mirando la foto, sorprendido
-Atsushi, ese nombre es..
-Ya recuerdo dónde le vi antes!- dijo cortando a Himuro y enseñando el carnet mientras sonreía - Ya sé quién es.


Siempre DulceKde žijí příběhy. Začni objevovat