Capítulo I: Presentaciones

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Superarse nunca es fácil.
Siempre hay que dedicar tiempo al entrenamiento, estar en forma, no rendirse...

Para la mayoría de las personas claro.

Pero cuando naces con un don especial cambian mucho las cosas: no hace falta entrenar, las cosas salen solas, así, sin plantearse. No te cansas, no te esfuerzas...
Pero claro, si eres invencible, ¿quién va a querer jugar contigo?

Esa mañana tan soleada era perfecta para cambiar las cosas. Cogí mi balón de básquet,mi gorra de la suerte y con un fuerte Hasta luego me despedí de mi padre y mis hermanos.
La ciudad deAkita estaba animada. Los días festivos eran eso. Fiesta. Sin más. Había gente feliz paseando,críos, parejas...chavales jugando al básquet. Ahí había una oportunidad.
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-Si tienda favorita como siempre estaba abierta. Había tanto para escoger...tantas dulces chucherias...no lo parecía, pero las escogía con cuidado. No repetir sabores era importante para que cada dia fuera diferente.
Miró a ambos lados, fijándose en la gente que había en la tienda. Cinco días, y nada. Otro día más sin verla...¡que molesto! Estaba seguro que volvería a por más chucherías y entonces...
Atsushi, ¿estás escuchandome?
-Muro-chin...estaba concentrado...-Ambos chicos salieron de la tienda, uno más cargado que otro.
Era un buen día para tomar el aire, pese a que Himuro insistiera en que debían ir a entrenar. Murasakibara no lo veía tan claro. ¡Era fiesta! En fiesta se descansaba, se comían chucherias y se veía la televisión. Había aceptado salir para ir a por chucherias, además aún mantenía las esperanzas de verla, pero no tenía nigunas ganas de jugar a básquet.
-¡Mira! Están jugando en la cancha. ¡Vamos!
-NOOooo~~~sabía que harías esto. No quier...Muro-Chin! ¡No me dejes hablando sólo!

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Tres de cuatro ganadas. ¡No estaba mal! Tenía que esforzarme para mantener un ritmo más rápido de lo normal, pero estaba valiendo mucho la pena. Hice bien en preguntar si podía participar...
-¡Que grande!
-Tío eres muy bueno...¡ey! Ahí está Himuro, del Yosen...
Miré hacía la entrada de la cancha pública. Le conocía de vista. Ése chico jugaba en uno de los mejores equipos del país. Además venía de América, Y tenía un estilo único. Muy personalizado.
-¡Hola! ¿qué jugais a tres equipos? Me encantaría jugar.
-¡Vaya modales!- rió uno de los chavales del equipo contrario y se acercó para saludarle.
-Siempre es un placer jugar contigo,¿vienes sólo?
-Pues en verdad...- Una mano enorme atrapó la cabeza de Himuro y empezó a moverla en círculos.
-¡Es muy molesto dejar hablando sólo a alguien!
-Te pido disculpas, Atshu...

¡Murasakibara!

Todos se quedaron callados y sorprendidos al ver a un chaval tan joven que mide más de dos metros...Murasakibara era famoso por su tamaño, Por su juego y por ese carácter bonachón de niño pequeño.
-¿Vais a jugar?
Ambos me miraron. No sé para que abrí la boca. Me coloqué mejor la gorra y traté de mantener la mirada lo mejor que pude.
-¿Nos conocemos?- Murasakibara me miró fijamente. Mierda.
-Imposible. Acabo de llegar a la ciudad...Te confundiras con otro...
- Eh, eh. Vosotros sois jugadores de primera. ¡Tenéis que ver como juega el nuevo!
-Por mi ahora mismo.¿Podemos pues entrar a jugar?
-Aahhh..yo no juego. Acabo de empezar una bolsa de patatas
-Atsushi si la compartes acabarás antes y podrás jugar
Eso pareció horrorrizar al gigante. Pues rumoreó una especie de "jamás" y empezó a vaciar la bolsa tan rápido que parecía un hámster comiendo.
Miré a otro lado, aguantando la risa, pero éste me pilló infraganti.
-¡No te rías de mi!¡Te aplastare si lo haces!
-No no...No me ri...bbbffff
Estaba cabreado. Se puso bastante rojo y terminandose la bolsa de patatas ÉL SOLO se puso frente a mí
-Muy bien, novato. A ver si eres tan bueno. PIENSO APLASTARTE.


Siempre DulceWhere stories live. Discover now