Como perros y gatos - Camren

Capítulo 9

Solo una aclaración, en este fic Lauren no habla español, Camila si.

Camila POV

"No lo hagas, ¡Camila!" Arturo traga saliva, pero es demasiado tarde. Ya le he dado mi brazo a Lauren y no puedo recuperarlo. Si, su agarre es así de apretado.

Uno de estos días voy a aprender que cuando Lauren me diga que le de mi brazo, debo parar y pensar en ello. Tal vez si de verdad me detengo, me daré cuenta de que no debería hacerlo. Porque Lauren es MALVADA.

Claramente, es demasiado tarde para mí hoy; lo que probablemente sólo me hace estúpida. Quiero decir, incluso con la forma en que lo dijo en esta ocasión, incluso con la forma en que enfatizó cada palabra de una manera que sugiere que va a arrastrarme a una zona aislada y me cortara en pedazos, aun así le di mi brazo, y sin la más mínima vacilación debo añadir. ¿Ven? Estúpida.

Ella comienza a tirar de mí, marchando hacia la escuela. Al pasar por nuestra mesa, tomo un poco más de papitas del plato de Lauren con mi mano libre. Si voy a morir, no voy a tener el estómago vacío cuando me vaya.

Lauren se vuelve un poco y me mira ferozmente. Sin romper su paso en lo más mínimo, extiende su mano libre, rompe mis papitas en un millón de pedazos, y las deja caer al suelo.

"Oh hombre," yo lloriqueo, lamentando la perdida de mi comida.

Lauren me tironea incluso más duro y camina más rápido. Es más que evidente que no puede esperar a llegar a dónde vamos. Yo, por otra parte, no estoy tan entusiasta como ella, así que arrastro mis pies. Podrían pensar que esto frenaría un poco su velocidad, pero no es así. Acabo tropezándome con mis propios pies un montón de veces.

Un pasillo vacío después, terminamos en el armario del conserje. Yo no quiero ir allí con ella. Hay cosas allí... como guantes para ocultar sus huellas digitales, productos químicos para limpiar la sangre, bolsas de basura para volcar mi cuerpo triturado, y puedo apostar que Lauren ya tiene las tijeras.

Empuja la puerta abierta y hago un esfuerzo para resistirme a entrar, pero con un tirón muy fuerte estoy metida en el armario del conserje. Para empeorar las cosas, Lauren empuja el carrito de servicio delante de la puerta una vez que está cerrado. El armario no se puede bloquear desde el interior, por lo que acaba de hacer un poco más difícil que alguien venga a rescatarme.

"¿Algo que quieras decir, Cabello?" Ella pregunta una vez que se da la vuelta para mirarme.

"Todavía tengo hambre." Me quejo.

Rayos. Realmente tengo que pensar antes de hablar. ¿Todavía tengo hambre? ¿Realmente quiero que aquellas sean mis últimas palabras? ¿Qué hay de 'no me asesines por favor'? Eso parece más apropiado. Abro la boca, lista para añadir esa parte pero Lauren me interrumpe.

"¿Sabes por qué estamos aquí, nena?" Ella se burla.

Yo frunzo el ceño. "Estamos solas. ¿Por qué me llamas nena?"

Ella me ataca. De la nada, ella... se abalanza hacia mí. Sus manos en forma de puños sujetan el cuello de mi camisa y me empuja hasta que llego a la escalera de hierro detrás de mí.

Duele, pero estoy demasiado sorprendida incluso para notar cuánto. Se inclina, lo suficientemente cerca como para darme un beso con tan solo torcer sus labios. Yo tiro mi cabeza hacia atrás. Por la forma en que está mirándome, no tengo ninguna duda de que en este momento, en este mismo momento, un simple beso de ella me haría daño.

No sé lo que hice para hacer que sus ojos o sus fosas nasales estén tan amplios, pero sé que he conseguido enojarla más de lo que nunca he hecho en el pasado. Y cuando me entere de lo que hice para enojarla, estoy segura de que nunca voy a hacerlo de nuevo.