46. Papá Luke.

3.9K 249 65
                                    

— ¿Interrumpo algo? — dije mirándolos con una ceja alzada.

—Mackenzie, no es lo que tú crees— me dice Nash acercándose a mí.

— ¡Se lo que vi! — exclamo mirándolo sería— sabía que nada bueno traías entre manos— le digo a Scarlet.

—No le digas a Hayes, por favor, va a sufrir mucho— rogó ella.

—Eso debiste pensarlo antes ¿No crees?

—Te juro que no se volverá a repetir, pero...

—No jures nada— la callé— si lo hiciste una vez lo harás mil veces más.

—Mackenzie no le digas, por favor— rogó nuevamente.

—Desaparece de mi vista.

—Pero...

— ¡Ahora si no quieres que te saque a patadas!

Ella suspiró y se fue.

—Mackenzie...— masculló Nash.

— ¿Cómo puedes permitir esto? — le digo poniendo una mano en mi cintura.

—Pero si me negué— se excusó.

—Claro, pero no fue suficiente Nash. Están en juego los sentimientos de tu hermano, y no le voy a decir nada porque es muy pequeño para sufrir, sólo tiene 13 años y...— respiré algo agitada— se lo que se siente que tu novio termine contigo.

—Me gustaría saber por qué me lo reprochas.

— ¡Ah y además te lo preguntas! — le digo incrédula.

—Si, porque tu actitud parece de una chica MUY celosa— dijo acercándose a mí un poco más.

—No seas idiota, Nash, no estoy celosa— me crucé de brazos evitando su mirada.

—Deberías entenderme, cualquiera se pone nervioso con que se le acerquen a una distancia impudente— murmuró acercándose más a mí.

— ¿Ah sí? — me atreví a mirarlo— pues yo no.

— ¿Segura? Porque tu barbilla está temblando— susurró en mi oído y al darme cuenta intenté detener ese pequeño tic nervioso.

—Nash, aléjate o te vas a arrepentir— le advierto.

Me miró rosando levemente nuestras narices y se rió.

— ¿Y qué vas a hacer?

—Algo que nunca le he hecho a ninguno de ustedes, y quizás seas el primero.

Volcó sus ojos y redujo el espacio entre nuestros labios, pero aún no hacían contacto. Levante mi rodilla dándole en su entre pierna levemente y soltó un chillido mientras que se inclinaba llevándose las manos hasta allí.

—Te lo advertí Nash, tú no me pones nerviosa— le digo.

— ¿Dónde está la Mackenzie que conozco? — dice mirándome con un rostro de dolor.

—Ésta es la verdadera Mackenzie, Nash, ya no soy débil, dejé pasar un ciclo y ya no soy una niña, maduré lo suficiente como para darme cuenta que debí haber hecho eso mucho antes.

—Está bien— dijo un poco más recuperado— me lo merezco.

—Bien, ya es tarde— habla Luke quien hace poco había llegado— la fiesta terminó, Mackenzie debe descansar.

—Ok, papá— bromeé volcando mis ojos— supongo que me vas a acompañar por que en mi casa no hay nadie.

—La verdad es que no puedo, tengo un asunto pendiente...

La desterrada  ›  Old MagconDonde viven las historias. Descúbrelo ahora