CAPÍTULO 19

3.7K 352 131
                                    

-¡¡Aaahhh!! ¡Me duele por favor! No me hagas daño...- dije perdiendo la voz y dejando que mis lágrimas salieran sin control.
-¿Te gusta? ¡Habla! Maricón asqueroso solo te mereces que te de ostias hasta que te rompa el estómago. Eres la desgracia de tu familia y del mundo entero. Maricón de mierda, asqueroso y encima cotilla. Lo tienes todo tío.-
Y diciendo esto, me lanzó fuerte contra el suelo haciendo que mi cabeza se golpeara.

Hacía ya unos cuantos minutos desde que Jin me había pillado ojeando las fotos que se le habían caído a Suho. Y sin haberme dado tiempo a reaccionar se había agachado agarrándome del cuello de mi camisa estirando de ella, haciendo que me pegara más a este.
Al principio sólo propinaba golpes a mi estómago y yo me dedicaba a pedirle que parara. Hasta que me armé con un poco de valor y agarré su mano con la que golpeaba y la aparté. Empezando a hablar:
-¿Por qué tenía Suho esas fotos? ¿Cómo las ha conseguido?
-No te importa.- Y dicho esto me dio una patada en la espinilla.
-¡Creo que si me importa si aparezco en ellas siendo que no me las he hecho yo!- Dije encarándome a él después de haberme quejado por la patada.
-Tienes razón, sales en ellas. Pues quédatelas. Pero tiene un precio.
-Me las iba a quedar me lo dijeras o no.
-No me vaciles niñato.- Y agarró mi muñeca apretándola. ¡Mierda! ¿Cuando pensaba curarse la puta muñeca?
-¿Has oído hablar de los cepillos de dientes? Porque te hacen mucha falta.- Bien Jungkook tentando a la muerte, con dos cojones.
-Mira cabrón, lo que te va a hacer falta a ti es un médico.
Y dicho esto agarró mi pelo y estiró hacia abajo con el fin de arrodillarme. Una vez que estaba a sus pies cogió las fotos que seguían en mi mano y con una de sus manos agarró mi mandíbula apretándola fuerte, para obligarme a abrirla, cosa que si seguía apretando así de fuerte conseguiría.
-Y ahora...pequeño intento de persona...voy a hacer que te tragues tus palabras. Mejor dicho tus fotos.
-¿¡Que!? No gilipollas, ¡Aléjate de mi ya!- Este chico no estaba bien del tarro, ¡quería hacer que me tragara las fotos! ¡Por la boca!

Su agarre se hizo más fuerte cuando empecé a mover las manos y los pies para que me soltara, pero sus uñas se clavaban más y más en mi piel. Hasta que un gemido salió de mi boca, cosa que no desaprovechó él gilipollas para meterme una foto en la boca y empujando haciendo que me atragantara.
-¡Traga imbécil! Si te es mejor imagínate que es una polla, que se que te gustan.
Yo solo intentaba escupirlas mientras le daba intentos de puñetazos en cualquier parte. Pero él agarre de mi mandíbula y los rápidos movimientos arriba y abajo habían hecho que pequeños trozos de foto se rompieran y finalmente cayeron en mi garganta haciéndome que soltara una arcada. Y así fue como me soltó.
Después de pegarme otro empujón con la punta de su zapatilla, se fue con la cabeza bien alta y con la sonrisa de hijo de puta puesta en su cara.
Estuve esperando un rato hasta que logré recomponerme un poco y cuando pude incorporarme guardé los restos de fotos en mi bolsillo y agarré mi móvil que se encontraba en este.
Marqué el 112 y dije mi dirección y que vinieran en seguida con la voz entre cortada. No sabía si se lo habían creído o pensaba que solo se trataba de alguna broma telefónica, pero esperaba que llegaran pronto porque el dolor que sentía en mi estómago crecía y estaba empezando a marearme un poco solo de pensar que me había tragado la tinta de las fotos y lo que viene siendo el papel entero. Así que solo me recosté en la farola que tenia cerca y cerré mis ojos.

Lo próximo que recuerdo es que me encontraba sentado en la camilla de una ambulancia y varios médicos toqueteaban cables de aquí y allí mientras decían palabras como indigestión, jeringuilla, hospital, etc...
Abrí un poco los ojos he inspeccioné todo el lugar. En esos momentos la ambulancia había dado un frenazo y las puertas se habían abierto dejando paso a dos hombres más, que se unieron al traslado hacia el interior del hospital.
¡Puto Jin! Por su puta culpa me encontraba tan mal, y solo por unas putas fotos. Aunque pensándolo mejor, yo no las hubiera encontrado si el gilipollas de Taehyung no me hubiera tirado de su casa diciéndome que era un maricón. Y a mí que me daba pena y todo. Incluso pensaba quedarme en su casa a dormir para que no estuviera solo...

Sumido en mis pensamientos ya habíamos empezado a traspasar las puertas de la entrada principal cuando mis ojos se cruzaron con los de un chico, no más alto que yo, con el pelo tapándole casi los ojos, que tenía a un pelinegro detrás. Este se estaba dirigiendo hacia la puerta por la que hacía segundos había entrado yo, cuando se detuvo para observarme. El tiempo a mi al rededor se detuvo. El mundo cayó a mis pies, al saber que él no estaba buscándome arrepentido, si no que había ido a sacar de allí a su amigo. El gilipollas de Jimin.
Las lágrimas querían salir de mis ojos, pero por una vez las heridas de mi cuerpo dolían más que mi propia alma, que hacía ya algunas horas que había terminado de partirse. Así que ninguna gotita abandonó mis ojos delatando mi dolor.
Entonces el tiempo volvió a pasar para mí y la camilla que me llevaba encima fue arrastrada hacia delante de nuevo mientras oía a los médicos gritar cosas que no alcanzaba a escuchar con claridad porque mi cabeza seguía en él. En Taehyung.
-Habitación libre ¡Rapido! Su estomago está dañado. ¡Traigan ayudantes! Niño enfermo.
Varios médicos más salieron de entre las habitaciones, mientras uno gritaba a lo lejos.
-Habitación libre 328.
-Adelante, vamos vamos.
Y con estas palabras mis ojos se separaron de los suyos. Y los cerré con fuerza, puesto que sabía que lo que venía ahora no iba a ser un camino de rosas.

Detrás (Vkook)Where stories live. Discover now