Prólogo

277 24 5
                                    

14 de febrero de 1980 - Bozeman, Montana

Melissa se encontraba sentada en el asiento del parque. Un viento frío hacía que desease tener una campera en ese mismo momento. Steve seguía demorando, ya eran las 7 pm y estaba oscureciendo; la había citado una hora antes.

Poco le importaba, él le había prometido una gran sorpresa y esperaría allí.

Muchos árboles decoraban el paisaje, bancos alrededor de la pequeña plaza, hamacas y subibajas que habían marcado su infancia cuando su madre la llevaba para que jugase con sus primos.

Ya, con 18 años, debía tener una pareja estable y llegar libre de pecado al matrimonio, según su padre. Tuvo suerte de que Don Octavio hubiese aceptado a Steve, el hijo del herrero del pueblo. Los padres de Melissa se dedicaban al campo, a la fruta, concretamente. Buscaban un buen partido para su niña, que ya había crecido. Se notaba de lejos que a su padre no le caía bien el novio, pero no decía nada por su hija. Su madre, al contrario, sonreía a cada frase que su yerno decía.

¿Cómo no podía enamorarse de aquellos ojos grises, cabello castaño rizado y sonrisa brillante?

No se dio cuenta de que alguien venía de atrás y le tapó los ojos.

—¿Quién soy? —preguntó cantando la voz varonil.

—El novio más lindo de todo el pueblo —respondió y luego sonrió. Cuando le quitó sus manos de la cara se volteó hacia atrás para darle un corto beso.

—Toma, es para ti, princesa —le tendió una rosa blanca, era su favorita.

—Gracias —le dijo después de tomarla con la mano y aspirar su aroma.

—Te tengo otra sorpresa, pero primero debemos sentarnos cerca del pantano —indicó el chico tomando una manta de su mochila.

—No me gusta ese lugar, tiene olor feo —gruñó la muchacha.

—Aquí en el pueblo es lo único que se parece más a un río, quejosa —sonrió y tomó su mano para levantarla arriba.

Caminaron hacia la orilla del pantano, hacía mucho frío y había oscurecido.

—Ten —dijo Steve, ofreciéndole su campera.

—Gracias, cariño —respondió ella, mirándolo fascinada.

Se sentaron sobre la manta y sacaron de la mochila un par de sándwiches de jamón y refrescos. Un picnic perfecto.

—Meli, quiero proponerte algo —anunció el muchacho algo nervioso.

—Dime —ella tomó su mano entre las suyas.

—Tú quieres... —dejó de hablar. Sonoras risas se escuchaban en el parque.

—¿Qué sucede? —preguntó sorprendida.

—Hay más personas, creí que estábamos solos.

Se paró y caminó unos pasos. Ella se quedó sentada, un poco tensa.

—¿Y? —le dijo tomando un poco de refresco, lo que le provocó hipo—. Maldita sea —comentó la joven.

—Miren qué hay aquí, un par de tortolitos jurándose amor eterno —dijo un hombre calvo y gordo que salió de detrás de un gran árbol, acompañado de cuatro hombres más.

Asustado, Steve agarró su mochila y la sujetó fuerte.

Los hombres se acercaron y uno de ellos miró a Melissa como un tigre mira a su presa. Un nudo comenzó a formarse en su garganta; estaba a punto de llorar.

—¿Qué tienes ahí, niño? —le preguntó mientras se acercaba a él, pero echó a correr sin mirar hacia atrás.

—¡Corre, niñita, corre! —gritó el gordo.

Atónita, observó cómo su novio la dejaba sola con esos hombres. Uno de ellos empezó a manosearla.

—¡¡¡STEVEEEEEE!!! —gritó desesperada, pero el chico había desaparecido.

Otro hombre con barba larga le tapó la boca, dejándola sin poder gritar. Lágrimas brotaron de sus azulados ojos. Un tatuado, otro moreno y el calvo comenzaron a desnudarse.

—Tranquila pequeña, lo pasaremos bien esta noche —dijo mientras se desabrochaba el cinturón.

Sólo le quedó mirar hacia el pantano, con el dolor y la rabia que la consumían, pensando en que él nunca la había querido y poco le importaba lo que le pasara.

Tres días después.

"Última noticia. Informa Canal 12 noticias.

En el pantano de Parque Victorioso encontraron el cuerpo sin vida de la joven desaparecida, Melissa Scott, de 18 años, quien había sido violada y degollada por una o más personas.

Se encontró ADN y una manta en el lugar. Siguen buscando más pistas para hallar al culpable. Ampliaremos".

Victorious Park © #JusticeAwards2017 #SummerAwards2017 #EmpAwards #WritersAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora