CAPÍTULO 8: Un lunes diferente

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Puta resaca. Me desperté  a las tres de la tarde con un dolor de cabeza terrible, tanto que tardé diez minutos en decidir que tenía suficientes ganas de mear como para tener que levantarme e ir al baño. Al salir de la habitación vi a mi hermana que me miraba desde la puerta de su habitación.

- No me mires así, Celia- Resulta que también estaba afónica, vaya mierda.

- Te lo pasaste de puta madre anoche por lo que veo...

- Eso creo... - Sabía que me lo había pasado bien pero no me acordaba de nada. ¿Tan borracha estaba?. Joder, mi primera borrachera y no la recordaba, eso era mala suerte.

Entré al baño e hice la meada más larga en toda mi vida, creo que duró más de dos minutos. Al terminar me volví a la cama y no salí en todo el día salvo para ir a la cocina a por algo de comer y al baño para mear.

El Lunes no se presentaba nada apetecible ya de entrada: Me lavanté aún más afónica que el domingo, con un resfriado monumental y con examen de castellano a primera hora. Por primera vez en mucho, pero que mucho tiempo, me presentaba a un examen sin haber estudiado absolutamente nada. En realidad me daba igual. 

Aún así, a las ocho de la mañana me encontraba justo a las puertas del instituto dispuesta a afrontar ese maldito examen.

- Hey! Katia, espérame.

Taylor se acercó a mí y se puso a andar a mi lado.

- ¿Te lo pasaste bien en mi casa? no tuve tiempo de preguntártelo.

- Creo que sí. La verdad, no me acuerdo de mucha cosa...

- Uf, ya lo veo- se percató de mi nivel de afónico monumental- ¿Te acuerdas de cómo le tiraste tu bebida a Álex sin querer y él te retó a chuparle el cuerpo?

-¿Qué? ¡Dime que no lo hice!- dije sin poderme creer que no me acordara de algo semejante.

Taylor se rio al comprobar que, efectivamente, yo no tenía ni idea de lo que hablaba.

- No, por suerte fuiste inteligente y le volviste a tirar otra bebida por encima. Le caes bien, me lo dijo ayer por teléfono.

- Si, seguro. Por favor, que estúpida. Dile a Álex que lo siento ¿vale?

- Díselo tú. Esta tarde hemos quedado, Frank quiere enseñaros algo que ha conseguido. Esta tarde, después de insti, te espero en la salida, esta vez sí.

Y dicho esto se giró sin darme tiempo a responder y se dirigió a su mesa, justo en el momento que entraba el professor con los exámenes en la mano.

El examen me fue relativamente bien, así que el resto de la mañana tuve  la mente despejada, hasta que a la hora del recreo Taylor me volvió a repetir fugazmente que no me olvidara de que hoy teníamos planes. Así que las últimas horas de clase estuve pensando si ir o no ir, no porque yo no quisiera, valoraba la bronca de mi madre; Al final le envié un mensaje:

*Ma. Me voy a estudiar con Ana y Emma esta tarde, llegaré tarde. TKM* 

Y ella me respondió:

* Llámame *

Y yo no le respondí. Tampoco la llamé.

Taylor y Frank me estaban esperando en la salida. Saludé a Frank y nos metimos en su coche - Ya decía yo que parecían mayores- Dentro del coche me atreví a preguntar:

- ¿ Y dónde vamos? 

- Katia, ya lo verás - dijo frank con una risita que se le escapaba y mirándome de reojo por el retrovisor.

Miré a Taylor; Ella miró a Frank; Frank miró a Taylor; Frank y Taylor soltaron sendas carcajadas.











MALA INFLUENCIAWhere stories live. Discover now