MALA INFLUENCIA

Capítulo 3: Me han dicho que te van las tías

Había pasado solamente una semana desde que vino Taylor Momsen a la escuela pero ya lo había puesto todo patas arriba. Al parecer, me contó Ana, el segundo día se enrolló con el rompecorezones del instituto, Mark Torres, y había denegado la petición de muchos otros tantos. También se hizo amiga del profesor de matemáticas y le robó el examen para pasarlo clandestinamente entre los alumnos de la clase, incluida yo.

No sentía envidia, al contrario, me parecía que por una vez en mucho tiempo había una persona que me caía bien y que parecía auténtica. El Lunes por la mañana justo antes de pasar la línea del infierno con el HARD CORE a todo volumen Taylor me cogió del brazo y tiró fuerte para hacerme retroceder.

- ¿Tú eres Katia verdad? - dijo en un susurro picarón.

 Asentí.

- Me han dicho que te van las tías...

No supe que responder así que me mantuve callada pensando, pero antes que pudiera responder Taylor dijo:

- Eres guai tía, espérame después de clase.

Ese ya era uno de los días más extraños de mi  maldita vida. ¿Me tomaban por lesbiana? Y más raro aún ¿ Se hablaba de mí?. Las horas pasaban como tortugas embarazadas y heridas, la profesora de castellano nos dio toda la hora libre porque no le apetecía hacer clase. Me cago en los profesores, aunque no me guste hacer clase, por eso les pagan, malditos vagos de mierda.

La hora del recreo no pasó más deprisa. Me senté con mis supuestas "amigas" de clase que eran las únicas que tenía y las escuché todo el maldito rato hablar de lo poco profesional que se veía el instituto desde fuera. - Si quieren algo profesional que se vayan a los institutos privados - pensé.

Cuando sonó el timbre no me lo podía creer. Salté de la silla dando un codazo a mi compañero insignificante y salí corriendo con la música a todo volumen. Esperé a Taylor en el mismo sitio en el que habíamos coincidido esa misma mañana. Pero no apareció.