Eres mio, imbecil.

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Capítulo quince- Vas a estar bien.

Sus labios se movían a la par de los míos, eran suaves. El beso comenzó siendo lento, sus labios mandaban y los míos obedecían. Luego el beso se volvió intenso, con ganas. Las manos de Mike fueron a parar debajo de mi remera y las mías a su cabello, jalando de el.

-Mike- me separe de sus labios respirando agitadamente.

Sonrió y se tiro en el pasto con los brazos abiertos.

P.O.V Mike

-¿Quieres que me corra?- me acerque más al rostro de Barbara.

-Si- sonrió- gordo.

Le devolví la sonrisa y junte mis labios con los suyos. Sonreí en el medio del beso, me encanta todo de Barbara y por fin mis labios estaban sobre los suyos.

Comencé el beso lento, pero mi amiguito y yo queriamos más. El beso se intensificó y mis manos viajaron por debajo de su remera, Barbara colocó sus manos en mi cabello y jalo de este.

Me enganche tanto en este beso que olvide que teníamos que respirar.

Barbara se separó de mi.

-Mike- murmuró, sonó más como un gemido. Mi erección creció un poco más.

Me tire sobre el pasto y sonrei. La verdad es que estaba muy feliz y nada podría arruinar aquello.

Cuando iba a responderle se oyeron unos pasos detrás nuestro, voltee aún con la sonrisa y había dos chicos parados mirándonos.

-¿Acaso me siguen?- Barbara se paro y los enfrentó, me levante a su lado. Ella tomó mi mano y me sonrió para tranquilizarme.

Uno de los chicos gruño al ver nuestras manos juntas.

-Tenemos que presentarnos en la oficina del director. Dicen que nuestros padres están aquí- el chico más alto comenzó a hablar. Tenía un aire parecido a Barbara.

-Thomas, ¿Como sabias que estaba acá? Aparte, no creo que te importe si me retraso o me castigan.

Oh... Thomas Foster, el hermano de Barbara Foster.

Que estúpido que soy, el chico de al lado es Ashton, aún no lo reconozco. En nuestra habitación sólo nos cruzamos cuando vamos a dormir. Al igual que el, estoy todo el tiempo fuera.

-Sólo vamos.

-No- Barbara soltó mi mano y se cruzo de brazos- se pueden ir y dejarnos tranquilos.

-¿Irme y que folles con cualquiera?- Ashton hablo por primera vez, y me acaba de llamar cualquiera.

-Él no es cualquiera. Y si se me canta follar con el lo haré, no necesito que un par de folladores compulsivos me vengan a mandar.

-Por una vez en la vida no seas zorra- Thomas la miro con asco.

-¿Porque no cierras tu maldito culo y te vas a follar con rubias baratas?.

Thomas tenso sus brazos y se acerco a ella, me puse delante de Barbara, impidiendole el paso a Thomas.

-Hey, tranquilo.

-Tu no te metas.

-Me meto si quiero, ahora alejate- no tenía miedo, sólo no quería golpear al hermano de Barbara.

Retrocedió unos pasos y volvió a su posición normal. Senti las manos de Barbara apretar mi remera.

-¿Ahora necesitas alguien que te defienda?- río en seco.

-Si el no estuviera aquí tu ya me habrías golpeado- mis músculos se tensaron, levante la vista hacia Thomas y en su mirada se reflejaba odio. No puede ser capaz de golpear a su hermana menor. No.

-¿Ya la has golpeado?- le pregunté tratando de contener mi irá.

-¿Algún problema? Se lo merecía.

Avance dos pasos pero la voz de Ashton me hizo volver a proteger a Barbara.

-Hermano esta no es tu guerra.

-Oh entonces es tu guerra ¿No hermano?, créeme si sería mi guerra a Barbara nunca la hubiera golpeado su propia sangre.

No dijo nada. El silencio reinaba el parque, el viento despeinaba nuestros cabellos, las miradas de los chicos eran tajantes.

-Vámonos- Barbara tomó mi brazo y a paso apurado comenzó a alejarse de allí.

-¡No puedes irte!, esta Papa y mama en la oficina. Cobarde.

-Oh vete al infierno, dile tan sólo que no quiero verle ni a el, ni a ella, ni a ti ni al patético de tu amigo.

Llegamos a la habitación de Barbara en completo silencio, entró y se sentó en su cama.

Me quede parado mirándola, llevó sus manos a su rostro y comenzó a sollozar.

Me acerque decidido a ella y la rodee con mis brazos, su cabeza reposaba en mi pecho. Su respiración era entrecortada y su llanto no cesaba.

-Vas a estar bien.

Capitulo nuevo.

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