CAPÍTULO 20: ¡¿Qué dijo?! <Parte 1>

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DEBBIE

Entro a mi habitación después de un largo día de clases, como siempre. Veo a Lucy doblando su ropa en su cama, pero lo hace de un modo muy raro: bailando y saltando como si estuviese en un concierto, o peor, como si el concierto fuese de ella. Se mueve al ritmo de la canción Lean On; es bastante extraño. Tiro mi mochila al piso y me paso los dedos por mi melena, tratando de sostenerla haciendo una coleta. Cuando Lucy se da cuenta que he llegado, apaga la música y me mira jadeando.

—Hola —apenas y puede decirlo.

—¿Por qué? —pregunto sacudiendo la cabeza.

Ella se toma unos cuantos segundos antes de responderme. Acto seguido, se sienta en la punta de su cama, con sus manos posadas en su regazo para sostenerse.

—Siempre me pongo a bailar cuando estoy sola en mi cuarto.

Suelto una risita. Me dirijo hacia el tocador, y empiezo a cepillar mi cabello de una manera desinteresada. De repente, llega Sam; ella está muy bien arreglada. Trae puestos unos jeans ajustados que resaltan sus curvas junto con una blusa blanca y un poco holgada pero que aún le sienta bien. Empieza a oler poco a poco a perfume costoso de mujer, de seguro Sam saldrá con Noah, porque no creo que se ponga tanto perfume para salir con alguien a hacer la tarea. Su cabello negro se encuentra suelto, con algunos mechones detrás se sus orejas como si quisiera traer el pelo suelto pero sin querer sentir que lo tiene encima.

Se detiene frente a nosotras con una ligera sonrisa. Trata de decir un “Hola”, pero se queda boquiabierta viendo cómo Lucy vuelve a poner la música y sigue moviéndose de un lado a otro al ritmo de la misma canción. Sam arquea una ceja y Lucy, al ver que la acosan con la mirada, le baja el volumen a la música y se detiene por un momento.

—Como si no me hubieras visto bailar así —dice Lucy, riendo.

—Bueno, desgraciadamente sí te he visto. Es bastante traumático —contesta con una expresión de disgusto.

—¿Tan malo es? —pregunto dejando el cepillo de vuelta en el tocador.

—¿Bromeas?, la vi bailar Bang Bang y tratando de cantar el rap de Nicki Minaj —dice.

Las tres nos atacamos de la risa.

De pronto, empieza a sonar Harlem Shake. Lucy suelta una pequeña sonrisa y va hacia el reproductor de música para subirle de volumen. ¡Vaya! Va a doler verla bailar esta canción con tan alto volumen.

—¡Amo esa canción! —grita, ya que solo así es posible que se oiga su voz.

—¿En serio? Yo la odio —replico.

—Guau, ¿cómo es que somos mejores amigas? —pregunta.

Sacudo la cabeza.

—No lo sé.

En eso, Lucy empieza a bailar. Más bien empieza a sacudirse como lunática. Sam y yo nos quedamos paradas solo viéndola ir de allá para acá. Ella se sacude, rodeándonos, bailando en el espacio que hay entre nosotras dos.

Con los terroristas.

¡Vaya! Esto es bastante extraño. Pone una cara rara, como una expresión pervertida, pero a la vez deseosa de echarse a reír. Se agacha hasta la altura de mi cintura y alza la cabeza en modo de fastidiarme. Sacude sus brazos de atrás hacia adelante, con la boca arrugada, como si estuviera haciendo pucheros.

(Ta-Ta-Ta-Ta-Ta-Ta-Ta-Ta-Ta-Ta-Ta-Ta-Ta).

Sigue bailando entre el espacio que hay entre nosotras, sacudiendo su torso como si le estuvieran dando ataques nerviosos. Separa sus piernas y se agacha un poco, tratando de mover su trasero, sus hombros, brazos y pecho. Sam se pone un mechón detrás de su oreja en modo de estar avergonzada... bueno, yo también lo estoy. Levanto perezosamente mis brazos a una muy baja altura y desvío desinteresadamente la mirada de Lucy. Sam hace lo mismo, con una expresión diferente en su rostro, tal vez una sonrisita. Lucy se detiene por un momento, al igual que nosotras. No puedo creer que vayamos a hacer esto.

Tú serás mía [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora