CAPÍTULO 17: Atrapada con... ¡¿Steven y Logan?!

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DEBBIE

Son como las 8:15 pm. Estoy en mi cuarto junto con Lucy, explicándole un poco acerca de Shane desde lo que había pasado con nosotros hace años, tratando de no apretarme tan fuerte el muslo por la furia que siento hacia él. Veo a Sam en su cama, llorando aún, y comiéndose una enorme caja de chocolates, que en serio desearía comerme. Ella solloza sin parar de una manera muy fuerte; como cuando lees un libro, matan a tu personaje favorito y sientes que tu vida ya no tiene ningún sentido y que todo es una mierda. Nosotras guardamos silencio para verla llorar una y otra vez; aunque, no podemos verla ya que está tapada con una sábana. Lucy suelta un gruñido y va hacia la cama de Sam. Inmediatamente, agarra la sábana y la jala con fuerza para quitarla del cuerpo de Sam.

—¡Sam, levántate, carajo! —gruñe. Le lanza una mirada furiosa y aprieta la mandíbula.

—No... quiero —solloza ella.

Su rostro está cubierto de baba seca y chocolate; es tan asqueroso que hasta se me quitan las ganas de comer esos chocolates, y en su lugar me dan ganas de volver el estómago.

—Sam debes dejar que esto de Noah se te resbale —digo encongiéndome de hombros.

—¡Claro que no!, debe hacerle algo a Noah por lo que le hizo —replica Lucy.

—¿Como qué? —pregunto.

—¡Ya sé! Córtale los huevos, uno por uno —dice Lucy con una amplia sonrisa. Asiente ligeramente con la cabeza como si hubiera dicho una grandiosa idea.

—¿Qué? —chilla Sam—. Pero quiero tener hijos con él, Lucy.

—No mames —digo en voz baja.

—Entonces golpéalo —dice Lucy.

—No voy a destrozarle ese jodido rostro de dios griego —contesta.

—Repito. No mames —digo.

—Pues no lo golpees en la cara, golpéalo en el cuerpo. —Lucy se sienta de nuevo en el sofá.

—No le dejaré marcas en su perfecto cuerpo musculoso. —Sam se cruza de brazos en modo de puchero.

Lanzo un gruñido y bajo la cabeza. Creo que estaría de más decirle a Sam de nuevo la misma frase en cuanto a sus comentarios. De repente, se vuelve a apagar la luz. Empiezo a contar en mi mente.

«1,2,3...5...8...11...13,14,15».

Las luces se encienden de inmediato. Últimamente, la electricidad se ha ido muchas veces en este dormitorio. Pero siempre vuelve después de 15 segundos, aveces se tarda menos, pero jamás se ha tardado ni siquiera un segundo más.

—Sam, tienes que hablar con él de una maldita vez —digo.

—¿Y qué le puedo decir? —pregunta ella limpiándose las lágrimas.

—Que te gusta —contesta Lucy—. Y que le cortarás los huevos sin no te hace su novia.

—Pero él ya sabe que me gusta, y yo sé que le gusto. Pero no quiere una novia —solloza de nuevo.

—No pensé que diría esto, pero... Solo olvídate de Noah —digo.

—Creo que es lo menos complicado que he oído —me secunda Lucy.

—¿Qué? ¿Olvidarme de Noah? —pregunta Sam.

—Creo que es la mejor opción. Solo mira lo que te ha hecho. Estás llorando como loca en tu cama, comiendo chocolates como si no hubiera un mañana. —La señalo.

—Además, solo tuvieron un par de citas. No siempre funciona —dice Lucy.

Sam lanza un suspiro de resignación y baja la cabeza.

Tú serás mía [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora