Lo que nunca pudimos ser

4. Hermanos entrometidos (Zeref)

Minutos antes de que Zera se fuera a la enfermería me sentí enfermo, fue una situación parecida a la de ayer cuando iba con Mavis a ver a mi madre.

No sé la razón, pero las palabras de aquella anciana rondan todavía en mi mente. Niego ligeramente con la cabeza, tengo que dejar de pensar en tonterías.

Ichiya sigue haciendo su espectáculo hasta que llega la profesora Yukino. Parece bastante joven, pero Natsu me ha comentado que tiene un hijo de la edad de Wendy y que está casada con Rouge, el de literatura. Las apariencias engañan.

Sé quienes son todos los profesores gracias a Natsu y Mavis.

Yukino empieza a escribir en la pizarra el esquema de los temas que veremos a lo largo del curso, ella da historia y creo que va a ser buena explicando.

No como Ichiya, que en sus clases damos de todo menos inglés.

Me distraigo un momento para mirar a Mavis. Ella está atendiendo así que creo que puedo afirmar que no es mala docente.

Cuando termina el esquema empezamos con la materia. La verdad es que es entretenido. El tiempo se me pasa volando.

Rato después aparece Zera de nuevo, le explica la situación a Yukino y ella sólo sonríe y la deja pasar.

El timbre suena. Nos queda una hora antes del recreo.

Noto que ella le pregunta a Zera si está mejor. Yo ya preguntaré luego. Me recuesto en la mesa, tengo algo de sueño.

Anoche estuve pensando. Lo pasé muy bien con Mavis ayer a pesar de que sólo hablamos. Realmente creo que puede ser amor a primera vista. No es algo que me beneficie, pero creo que podré vivir con ello. Pase lo que pase no renunciaré a viajar. Tengo que pensar fría y tranquilamente, pues tengo un millón de pensamientos contradictorios.

Miro a Mavis de nuevo y después al frente, Yukino se ha ido y ahora hay otro profesor. Creo que es Lyon, el de matemáticas.

Natsu me comentó que es primo de su amigo Gray y... que medio acosa a Juvia.

Aquí todo el mundo está loco.

Como hoy parece que solamente hará presentación dejo de atenderle, por lo menos a pesar de ser un acosador parece que es un profesor serio.

Pronto llega el recreo y Zera sale disparada de clase, dejando sola a Mavis, ¿lo habrá hecho a posta? Bueno, da igual.

Ella suspira y se acerca a mí tras colocar sus cosas.

—¿Nos vamos, Zeref? —me pregunta con su radiante sonrisa infantil.

Asiento y me levanto. Después de todo soy oficialmente de su mismo grupo de amigos.

—¿Qué te parece esta tarde a las cinco? —pregunto en tono neutro.

—Sin problemas, tengo toda la tarde libre.

No pudimos seguir con la conversación porque nos encontramos con Lisanna y Elfman.

—¿Habéis visto a nuestra hermana?

—Seguramente esté con Zera haciendo de las suyas.

Oh, por eso salió corriendo de clase. Creo que puedo entender eso de "estar haciendo de las suyas", son un poco obvias.

—Ya veo, estarán haciendo cosas de hombres.

—Son mujeres, zopenco —nos giramos al escuchar la voz de Evergreen.

Llega junto Bickslow y Freed, más atrás estaban Laxus, Erza y Jellal. Laxus me mira mal, por cierto.

—¿Y el resto? —pregunta Jellal ignorando la discusión de Evergreen y Elfman.

—Ya están fuera —Lisanna parece absorta en la pelea de su hermano con la chica, pero aún así contesta.

—Pues vamos, que Gray y Natsu pueden armarla, Lucy sola no puede con ellos.

—Están con los demás, Erza.

La pelirroja se cruza de brazos y mira mal a Jellal.

—Pero la única que intentaría parar la pelea sería Lucy, Levy seguramente se irá con Gajeel a hacer cosas malas.

Y lo dice toda sonrojada, creo que la presi es algo pervertida.

—Gajeel y Levy no están saliendo... todavía —apunta Bickslow sonriendo de forma pícara.

—Parecéis Zera y Mira —Mavis confirma mis sospechas.

El resto ríe y por insistencia de Erza empezamos a caminar hacia el jardín trasero.

Laxus me mira algo desconfiado durante todo el camino, creo que he topado con un hermano sobreprotector.

~×~

Al final de las clases nos vamos yendo cada uno por un lado. Por ahora estamos andando juntos mi hermano, Mavis, Laxus, Zera, Juvia, Gajeel y yo, porque nos hemos ido encontrado. Poco a poco se nos juntan Wendy, Gray y Erza.

Ni idea de dónde está el resto.

Al llegar a la salida la gran mayoría tenemos que tomar caminos diferentes. Ella, por ejemplo. Iremos en direcciones contrarias. Una idea un tanto graciosa surge en mi mente cuando empezamos a despedirnos. Miro a Mavis y alzo levemente las comisuras de los labios.

—Mavis, esta tarde a las cinco, no te olvides.

Ella parece darse cuenta de mis intenciones y sonríe divertida.

—Claro, no podría olvidarlo.

Me deleito con las cara del resto, sobre todo con la emocionada de Zera, la sorprendida de mi hermano y... la de Laxus. Al final el Dreyar pequeño me mata, pero sus reacciones son graciosas.

Me vuelvo a despedir de todos con la mano y me giro para irme. Tras unos instantes escucho a mi hermano diciendo adiós y viniendo hacia mi. Poco a poco los dejamos atrás.

—¿Qué ha sido eso, Zeref? Creí que eras totalmente inmune a fijarte en alguien.

—Mavis es una chica interesante e inteligente. Es una buena opción para hablar.

Natsu sonríe un tanto pícaro.

—Mi hermanito mayor está creciendo, me siento muy orgulloso.

Le pego una colleja suave y finjo molestarme un poco.

—Lo dice el que duerme con un peluche de dragón, reta a pelear a todo el mundo y se pasa el día haciendo bromas de la críos.

—¡Hey! ¡Eso es trampa!

—¿Tú crees? Porque es verdad que te comportas así.

Natsu se cruza de brazos y me saca la lengua.

—Pero eso no quiere decir que sea un niño pequeño.

—Vale, vale. Tú ganas.

El móvil de Natsu suena y mi hermano me medio ignora para mirarlo y contestar.

—¡Hermano! Adivida quién me acaba de hablar.

—¿Quién?

—¡Laxus! Quiere que vayamos a espiaros a Mavis-sempai y a tí en vuestra cita de esta tarde.

—Oh, suena interesante.