Espía improvisada.

23

No se que hora era, solo sabia que llevaba mucho tiempo gritando y golpeando paredes esperando que alguien me escuchara, vi por la ventana y el sol estaba en todo el centro del cielo, debe ser medio día, de pronto la puerta se abrió mientras yo trataba de romper las ventanas con una silla...

-Es imposible romperlas querida, están blindadas - esa voz no la había escuchado antes, me di la vuelta y dejé la silla en su sitio, era Lucifer, por fin lo veía en persona...

-La esperanza es lo último que se pierde. ¿Quien eres?- y ladie mi cabeza para que creyera que no lo conocía

-No te hagas Skyler, sabes muy bien quien soy, pero sobre todo, que quiero - y puso una bandeja de comida que traía consigo en la mesa de noche - pero antes de que nos sentemos a hablar come, no quiero que te mueras de hambre-

Mis tripas exigían comida, no se cuanto tiempo estuve desmayada y cuanto llevaba encerrada, nada podía ser peor, me senté en la cama y comencé a comer, mi estomago me agradecía cada delicioso bocado

-Por lo menos comiste, Christian comió a la semana y porque no tuvo de otra- dijo mientras se sentaba en un gran sillón que había en aquella prisión de lujo.

-¿Donde estoy? ¿que paso?- dije sin dejar de comer, no había necesidad de mostrarle modales a este tipo.

-Paso que pensaste que tenias todo bajo control, error de espía principiante, no tener un plan B, pasó que descubrimos el micrófono en el bolso de Lucrecia y tuvimos que armar un nuevo plan, realmente no le cambiamos mucho simplemente nos protegimos, y querida, estas en mi edificio, por si te interesa en la habitación continua a la de tu querido hermanito -

-¿Por que no me encerraron junto con él? - me levanté de la cama y puse la bandeja en una mesa tipo comedor que había en una esquina de la habitación

-Lo íbamos a hacer pero, mi hija tiene a tu hermano como juguete sexual y bueno, no quería que fueses testigo de eso -

-¿Debo agradecerte por eso?-

-Debes agradecerme por todo Skyler, tienes un talento extraordinario, el rastreador que le pusiste a Lucius fue algo bastante innovador, se dio cuenta que lo tenía puesto el día que vino al edificio ya que aquí los revisamos muy bien, como a ti por ejemplo, ¿cuantas armas caben en un simple Short y cinturon, wow, fue increíble todo lo que le sacamos, Edinson se pasó de cloroformo y dormiste mas de la cuenta así que envié a una mucama a que te bañara y cambiara la ropa, por cierto a tu hermano casi le da una crisis cuando supo que te teníamos pobresito - soltó esas palabras con una tranquilidad nada normal - Skyler, unete a mi, ayudame a conseguir el trivium, ¿te imaginas la fortuna que tiene escondida ese cofre? Hay que encontrarlo, tu eres inteligente, sabes donde está y tienes el talismán, aunque es cuestión de horas para tener a Edward Jhonson de rodillas con el talismán para cambiarlo por ustedes -

-No- fue lo único que pude decir mientras me tiraba a la cómoda cama y encendía el televisor, lo único de "entretenimiento" que había, él se levantó del gran sillón y dejó una tarjeta en la mesa de noche, -Piensalo, y luego que estés libre, llámame- y salió de la habitación...

Las lágrimas no tardaron en aparecer, fui una estúpida, como pude creer que mi plan funcionaría, no sirvo para nada, mucho menos para espía.

La noche cayó y yo estaba muerta de aburrimiento hasta que se me ocurrió una loca idea, Lucifer dijo que Christian estaba en la habitación continúa pero ¿de que lado? Así que tome un adorno de metal que había por ahí y comencé a golpear las paredes en código morse, esperaba con todas mis ganas que primero fuese la habitación de Christian, que pudiese escuchar y obviamente que supiese el código morse.