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-¿me prestas un audífono niña rata?- pregunta Santiago un tanto emocionado

-Dios mio Santiago, ¿puedes ser mas fastidioso?- dije mientras le entregaba un auricular y yo me ponía el otro

Lucrecia POV.

La cabellera de esa chica se me hizo familiar, me recordó a mi A.J, lo extrañaba demasiado, pero buscarlo sería poner su vida en peligro

-Buenos días Crimson- dije mientras pasaba por la entrada del gran edificio de papá, comencé a subir en el ascensor hasta el piso 3 luego camine hasta la habitación numero 318

-Abran- fue lo único que les dije a los despreciables de Pinky y El diablo, detestaba a estos sujetos, habían golpeado hasta dejar inconsciente a mi pobre A.J jamás les perdonaría eso, ellos como buenos perros falderos me hicieron caso de inmediato y entré, la habitación 318 era bastante cómoda, tenía bastantes lujos, pero estaba aislada de toda señal telefónica, internet y hasta de radios, todas las ventanas estaban selladas y las paredes eran de concreto, no podrían romperse tan fácilmente, comencé a buscarlo por toda la habitación y no lo veía, así que deduje que estaría en el baño, cuando me acerque la puerta estaba abierta, y allí estaba él, tratando de romper la ventana

-¿Intentando escapar de nuevo Christian?- dije parada en todo el marco de la puerta del baño

-La esperanza es lo ultimo que se pierde Lucrecia - Me contestó regalandome una sonrisa, ¿acaso no se cansaba de ser tan optimista? -¿mucho optimismo no? ¿No es mejor que colabores con papá y ya?- dije encogiendome de hombros mientras me sentaba en la cama, papá estaba obsesionado con ese estúpido talismán, era tanta la obsesión que había puesto a mi hermano, su primogénito, su adoración a que lo ayudara a encontrar el talismán y a la hermana de Christian

-¿Y que ponga sus sucias manos en los planos? Ni loco- dijo tirándose boca abajo en la cama, solo cargaba un pantalón de pijama puesto, Christian tenía un cuerpo muy bien trabajado, incluso aquí en la habitación entrenaba, caminé de rodillas por la cama, me subí a su espalda baja y comencé a hacerle un masaje, Christian y yo hemos tenido sexo un par de veces, bueno, muchas veces, lo hacíamos cuando ambos estábamos muy estresados, lo llamábamos "liberación de estrés" ¿que si sabíamos que no estaba bien? Claro que lo sabíamos, pero aquí no habían sentimientos involucrados, solo lujuria, desespero y mucho estrés

-Lucrecia, no, hoy simplemente no quiero- no le hice caso y seguí haciéndole el masaje, de pronto se volteó quedando boca arriba, se sentó en la cama conmigo encima, paso sus manos por mis hombros y comenzó a hacerme un masaje también, sus manos eran mágicas, de pronto me besó con mucho deseo y desespero, me encantaba cuando me besaba así, me quitó el vestido con una destreza que sólo el tenía, esto realmente no era correcto, yo amo a A.J pero Christian en la cama es perfecto, de pronto comenzó a darme besos en el cuello y cuando me di cuenta estaba encima de él moviéndonos ritmicamente

Skyler y Santiago POV

-Asco- dije quitándome el auricular -No quiero escuchar a mi hermano teniendo sexo con la hija del tipo que lo secuestró y el amor de la vida de A.J-

- oh yo si quiero, esto me sirve para futuros chantajes - dijo Santiago poniéndose el auricular que yo tenia hace segundos.

*Hora y media después *

Lucrecia POV

Esto realmente me hacia falta, me comencé a vestir, hace mas de una hora tenia que haberme reunido con papá, salí de la habitación y comencé a caminar hasta el ascensor, cuando abrió sus puertas me tenía que encontrar con el presumido de mi hermano, me miró levantando una ceja -Que bajo has caído hermanita- dijo con una sonrisa de autosuficiencia -Arreglate que das asco- dijo saliendo del ascensor el cual ya se había detenido en el piso 15, mire mi reflejo en el espejo del ascensor, me arregle súper rápido y fui hasta la oficina de papá.

Espía improvisada.Where stories live. Discover now